Sin pistas de niño desaparecido en Progreso
La madre del menor pregona su dolor por las calles del sector
“Sueño que encuentro a mi hijo en buen estado, lo veo caminando en el agua, a veces en un lago, otras en el mar; también veo casas flotantes; mi corazón de madre me dice que lo voy a encontrar”. Es el relato de Mayveline Rodríguez, de 24 años, madre de Deiker Ezequiel Torres Rodríguez, de 4, quien el pasado 6 de febrero desapareció de la parroquia Juan Gómez Rendón, en Progreso, mientras jugaba frente a la casa de su abuela.
Deiker Ezequiel: la historia del niño que desapareció de la sala de su casa
Leer másEl viernes pasado, en compañía de familiares y amigos, la madre abrazada a su primer hijo Adony, de 8 años, gritó su dolor por la desaparición de su segundo niño. Lo hizo por las calles de la población, donde pidió celeridad en las investigaciones para dar con el paradero de la criatura, que ya cumplió un mes y una semana lejos de su hogar, sin que haya pistas de su pérdida, pese a que la Dinased trabaja en el caso y se activó la Alerta Emilia, para encontrarlo.
El abuelo José Rodríguez (53) cuenta que han buscado en las provincias de Guayas, Santa Elena, y han avanzado hasta Esmeraldas y límites con Colombia, pegando los afiches con las fotos de Deiker. “Mi hija dejó su trabajo para dedicarse a la búsqueda de su vástago; ya no tenemos recursos, la gente nos ayuda, hacemos rifas, bingos para conseguir dinero”, comenta.
EXPRESO pone a consideración de la ciudadanía algunos tips de la Policía Nacional y el Ministerio de Gobierno para evitar ser víctimas de secuestro.
— Diario Expreso (@Expresoec) March 11, 2023
Revisa las recomendaciones aquí:
Jonathan Torres, padre del niño, de quien la madre está separada, y que se gana la vida vendiendo papas rellenas, también lo busca por su cuenta; duerme en las terminales, para seguirlo buscando al día siguiente, relata el abuelo.
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Leer másEn la escuela Alberto Rodríguez Martínez, donde Deiker estaba en inicial, sus profesoras lo lloran igual que sus amiguitos. “Es un niño muy inteligente, pero desconfiado, no conversaba con cualquiera, no entiendo cómo pudieron haberlo llevado”, dijo una profesora que pidió la reserva de su nombre.