Hasta los pollos se ahogaron en la inundación de El Tigre
La Prefectura asegura trabajar en prevención. Familias afectadas dicen que no es la primera vez. Hay preocupación por las pérdidas materiales
A las tormentas de la tarde y noche del domingo, fuertes y estruendosas contra el techo de zinc de las viviendas del caserío El Tigre, en Cerecita, les siguieron de un momento a otro, como a las 21:00 del domingo pasado, la bulla de los pollos alborotados, los gritos de los vecinos y esa ola café que bañaba la sala de cada hogar con lodo y agua del río La Camarona.
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Leer másLa inundación fue la primera del 2021, pero no la única sufrida por una veintena de familias, de un total de 45 que viven allí, en el kilómetro 53 de la vía a la costa. Esto de quedar bajo el agua es cuento viejo.
Así lo asegura Marilú Quiroz, quien la mañana de ayer contó a Diario EXPRESO cómo alzó los colchones, sacó los muebles, intentó salvar el refrigerador y mandó a los cinco niños que viven con ella al domicilio de una de sus hijas, porque allí, como estaba la casa, podían ahogarse, “como casi se ahogan otros tres niños, hijos de un vecino de a la vuelta”.
Una de sus hijas, Miriam Parrales, vio todo. “Habían llegado los bomberos, pero supuestamente no sabían nadar. Entre todos ayudamos a salir a los niños, uno de 8, otro de 5 y una de 2 añitos. Por suerte, nadie murió. La corriente estaba fuerte”, narró.
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Leer másParrales está harta de lo que allí han vivido. “Al menos una o dos veces cada dos años nos pasa. El barrio se convierte en laguna. Y todo porque no existe prevención. Esperan que estemos inundados para venir. La Camarona nos afecta y debe dragarse inmediatamente”, pidió esta moradora.
El agua subió tanto, que alcanzó una altura de hasta 70 centímetros. De allí que Miriam Ramos, otra de las personas afectadas, recuerde ese momento como un filme de terror.
#ALERTA | Cerecita, bajo el agua por río desbordado. El afluente La Camarona, del kilómetro 53 de la vía a la Costa, dejó a familias damnificadas. @Blankimonki reporta desde el lugar. pic.twitter.com/s3241nRN7q
— Diario Expreso (@Expresoec) March 15, 2021
Debía elegir. Era la ropa, los útiles escolares, la cocineta o sus hijas. Cuando la correntada entró, no tuvo opción. Vio arrastrar con la corriente sus enseres y los de sus vecinos, mientras salvaguardaba la vida de sus niñas, de 7 y 5 años, y huía de la covacha donde vive desde hace seis meses. “Hasta los pollitos se ahogaron”, contó.
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Leer másPor fuera, mesas, sillas, colchones y demás fueron colocados por las familias junto a la carretera y sobre la ciclovía, a la espera de que baje el agua para volver a sus casas, pues aunque el Municipio dispuso un albergue, decidieron esperar y cuidar sus cosas.
Además de El Tigre, 45 viviendas del recinto San Isidro fueron afectadas, aunque en menor magnitud. Esto es, 132 personas alcanzadas, de acuerdo con Camilo Coronel Tomalá, jefe de la Sala Situacional de la Corporación Para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, que con su equipo tomó nota de las necesidades de las familias perjudicadas por este desbordamiento, generado, además de la lluvia, por una palizada, según explicó.
En el recinto San Isidro, a solo unos minutos de allí, el escenario estaba más calmado. Nadie había sacado sus enseres, pero sí hubo vecinos a cuyas casas entró el agua, confirmó el presidente del lugar, Roberto Ricardo, quien exige, al igual que los moradores de El Tigre, que la Prefectura del Guayas, sobre quien recae la competencia, actúe en prevención y no recién tras una catástrofe.
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Leer más“A los señores de la Prefectura les recuerdo: esta prevención no se hace en época de lluvia, sino en época seca. Tienen la competencia. No nos escuchan. No es un problema nuevo. Ojalá hagan algo”, reclamó.
Al mediodía, la Prefectura asomó con maquinaria para remover material, drenar y desfogar el agua anegada. Una retroexcavadora se activó junto a la carretera para ese fin.
Nicolás Andrade, director de Riego que llegó con el equipo de la Prefectura, negó que no se trabaje en prevención. “Hay altas precipitaciones por la época, en todos lados. Hemos hecho 400 kilómetros de canales. Estamos trabajando lo más aceleradamente posible. Y estamos atendiendo esta emergencia como debe ser. En San Isidro se revisará infraestructura también”, dijo.
Desde hace seis años, Guayaquil (y su zona de influencia) está en el cuarto lugar de la lista de las ciudades más vulnerables a inundaciones.