
Guayaquil: El primer bosque nativo urbano crece con maleza
Hay dos bosques introducidos. La ciudadanía pide que se realice el desbroce. Académicos sugieren que se involucre a moradores
Quienes viven en las cercanías del redondel de Sauces 6, ubicado en el norte de Guayaquil, se alegraron en abril de 2024, con la recreación del primer bosque urbano nativo dentro de un gran punto de hormigón de la ciudad. Sin embargo, once meses después, este luce con maleza.
Julio Guamaní aprovechó que el redondel estaba abierto para recrearse junto con su pareja y sus dos hijos. También que el cielo había aclarado luego de una llovizna que cayó en la ciudad. El calor, como siempre, azotaba la urbe porteña. Guamaní buscaba un sitio fresco, pero el ver cómo el monte había crecido sin que esta zona sea intervenida lo llenó de tristeza.
Así como él, Carla Alvarado, quien transita usualmente por el sitio, expresó que el bosque ha sido descuidado. “Ya no se lo puede apreciar desde afuera. Hasta se observan unas plantas arrimadas al ceibo”.
“Yo vine al comienzo de la obra y todo estaba bien, pero ahora hay mucha maleza”, manifestó Guamaní. Ambos moradores esperan que el Municipio de Guayaquil pronto le dé mantenimiento a esta zona y no la descuide por el invierno.
Desde afuera del redondel se puede apreciar cómo el monte se está saliendo de las rejas. Y dentro del sitio, los senderos están siendo tomados por la maleza, tapando las plantas nativas.
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Sara Guerrero
¿Qué acciones se debieran tomar?
Para Félix Chunga, experto en planificación urbana y espacio público, y director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, el Cabildo porteño debería involucrar a la comunidad para que todo el peso no recaiga en las áreas administrativas. Por ello sugiere que se empodere a sus habitantes para que ellos puedan cuidar de esos espacios verdes.
Para ello, Sara Guerrero, directora académica de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, recomienda generar un plan de mantenimiento adecuado. Además, subraya que se debe tener en cuenta que es un bosque introducido, por lo que también se debe considerar que la lluvia hace que crezca la vegetación, por lo que esta debe ser controlada a la escala en la que el bosque urbano ha sido diseñado.
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Andrea Fiallos
¿Por qué se ha dejado crecer el monte?
Ante esto, Andrea Fiallos, presidenta de Fundación La Iguana, tiene al bosque en monitoreo, ya que por la época invernal en los bordes, donde están las rejas, están creciendo el monte y la maleza introducida. Lo que la agrupación busca es observar “qué tan rápido crece el monte y qué tanto lo puede controlar la vegetación nativa”.
Esto porque las raíces de las plantas nativas no deberían permitir la aparición de la maleza. Añade que en esas zonas es donde menos plantas hay.
Dentro del bosque, Fiallos indica que se está haciendo la poda de la vegetación rastrera, porque ha salido a las camineras.
¿Qué otras consideraciones se deben tener en este sitio?
Por otro lado, la docente Guerrero recomienda que se clasifique la vegetación nativa que se tiene y que ha sido colocada en el redondel. De esta forma, quien realice el mantenimiento sabrá si esa planta es parte o no de lo diseñado.
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Y aunque es bueno que en un inicio se controle el acceso a esta obra para mantenerla en buen estado, Chunga menciona que es necesario que se establezca también un plan que permita que la comunidad se apropie de este espacio verde.
Ante ello, Guerrero recomienda que se coloque una buena iluminación para que las personas usen este espacio.
¿Cuándo administrará el Municipio de Guayaquil este bosque nativo introducido?
Fiallos afirma que esta obra será entregada el próximo año al Municipio. Las rejas las colocaron para que las plantas se desarrollen sin el peligro de las especies invasoras, como los perros, pero después serán retiradas. Por otro lado, afirma que no han tenido afectaciones de plagas.
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Y sobre la vegetación que crece sobre la explanada del monumento, dice que de eso debe hacerse cargo el Cabildo porteño.
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