A la protección del Salado le falta una agenda integral
Los operativos son una arista de las acciones que se recomiendan para luchar contra las invasiones. Mejorar entornos de forma sustentable, en la lista
El fenómeno que ocurre actualmente en las orillas del estero Salado, que nuevamente recibe invasiones luego de años de que miles de familias fueron desalojadas, durante el correato, deviene de la escasa planificación integral en la recuperación ambiental de ese brazo de mar.
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Leer másAsí lo señalan ambientalistas, urbanistas y catedráticos que este Diario consultó, a propósito de buscar una solución y prevenir de forma eficaz los asentamientos humanos que amenazan, otra vez, ese sector del Salado.
EXPRESO expuso que en la zona, a la altura de la calle 40 y la T, hay relleno para urbanizar, montañas de tierra, material de construcción y otros elementos, como covachas. Al respecto, la Secretaría Técnica de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares está al tanto y ha prometido una intervención los próximos días.
Antes de la pandemia, las orillas de al menos cinco tramos del cronograma de reubicación, trazado por anterior Gobierno, estaban limpias. Ahora, eso ha cambiado.
— Diario Expreso (@Expresoec) November 15, 2020
Pese a que la jefa de esa entidad, Evelyn Montalván, asegura que ya hubo una reunión interinstitucional, para programar los nuevos desalojos, Juan José Jaramillo, urbanista y catedrático de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, considera que existen limitaciones para esa entidad en materia de control. Y que hará falta mucho más que un operativo. Él, apunta, más bien, a la planificación integral de la prevención.
Como exfuncionario del Miduvi conoce que en la secretaría existe 50 % menos de personal técnico, “y para llevar un seguimiento a los asentamientos del estero, hay limitaciones logísticas, por eso recomienda fortalecer esta cartera de Estado en recursos humanos.
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Leer másUn punto a favor en el tema, explica, es que ahora mismo se evalúa una unidad de asentamientos informales desde el Municipio. “Eso ayudará en el tema; pero también se deberán crear políticas públicas para una planificación integral”.
Esto es, continúa, que se considere la reubicación de las familias lo más cercano a su entorno posible y no solo se las desaloje, “como pasó hace años, que movieron a unas 3.000 familias de extremo a extremo, modificando su lugar de trabajo, hábitat y entorno, y causando como consecuencia los problemas que conocemos de Socio Vivienda 2, que no cumplía -y no cumple- con todas las características de un hábitat saludable”.
“Ese es uno de los motivos por los que muchos prefieran regresar a la incertidumbre, a la amenaza de la inundación y al desalojo de las orillas del Salado”, precisa el experto.
El @Ambiente_Ec está abandonado por el gobierno de @Lenin o, mejor dicho, se lo entrega al amiguis de turno con instrucciones de concesionarlo todo mientras le encuentra otro puestito...
— Bernardo Gortaire A. (@ber_gor) November 6, 2020
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El arquitecto Óscar Valero coincide con Jaramillo. “Parte de la reincidencia en temas de vivienda informal se debe a que las entidades encargadas de la proposición de planes de vivienda ignoran al público al que va dirigido. Generalizan necesidades, crean espacios económicamente convenientes para ellos y no funcionales ni basados en la economía que viven sus usuarios”.
Los proyectos para recuperar nuevamente el estero deben ser integrales y considerar la reubicación de las familias lo más cercano a su entorno posible.
El biólogo y experto en manglar Bruno Yánez cree que lo que hace falta es una intervención integral - e interinstitucional- de las autoridades, cada una en su competencia.
Ahora mismo, critica, no hay coordinación. No hay control. No hay ni siquiera una base estadística que permita dimensionar los problemas existentes en el Salado. “Debería formarse una mesa técnica y designar un coordinador, porque Ambiente hoy tiene problemas internos, por las recientes modificaciones de recorte estatal, que han atrasado una serie de procesos”.
Debe haber un trabajo integral e interinstitucional para frenar esto. Los desechos biológicos y tóxicos son los principales contaminantes del estero Salado.
Millones de dólares se invirtieron en el Proyecto Guayaquil Ecológico, que buscó la recuperación y buen manejo de la Reserva de Producción Faunística Manglares El Salado, que ostenta una extensión de 9.747,8 hectáreas, hoy están afectadas por invasiones, tala de manglar, contaminación industrial y demás problemas a lo largo de varios tramos. Algunos, incluso, perjudican a las comunas.