Con personajes de cuentos infantiles, futuros educadores incentivan a los niños a la lectura
Estudiantes de la Universidad de Guayaquil desarrollan habilidades y destrezas en los menores
Una mañana llena de colores y fantasía vivieron niños de distintas edades del cantón Durán, junto a jóvenes estudiantes de la carrera de Educación Básica, de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guayaquil, en la feria ‘El mundo mágico de la lectura animada’.
Esta iniciativa de carácter académica, que forma parte de los proyectos de Vinculación con la Sociedad y que se vienen desarrollando desde hace ocho años en este cantón, busca en niños, jóvenes y adultos incentivarlos a la lectura, como una práctica diaria.
Según Ivonne Celeste Carbo Ramírez, docente y directora del proyecto, que inició en el 2014, se han beneficiado con el fomento a la lectura a más de 3000 niños de 80 cooperativas de viviendas populares de ese cantón.
“Nosotros vamos, donde solicitan nuestro aporte académico” sostuvo, al recordar que con todas las seguridades del caso y con la ayuda de los dirigentes comunitarios, asistieron por 15 días, con un grupo de 10 alumnos, al conflictivo Cerro las Cabras, logrando beneficiar a 200 niños de esa zona.
Como parte del trabajo de Vinculación con la Sociedad, los estudiantes de los últimos semestres, para desarrollar estrategias y destrezas en la lectura de cuentos, deben aportar con el material didáctico, cuentos, libros, cuadernos y cumplir con el trabajo comunitario de dos meses, con tres horas diarias de servicio, de lunes a viernes, en los sitios asignados y coordinados con el GAD de Durán.
La vicerrectora Académica, Sofía Lovato, en compañía del decano de Vinculación con la Sociedad y Bienestar Estudiantil, Juan Fernández y demás autoridades de la facultad, recorrieron cada uno de stand instalados el malecón Abel Gilbert 3 y participaron de una clase demostrativa de lectura que presentó Andrea Navarrete Tinajero, estudiante del sexto semestre de esta carrera, quien personificó a Blanca nieves con los siete enanitos.
Para ella, participar en esta dinámica de crear lecturas, imágenes, interactuar con cuentos sobre hechos reales como el COVID-19, no es nuevo, porque aparte de estar formándose como docente, ejerce en un centro de desarrollo infantil con niños de 2 a 4 años a quienes con técnicas apropiadas, les inculca el amor a la lectura.
Sandra Vera residente de la cooperativa Una Sola Fuerza 3, dijo estar agradecida con la universidad por el beneficio recibido a sus dos hijos Nayra Ayala de 8 años y Gerani Salinas de 9, quienes ocuparon su tiempo libre en mejorar y hacer de la lectura un hábito, además de haber participado en actividades lúdicas, y demás juegos, de manera creativa y divertida.
La Vicerrectora Académica dijo que este ejercicio práctico aportará a desarrollar un pensamiento crítico y una mejor formación como seres humanos en la población intervenida, elevando su acervo cultural.
El Decano de Vinculación con la Sociedad y Bienestar Estudiantil enfatizó que continuarán reforzando estos procesos.
