Los portales y veredas aún son aulas en Monte Sinaí
Los tutores del plan municipal ayudan a elaborar los portafolios. Cada docente tiene a cargo a 22 niños. Padres dicen que hace falta más apoyo
La angustia y temor de que sus hijos pierdan el año lectivo ha disminuido en algunos padres de familia del sector de Monte Sinaí, ubicado en el noroeste de la ciudad.
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Leer másEl apoyo que los escolares reciben desde noviembre pasado por parte de un grupo de tutores (maestros) contratados por la Municipalidad de Guayaquil, les ha permitido continuar con sus estudios y desarrollar las actividades del portafolio (tareas escolares), que es el único mecanismo con el que el Ministerio de Educación evalúa a los estudiantes.
No obstante, los padres aseguran que se necesitan más profesores que colaboren con cientos de niños que, a pocos meses de que concluya el año lectivo en el ciclo Costa, no han podido formar parte del sistema educativo nacional.
Los patios, portales y veredas de las humildes viviendas de caña y madera, con techos de plástico o de zinc oxidado, así como las canchas de tierra y áreas comunales del sector, siguen siendo las aulas improvisadas en donde más de 6.000 niños reciben la ayuda para no perder el año lectivo.
En la cooperativa Realidad de Dios, Yariel Morán, de 10 años, mantiene su mirada atenta a las instrucciones que le imparte Cecibel Vera. Ella es parte del equipo de 300 tutores del plan municipal ‘Educando en el camino’. De lunes a jueves llega a este lugar, luego de viajar en transporte público durante dos horas. Vive en el Guasmo Norte y tiene 25 años en la labor docente.
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Leer másYariel, con la ayuda de su madre, Pilar Mirabá, coloca un banco y una mesa al pie de su casa para de inmediato empezar con la jornada escolar, que dura 45 minutos.
El estudiante está matriculado en una escuela fiscal de la zona, pero su madre cuenta que se le complica desarrollar las tareas que los maestros le envían por WhatsApp, ya que no cuentan con Internet ni equipos tecnológicos para recibir las clases virtuales desde casa, modalidad implementada a causa de la pandemia de COVID-19.
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Leer más“Veo que el niño va avanzando con su trabajo escolar. El apoyo de la tutora le ha servido de mucho. Yo no podía hacerlo, apenas entiendo esas cosas porque no fui a la escuela, pero sí quiero que mi hijo se supere”, manifiesta con algo de alegría esta ama de casa.
Con la ayuda que les están brindando los tutores, los niños están avanzando poco a poco con su portafolio estudiantil. Ellos solos no habrían podido hacerlo.
En esta cooperativa es común observar a los docentes que llegan a pie o en moto hasta las viviendas de los alumnos asignados. En su mayoría son mujeres, a quienes se identifica por su vestimenta: gorra y camiseta blancas, pantalón azul y un chaleco color beis que lleva grabado en la espalda el nombre del programa al que pertenecen.
“Me siento contenta de poder ayudar a estos niños que no tienen cómo estudiar y se van quedando a mitad de año”, expresa la maestra Vera, quien tiene a su cargo 22 alumnos de diferentes niveles.
Tengo tres nietos que se han beneficiado con esta ayuda. A veces ellos tienen que ir a la cancha de tierra y otras veces son los docentes los que vienen a la casa a apoyarlos.
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Leer másEn una cancha de tierra, debajo de dos árboles de acacias, en el mismo lugar donde la joven de 16 años Dennise Toala inició esta tarea de apoyo escolar a los niños del sector, también hay dos tutoras que reciben a los chicos en diferentes horarios.
“Lo hacemos en esta área abierta para evitar la propagación del virus. Aunque algunos padres prefieren que sus hijos reciban las clases en sus casas, por mayor comodidad”, dice Alicia Alcívar, maestra con seis años en la docencia, quien vio en esta tarea la oportunidad de seguir en contacto con los niños luego de haber sido desvinculada del magisterio fiscal, donde prestaba servicio bajo la modalidad de contrato.
Ella es habitante del sector y conoce de cerca las necesidades de la población para estudiar de manera virtual.
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Leer másDependiendo del grado que cursen, los niños colorean o desarrollan ejercicios de matemáticas y lenguaje que están contemplados en el plan de trabajo elaborado por los tutores y que se ciñe al programa de estudio del Ministerio de Educación.
Todas esas tareas son recopiladas, generalmente, en una carpeta a la que los niños llaman portafolio y que deberán presentar para su pase de año.
“Con la ayuda de los tutores, los estudiantes poco a poco están avanzando en su aprendizaje. Desafortunadamente hay muchos que este año no han podido estudiar”, se lamenta Alicia Ochoa, madre de dos menores, quien hace un llamado a las autoridades educativas para que envíe más maestros al sector, pues los 300 que dispuso el Cabildo no son suficientes para la cantidad de escolares que no cuentan con una guía para su aprendizaje.
En el programa participa la organización Desarrollo y Autogestión, que ha trabajado en la zona de Monte Sinaí. La selección de los docentes estuvo a cargo de Humboldt Zentrum.