La potencial metamorfosis bajo los puentes
Arquitectos lanzan las propuestas que se podrían aplicar en estos espacios grises. Plantean desde sitios recreativos, deportivos o quioscos
Los espacios grises en Guayaquil no solo pululan por la carencia de árboles o áreas verdes que se integran con las comunidades. También hay espacios grises que bien pueden dar cabida a zonas de esparcimiento, deportivas, cuerpos de agua o hasta quioscos, pero actualmente son ocupados por indigentes, consumidores de drogas, toneladas de desechos o simplemente no hay nada más que concreto: los bajos de los pasos a desnivel.
Es por esto que, teniendo en cuenta el incendio que se registró en una estructura ubicada en la avenida Pedro Menéndez Gilbert y que caotizó los ingresos de tres cantones del Gran Guayaquil, el pasado 27 de abril, EXPRESO dialoga con arquitectos y urbanistas sobre cuáles son las propuestas que pueden aterrizar en estos lugares. Y hay un amplio abanico de comentarios.
Por ejemplo, Félix Chunga, máster en urbanismo y planificación estratégica, recalca que lo que se debe procurar en estos sitios es que se apunte al uso de los ciudadanos, al menos los fines de semana, cuando el tráfico disminuye. “Podemos transformarlos en espacios públicos vibrantes; así como espacios deportivos, de recreación, quizá las áreas verdes en espacios cubiertos tal vez no sean de tan buen uso porque el mantenimiento es elevado”, explica.
¿Qué pasa con el comercio? El experto profundiza que en estos casos se corre el riesgo de la “acumulación de desechos”, por lo que subraya que la ruta a seguir es que sean aprovechados como espacios para la recreación y el ejercicio.
Sobre esto, el arquitecto Johnny Cóndor opina diferente; él sí aprueba al comercio en los bajos de las estructuras y cita como ejemplo la colocación de quioscos, al tener como referencia que en estos lugares se colocan comerciantes. “En estos sitios, en épocas festivas, se llenan de vendedores, entonces por qué no mantener ese criterio todo el año; pongamos quioscos y que el Municipio sea el que los alquile o venda (estos puestos) y así se le da trabajo a las personas”, argumenta.
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Leer másCóndor también baraja la idea de que se instalen zonas de esparcimiento con el fin que se le “saque provecho” y poder así alejar la mala imagen que actualmente tienen la mayoría de estos territorios. “Tenemos dormitorios de delincuentes, que no es beneficioso para la ciudad, y esperemos que el nuevo alcalde haga prevalecer la calidad turística de Guayaquil, pues hay tantas áreas para sacarle provecho”, remarca.
En tanto, para Angélica Peralta, máster en arquitectura avanzada especializada en innovación tecnológica, considera que crear actividad abajo de las monumentales estructuras es “complicado” por su relación con las vías.
“No me parece viable por la seguridad, quizá, de alguna manera, incorporar algo natural como fuentes de agua, pero el problema está en que son espacios sin mayor movimiento; si esos pozos de agua no los tratan son un punto de proliferación de insectos, humedad... pero habría que analizarlo cómo se integra”, puntualiza la finalista del concurso que EXPRESO llevó a cabo meses atrás para recuperar, a través de propuestas, el centro de la ciudad.
Ella aclara que las grandes ciudades del mundo, como en el caso de Barcelona (España), no tienen este tipo de respuesta vial dentro del área urbana, sino fuera porque, cuenta, se piensa en un funcionamiento vehicular para no tener estas obras grises que “muchas veces no brindan solución y crean un problema como el que sucedió”.
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Leer másPeralta está terminando un doctorado y aprueba que algunos pilares de las estructuras estén revestidos con cerámicas. “Es arte, pero si es bueno para la vista ¿cuál es la seguridad que tendrá el peatón? Si no tenemos una solución ideal habrá que, en lo que hay, tratar de ver estas alternativas, pero no funcionaría mucho el comercio por seguridad”, explica.
Para constatar la realidad en la que se encuentran los bajos de los pasos a desniveles locales, este Diario realizó un recorrido por diferentes sectores y comprobó que en algunos los pilares que los sostienen tienen cerámicas, hay vendedores informales, módulos de comercio, mientras que en otros ni los reflectores de luz sirven (ver subnotas adjuntas).
En torno a estas áreas, el Municipio es el responsable del orden. Lo confirma Jaime Dávalos, director del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (Cuacme), que también revela que ahí en estos se constata la situación de mendicidad. “Y esa es una tarea inherente al Ministerio de Inclusión Económica y Social”.
Al consultarle sobre los módulos de la bahía, en la calle Eloy Alfaro, Dávalos sentencia que es un peligro en caso de que ocurra un terremoto. “Si de mí dependiera, sacaría de inmediato eso”, concluye.
Distintos usos en los puentes de Guayaquil
- Comercio
Bajo el paso a desnivel que cruza por la calle Eloy Alfaro, en el centro, se encuentran decenas de módulos de la popular bahía. Ahí cuentan con iluminación y se venden todo tipo de productos, sobre todo aparatos tecnológicos y zapatos.
- Murales
Las bases de las estructuras que se encuentran en la avenida 25 de Julio, frente al centro comercial Mall del Sur, así como en la Carlos Julio Arosemena, se encuentran revestidas de cerámicas. Pero algunos reflectores de luz no funcionan.
Distintos usos en los puentes de el mundo
- Corredores en Argentina
En el portal del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo y en el Observatorio Metropolitano de Buenos Aires, Argentina, se han publicado proyectos y propuestas en torno a esta situación. En la página se subraya que dentro de las áreas se debe apuntar a la creación de corredores verdes, peatonales y ciclovías o bicisendas.
- Plazas en México
En la Ciudad de México han dado espacio a plazas públicas en los bajos de la estructura. Por ejemplo, en el portal web de Parques de México se presenta esta imagen que obedece a un programa de conversión conformadas por plazas, cafeterías y juegos. También cita a huertas, parques, piscinas, bibliotecas, obras de arte y cines al aire libre.