Penitenciaría: Cuatro buses con militares y más de 900 policías ingresaron "para restablecer el orden"
También entraron ambulancias y el carro de Medicina Legal, lo que hace presumir que existen más víctimas mortales
Más de 900 policías de diferentes unidades de la institución y cuatro buses con militares han ingresado desde las 09:00 de este jueves 30 de septiembre al Centro de Privación de Libertad N.1 de Guayaquil, donde se realiza operativos de control y localización de objetos prohibidos (armas, explosivos, municiones y sustancias sujetas a fiscalización) a fin de evitar muertes violentas entre privados de libertad.
El Operativo está al mando de Tannya Varela Coronel, comandante General de la Policía Nacional y se realiza en coordinación y apoyo con Personal de Fuerzas armadas y Snai.
Familiares de fallecidos en la Penitenciaría tampoco obtienen respuestas en el Parque Samanes
Leer másAl recinto penitenciario ubicado en el kilómetro 16.5 de la vía a Daule, donde hasta ahora se ha reportado el asesinato de 116 privados de libertad, también entraron cuatro tanquetas (vehículo blindado), varias ambulancias y el carro de Medicina Legal, lo que hace presumir que aún hay más víctimas mortales.
La Policía ha actualizado la cifra: son más de 900 servidores policiales los que ingresaron a los pabellones de la Penitenciaría donde se realiza operativos en conjunto con las Fuerzas Armadas y SNAI: https://t.co/X0piwRrve4 pic.twitter.com/K9OjCrKKfe
— Diario Expreso (@Expresoec) September 30, 2021
Antes de su ingreso a la Penitenciaria el capitán Jorge Vaca de las Fuerzas Armadas indicó: "Vamos a ingresar a todos los pabellones donde todavía no se ha logrado restablecer el orden. Se encuentra trabajando personal militar de la fuerza Área, naval y Terrestre. Estamos trabajando en conjunto con la Policía Nacional".
Mientras que, en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral, como también se conoce a la cárcel porteña aún permanecen familiares de varios reclusos en espera de información que les permita conocer la situación y el estado de salud de sus seres queridos.
"Estoy aquí desde el martes en que comenzaron los disturbios. Solo he ido a mi casa a comer y a bañarme. Mi hijo tiene 5 meses preso y no he podido comunicarme con él, no sé si está vivo", lamentó Marlene Ochoa, progenitora de un privado de libertad.