Playas: mujeres buscan reactivar su economía con la moda
Para dar a conocer su emprendimiento, prestan máquinas y hasta una sala de eventos. Esperan que se integren otras modistas
En el cantón General Villamil (Playas), un grupo de diez mujeres liderado por Leslie Cruz Cárdenas, profesional en publicidad y estilismo, decidió crear su propia marca de ropa, enfocada en estudiantes universitarias, ejecutivas y mujeres adultas. Ellas cuentan que decidieron darle forma al emprendimiento debido a que se vieron afectadas por la pandemia de la COVID-19, y fue entonces que pusieron en práctica su pasión por la moda.
La diversidad de las prendas gusta a otras mujeres, ya sea por su frescura o diseños. “Combina lo elegante con lo formal, que destaca la silueta de quien los usa”, concuerdan las emprendedoras, quienes han tenido que recurrir a prestar talleres de costura y hasta una sala de eventos para que sus amigas y hasta señoras, desfilen cual pasarela internacional sus trajes.
“Hay mucho talento en las mujeres artesanas. ¿Por qué Playas no puede tener su propia marca de ropa? Si la gente de aquí va a comprar ropa a Guayaquil, por qué Guayaquil no puede comprar ropa hecha en Playas”, se cuestiona Cruz, al subrayar que la meta es que cada una de las integrantes forme su propio negocio.
La primera colección de las emprendedoras se presentó el último fin de semana. Entre ellas participó Marta Bohórquez, de 22 años, y madre de dos niños. Asimismo, formó parte de las nueve improvisadas modelos que pasearon por una pasarela por primera vez.
“Muchos nervios, pero demostramos que las mujeres de Playas podemos y queremos seguir adelante”, recalcó.
Para Daysi Crespín, costurera de 40 años, su sueño de tener una marca propia se está cristalizando a través de este emprendimiento. Entusiasmada, mencionó que este hecho significó el primer paso para alcanzarlo.
La marca de ropa se denomina Aleska y, aunque nació a principios de este año, el objetivo es, asimismo, reunir a modistas que trabajan de manera aisladas y formar un solo grupo. “Es un emprendimiento que está enfocado en un amor propio, y que ayude a salir adelante con sus propias creaciones”, destacó Cruz.
Katty Auquillas es la encargada de que las chicas sientan pasión por la moda. Argumentó que reciben asesoría de imagen, cómo escoger las telas, colores, cortes de pieza... “La moda es como un rompecabezas, toda pieza tiene que ser exacta, que dé un buen producto final”, aseveró.
Por ahora no hay local por la falta de recursos y las ventas, cuyo precio fluctúa entre 15 a 18 dólares, se realizan vía online.
