La Policía, la gran ausente en el monitoreo de Samborondón

A inicios del 2022, Samborondón implementó su Centro de Monitoreo y Vigilancia (CMVS), con más de 350 dispositivos en todo el cantón, como parte de un proyecto municipal para sus más de 100.000 habitantes. Aunque, la seguridad ciudadana está en manos de la Policía Nacional, es justamente esta la gran ausente en ese monitoreo del cantón.

Las dos estaciones que se colocaron para el personal policial dentro del CMVS, ubicado en las instalaciones de la Autoridad de Tránsito y Vigilancia (ATV), siguen vacías a pesar del convenio que se suscribió hace dos meses. “En el mes de diciembre (2022) firmamos un convenio con la Policía Nacional, con el Ministerio del Interior, justamente para tener uniformados de la Policía en el centro, pero aún no contamos con ese personal. Tenemos sus dos estaciones de trabajo, estamos esperando la respuesta para ver cuándo asignan    a este personal”, manifestó Juan Emilio Kronfle, gerente general de la Autoridad de Tránsito de Vigilancia de Samborondón (ATVS).

Pero la falta de personal policial no solo es en el CMVS. En las calles la ciudadanía tampoco los ve con la frecuencia que esperan. “Hay muchos robos en parqueaderos de sectores comerciales de la avenida León Febres Cordero”, principal de Samborondón, dijo William Reyes, quien presta sus servicios como taxi informal y cuenta que ha sido testigo de cómo en ocasiones se llevan accesorios de automotores.

Kronfle detalla que son alrededor de 100 elementos de la PP.NN., divididos en tres turnos, los que resguardan al cantón. Cifra a la que se debe restar a los uniformados que están cumpliendo su labor en casos de arresto domiciliario. Es decir, son alrededor de 33 policías para cien mil habitantes. “Es una deficiencia que hay y no solo en Samborondón, sino a nivel nacional”, reconoce el funcionario. De allí que el alcance del centro llega hasta la vigilancia.

Desde el CMVS que, según Kronfle es el más tecnificado del país, se hace un monitoreo a más de 350 dispositivos de vigilancia colocados en todo el cantón como: cámaras lectoras de placas, cámaras PTZ más multidireccional, tótems de emergencia, cámaras termales con radares colocadas tanto en el río Daule como en el Babahoyo. Además de los botones de pánico que están interconectados con las garitas de las ciudadelas de La Puntilla y las alarmas comunitarias en la cabecera cantonal, Tarifa y Boca de Caña.

Un total de 36 operadores, divididos en    tres turnos, realizan ese monitoreo de la ciudad las 24/7. Se incluye a personal de la ATV, de la Comisión de Tránsito, Policía Municipal y Cuerpo de Bomberos de Samborondón.

Cada operador tiene entre 15 y 20 cámaras asignadas. Jean Carlos León explica que por lo general deben fijarse en lo relacionado al bien público, a la ciudadanía, a la seguridad de las personas que transitan en todo el cantón.

“También tratamos de precautelar la seguridad, buscamos a personas en actitud sospechosa, actitudes raras o que hagan escándalo en la vía pública o molesten a la ciudadanía en    general”, especifica el operador.

En el sitio se observa hasta el mínimo detalle de un rostro. Una vez que examinan algún caso sospechoso, dependiendo del evento lo trasladan al personal que corresponda. Pero si tiene que ver con la Policía Nacional se coordina con el 911.

“El operador de monitoreo no solo debe mirar cámaras sino ir perfilando; por ejemplo, si ven grupos de personas que están transitando y entre ellos ven a alguien en actitud sospechosa o fuera de lo normal realizan un seguimiento, se capta el rostro. El operador perfila, evalúa y si efectivamente se comprueba da la alerta. El trabajo de ellos es básicamente ser reactivos, preventivos, estar siempre alertas y ser la voz de alerta temprana a las autoridades en campo o en territorio”, dilucida César León, director de vigilancia.

Pero hay sectores como La Puntilla donde reclaman por    más seguridad, no solo en sus calles sino en la parte fluvial. Kronfle asegura que en los próximos meses    traerán dos botes especializados que van a patrullar tanto el río Daule como el Babahoyo. Las embarcaciones pueden navegar con dos pulgadas de agua, con una cuchilla especial que le permite acceder entre palos y lechuguines, porque tienen una cuchilla, puntualiza el funcionario.

¿Pero quién patrullará los botes? Si no hay personal de la Policía Nacional, serán patrullados por policías municipales. Dentro de esa fase está previsto el reforzamiento de sectores como El Tornero, la avenida Samborondón, Ciudad Celeste, donde actualmente se construye una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) que se suma a otras cuatro remodeladas.

Fe de erratas: En una primera edición se colocó mal el apellido de Juan Emilio Cruz, lo correcto es Juan Emilio Kronfle.