Puerto Seymour incentiva a los vecinos de vía a la costa a continuar reciclando
Desde hace tres años, la ciudadela ha reciclado casi dos toneladas en botellas plásticas
La iniciativa que inició hace tres años, advierten hoy los habitantes de la ciudadela, ha dejado gratos resultados. En la ciudadela Puerto Seymour, ubicada en vía a la costa, un proyecto de reciclaje, a la fecha, les ha permitido reciclar casi dos toneladas en botellas plásticas. "Son 1.938 kilos. Tenemos 3 receptores, símbolo universal de reciclaje que han sido colocados en lugares estratégicos", señaló en su cuenta oficial de Twitter, Guillermo Ayala, quien fue presidente del comité de vecinos de esa ciudadela y es el actual presidente de la Federación de Urbanizaciones de vía a la costa.
#PlasticFreeJuly, el desafío global para salvar el medio ambiente
Leer másNuestra Urb. en 3 años recicló 1.938 Kg de botellas plásticas, casi 2 Toneladas.
— Guillermo Ayala (@GAP571) July 5, 2020
Tenemos 3 receptores ♻️ ubicados en lugares estratégicos. Conocemos que varias Urbs. de @UrbFed realizan esta importante contribución con el ambiente. RECICLAR NO ES UNA OPCIÓN ES NUESTRA OBLIGACIÓN pic.twitter.com/fdVLCOOhi0
Según publicó años atrás EXPRESO, fue el tesorero de ese entonces, Marco Sáenz, quien en el 2016 planteó instalar una gran botella de rejillas metálicas en la entrada del vecindario. El objetivo era utilizarla como contenedor. A Ayala le entusiasmó la idea de lanzar un proyecto de reciclaje para que las 206 familias que la integran, pudieran depositar allí sus envases de plástico y vidrio.
La campaña contó con el apoyo de la comunidad, "sobre todo de los más pequeños". Y a principios de noviembre de ese año, los moradores llenaron el botellón por primera vez con 20 kilos de desechos. "Somos conscientes del tremendo daño que ocasiona el plástico. Por eso queremos recoger diez kilos por semana -media tonelada al año-" apunta Ayala, quien hoy reconoce que superaron sus propias expectativas.
A raíz de la publicación que hizo en sus redes sociales, decenas de vecinos de otros complejos habitacionales del sector e incluso de otros barrios de la ciudad, se han hecho presentes para aplaudir la gestión y barajar la opción de replicarla.
Una muestra basada en plástico diluido
Leer más"Reciclar no es una opción, es nuestra obligación", dice Ayala en su tuit. Carlos Sabando, habitante de Sauces 6, lo corrobora."Todos deberíamos optar por tener proyectos de este tipo en los vecindarios. Si no empezamos nosotros por reciclar, jamás habrá orden. Con eso evitaríamos que los chamberos escarben entre la basura. Si queremos ayudarlos podríamos dárselas, pero de forma ordenada. La idea es buena. Ojalá y todos los comités vecinales la tomen en cuenta", piensa.
En Puerto Seymour es el personal de mantenimiento de la urbanización, quien se encarga de retirar el contenido de los recipientes cada 15 días o un mes. Una vez vacío y limpios estos, las familias vuelven a depositar el plástico.
Para Gustavo León, usuario de Twitter, sería idóneo que este tipo de gestiones sean articuladas a través del Municipio para masificar esta práctica. "Es posible que en algunos barrios, no cuenten con los recursos para armar un buen recipiente. Es allí donde el Cabildo debería entrar, y si no son ellos, pues la empresa privada. No creo que nadie se oponga. Hoy estas ideas son fantásticas. Más aún porque el mismo barrio podría venderlas a las empresas que necesitan de este material y lo recaudado, invertirlo en su comunidad", agregó Samuel Vásquez, habitante de la ciudadela Los Ángeles, en vía a la costa.
Siempre he pensado que en Guayaquil, todos los barrios deberían tener contenedores visualmente bonitos que permitan hacer las dos cosas: reciclar y mejorar el entorno. Si la gente se opone o lo ha hecho antes, es porque los recipentes que te quieren poner son grotescos. De ser amigables, todos los vecindarios optarían por tenerlos. A mi me gustaría, por ejemplo.
El fortín de Punta de Piedra está indefenso ante el olvido
Leer másAyala, quien como presidente de la Federación hace un llamado a que todas las ciudadelas del entorno se sumen a la iniciativa, el hecho de reciclar les ha generado una serie de beneficios.
"Como comunidad, tenemos esa grata sensación de hacer algo de provecho por la ciudad y contribuir con el ambiente. Económicamente significa muy poco, pero lo que obtenemos por lo recolectado, nos sirve para cubrir, por ejemplo, otro proyecto que se implementó que es el de dispensadores de fundas, para que los dueños de mascotas recojan los desechos de sus perritos". Hay frutos, manifiesta.