El potencial de la avenida Barcelona se borra por su estado: hay miedo

El descubrimiento del cuerpo de un hombre fallecido en una de las orillas del estero Salado, cerca del puente Patria en la avenida Barcelona, marcó un oscuro inicio para el año 2025. Este suceso ha generado un ambiente de terror entre los residentes y trabajadores de este sector del suroeste, una zona que, pese a su vitalidad comercial y recreativa, ahora se tiñe por la sombra del miedo.

A pesar de que la avenida Barcelona es un eje que ha ganado dinamismo en el suroeste y alberga establecimientos como restaurantes, empresas y el icónico estadio Monumental, está atravesando, como casi toda la ciudad, un periodo notable de inseguridad.

Durante el día, es habitual observar en las inmediaciones de los manglares, covachas improvisadas, colchones y cartones que, según los moradores, sirven de escondite tanto para delincuentes como para consumidores de drogas.

En la zona del manglar "hay de todo"

Carlos Díaz, un taxista que a diario rueda por allí para ir al norte, afirma que la seguridad ha decaído significativamente. “Ahí abajo hay de todo”, dice preocupado, “por lo que deberían cerrar esa área o convertirla en un malecón, similar al que está al lado de las canchas”.

La preocupación es compartida por algunos comerciantes, deportistas y conductores que frecuentan la área, quienes coinciden en que los recientes eventos violentos han contribuido a que la avenida, por la que también cruza una ciclovía, sea percibida como un lugar de riesgo.

En esta vía aterrizó la regeneración urbana pero, también lo hizo uno de los males más significativos con los que Guayaquil convive: el robo de cables que deja a los sectores en tinieblas, por lo que hay quienes se quejan de tramos oscuros.

“Todavía falta mejorar el tema de iluminación, aunque antes estaba peor, todo esto oscuro por las luminarias dañadas o que se roban, sobre todo porque roban en la zona del estero”, cuenta un joven que le gusta correr con sus compañeros del barrio, desde la Portete hasta el estadio, aunque prefirió el anonimato.

Quien sí se identificó fue Gerardo Macías, un joven que ya está harto de palpar a diario las lamentables escenas que se registran en los parques lineales que se concentran en esta área: menores de edad drogándose y asaltos a lo largo del manglar. Recuerda que el año pasado vivió asaltos en dos ocasiones y esto lo obligó a salir de su vivienda, en la ciudadela La Ferroviaria, situada a escasos metros; con apenas un reloj y ya no con teléfono.

“Los guardias dicen que no pueden hacer nada porque solo están para cuidar las instalaciones, pero aquí se meten niños drogándose… Los pobres guardias no pueden hacer mucho, y es triste. Aquí solo estoy hasta las 8 de la noche y solo con el reloj para ver la hora e irme”, comenta Macías, quien subraya que la avenida debería tener más iluminación, vigilancia y limpieza en la zona del manglar.

EXPRESO también comprobó que muchos de los espacios como parques lineales o acuáticos cierran en el transcurso de las 19:00 o 20:00, por lo que algunos consultados esperan que se redoble la seguridad en estas zonas recreativas para tener más utilidad.

Son más de 5 kilómetros de avenida y la mayoría de los consultados concuerdan que debe ser repotenciada de tal forma que sea ese imán de deportistas que ganó hace unos meses, y destacan que este dinamismo se ha visto reflejado en los negocios de la zona e implementación de señalética. Sin embargo, hay quienes sentencian que esta desalentadora realidad que cruza por algunos tramos, ha obligado a que muchos ya no vengan o corran como lo hacían en el borde del estero o parterre.

Otros, como Luis Cedeño, del suroeste, esperan que la Alcaldía de Aquiles Álvarez enlace todos los parques lineales de la zona en uno solo y sea un malecón completo, pero que no se convierta en la Plaza de la Música.

“¿Ya vio cómo está eso al frente? Todo se llevaron, un proyecto que murió y acá debería ocuparse toda esa zona, se puede, lo de las canchas fue un acierto”, argumenta el recién ingeniero que trota los fines de semana y ha visto una disminución de deportistas por los casos de robos.

El caso de la inseguridad en la Ferroviaria

Cabe recordar que el tema de la delincuencia obligó a que los residentes de la Ferroviaria aplaudan la construcción de un muro metálico sobre el puente El Velero (prolongación de la calle Aguirre y avenida Barcelona) hasta el monumento al Pescador. Esto fue posible luego de que, por años, denunciaban que asaltantes cruzaban el puente e ingresaban a la ciudadela para cometer asaltos de todo tipo.

Ocupación en los puentes de la Barcelona

En el puente de la intersección de las calles Gómez Rendón y de la 17, los moradores también levantan su voz ante una problemática que crece: la acumulación de objetos variados en la parte baja de estas estructuras. Esta situación no solo afecta la estética del área sino que también incrementa la percepción de inseguridad. Reportes indican que bajo el puente se pueden encontrar desde muebles viejos hasta desechos de todo tipo.

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