El parque de Sauces 2 clama por el cuidado de la comunidad
Moradores denuncian un UPC abandonado. La infraestructura del parque se deteriora y hay vecinos que no colaboran al orden
Son las cuatro y media de un miércoles por la tarde, y la ausencia de energía eléctrica en Sauces 2 vuelca a gran parte de sus residentes al parque del barrio. Es un espacio que fue readecuado en 2022 por la anterior administración municipal para beneficiar a 12.500 ciudadanos, pero dos años bastaron para que el olvido cubra el área.
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El deporte es el corazón de este espacio. Allí 12 jóvenes jugaban índor en una de las canchas polideportivas, aunque contradictoriamente ahí no se podría jugar básquet, pues uno de los aros de anotaciones del sitio está roto. Resbalaron al menos tres veces en un solo partido a dos goles. ‘‘No pases el balón por ahí, ¿no ves tremenda grieta en el piso? Vas y te caes’’, gritó con amargura un jugador. Las rejas que cercan las canchas también tienen muchos huecos.
Al frente estaba la sede de los torneos de ecuavóley, otra cancha. Allí conversó con EXPRESO el presidente del comité del parque, Víctor Campoverde. ‘‘La cancha está rota y hace falta pintarla’’, admitió, al añadir que el problema principal radica en el abandono de la caseta de Policía Nacional que allí está instalada. ‘‘No pasa ahí ningún policía. Ya no vienen. No sabemos por qué, pero dejaron de estar allí desde antes de la pandemia’’, aseguró.
Junto a él se sentó José Castillo, quien vive junto al parque y estaba, como cada tarde, disfrutando de la jornada deportiva. Él aprovechó también para expresar sus quejas: ‘‘Aquí todo está de a poco deteriorándose. Teníamos un trabajador que, aunque se le daba poco, nos limpiaba el parque. Ya se fue y ahorita no hay nadie que lo haga’’.
Porque el sentido de mancomunidad está trastocado, indicó otra vecina, quien no quiso dar su nombre por miedo a hostigamientos por parte de los jugadores de ecuavóley de la cancha ya mencionada. ‘‘Ellos hablan, exigen, pero son ellos los relajosos. ¿No nota cómo apestan a trago? Llega la noche en esa cancha y parece cantina’’, indicó con disgusto, pues le molesta que dejen sus desperdicios de latas y botellas tiradas, armando ‘‘escándalos’’. Incluso dice haber hecho denuncias cuando ocurren estos episodios, ‘‘pero nadie viene’’, lamentó.
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Caen las cinco de la tarde y salen de clases vespertinas los alumnos del colegio que colinda con el parque, para tomarse las canchas y recrearse. Una de ellas tiene un arco que tiene que estar (sí o sí) atado por una cuerda para que no se caiga. ‘‘La última vez que vino el Municipio fue hace casi dos meses, para podar los árboles, pero nada más. Hay bastante excremento de animales, los vecinos no recogen. No hay nadie que controle tampoco. Hace falta colaboración de parte de todos’’, manifestó César Rodríguez, residente de Sauces 2.
Acotó que aunque no haya ocurrido un episodio de inseguridad relevante, es un riesgo diario, pues en el puesto de Policía nunca hay nadie. Esta misma preocupación expresa Jenny Barahona, que acompañaba a su nieta en los juegos. ‘‘Hace dos o tres años que nadie pasa en ese puesto de policía. En su tiempo hasta los apoyamos con computadora y todo para que estén cómodos. Es una pena’’, expresó.
Por eso, la ciudadanía desea que el parque mantenga un orden y se preserve por los próximos años. Por eso insta a sus vecinos a ayudar con la limpieza y el mantenimiento del lugar. Al Municipio le pide que colabore para los arreglos de infraestructura, y a la Policía que regrese al puesto, pues eso brindaría tranquilidad a todos.
‘‘Lo que más me gusta de aquí es que tengo variedad de comercios y espacios para hacer de todo, pero por miedo a la delincuencia ya no se disfruta estar afuera comiendo, jugando o simplemente conversando’’, comentó Doménica Figueroa, residente del barrio.