Pradera 2 intenta resurgir, a la espera de atención municipal
La inseguridad y calles en mal estado son algunos problemas que afectan al barrio. Los miembros del comité barrial emprenden acciones, pero no alcanza
Que los ciudadanos deben involucrarse más en el cuidado de sus barrios, expresa Karina Murgueitio, quien vive desde hace más de 45 años en la sureña ciudadela Pradera 2.
La unión de los vecinos en este sector ha sido esencial para que la inseguridad no los termine absorbiendo, comenta. Caminando por el polideportivo de la zona, Murgueitio se encuentra con Abdón Cabrera y Lucía Andrade, líderes comunitarios, con quienes habla sobre los problemas que ha vivido este barrio en los últimos años.
Ellos les han hecho frente a ese y otros inconvenientes, como el mal uso de los espacios públicos recreativos. Por supuesto, sus acciones se dan en la medida de sus posibilidades como ciudadanos. Porque, indudablemente, la asistencia municipal y de la Policía debe primar en este sector del sur porteño.
Las vías están totalmente destrozadas. El vehículo de mi familia sufrió hace poco un daño terrible, lo llevamos al taller y nos dijeron que era por el tema de los baches.
Desde hace tres meses Cabrera lidera el comité promejoras de dicho polideportivo, que agrupa varias manzanas.
El ciudadano muestra las cartas que ha enviado al Municipio para pedir atención urgente de sus peticiones. Si bien el Cabildo ha aportado en las últimas semanas en tareas como la poda de árboles y la iluminación de calles, aún queda bastante por hacer.
Al ingresar a este barrio se evidencian enormes baches sobre la calle 47 S-E. El problema no es reciente, como ha publicado EXPRESO a lo largo de varios años. “Tenemos ya casi unos cinco o seis años que en Pradera 2 tenemos las calles dañadas, partidas, a veces se dañan los carros”, lamenta Cabrera.
Murgueitio ha sido perjudicada por las vías en mal estado, pues su carro sufrió averías. “Están totalmente dañadas (las vías). Es que esto no es cuestión de venir y hacer un bacheo, las vías necesitan ser refaccionadas en su totalidad. El hormigón ya cumplió su tiempo de vida útil y ahorita ya estamos pasando más allá de la fatiga del material. Tiene que ser retirado y nuevamente conformada la vía, fundida de nuevo”, considera ella.
Otro problema en el sitio es el paso de tráileres por calles que no fueron diseñadas para soportar su peso. Estos vehículos pesados transitan desde y hacia bodegas de empresas instaladas en esta ciudadela. La problemática se extiende hasta las calles de Pradera 3.
Tenemos una cancha de tierra. Lo que queremos es que nos ayude el Municipio con una cancha sintética (de césped) para que la juventud participe en el deporte y se aleje de las drogas.
“Ese tráfico también hace que a veces se nos dificulte el cruce de las vías. Necesitamos dos líneas de semáforo. Es difícil cruzar la calle, existen muchísimas personas mayores aquí y eso les resta movilidad”, dice Murgueitio.
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La Pradera 2 no está exenta de sufrir problemas por inseguridad. A través de la autogestión, el comité ha podido adquirir una alarma comunitaria. En algunas peatonales, los vecinos han instalado cerramientos.
Cabrera se queja de que la acción policial es deficiente, pues muchas veces los uniformados no intervienen ante problemas suscitados en la zona por regirse a un determinado subcircuito.
Mediante misivas han solicitado rondas en horarios con menor asistencia de personas al polideportivo, que son aprovechados por sujetos para consumir drogas.
Lucía Andrade es vicepresidenta del comité. Denuncia que varias tricimotos transitan por calles cercanas y, en algunos casos, se han registrado robos cometidos por quienes las conducen. “No podemos estar tranquilos porque hay personas que vienen en motos y se acercan en horas pico, y estos señores vienen a arranchar carteras o vienen a amenazar con armas, cuchillos”, denuncia Andrade.
No podemos estar tranquilos porque hay personas que vienen en motos y se acercan en horas pico a arranchar carteras, o vienen a amenazar con pistola, cuchillos.
Jenny Pérez forma parte del comité. Solicita al Municipio que reorganice a los vendedores de frutas y legumbres que se instalan sobre la calle que colinda con el polideportivo los días miércoles y domingos. “Estoy pidiendo que sean un poquito más organizados con la limpieza, con el aseo y que tengan algo que los identifique como trabajadores de la feria libre”.
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Generar una mejor convivencia entre vecinos y mayor seguridad en el uso de espacios públicos son algunos de los objetivos que se han planteado. Ellos desean que su ciudadela resurja y trabajan para ello, pero saben que es primordial el aporte de las autoridades.
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