Puná, estancada en un sismo que ocurrió hace 5 meses
La ayuda prometida a las zonas afectadas por un temblor jamás llegó. Están con casas afectadas y daños que se han agravado
Caminar por Campo Alegre (comunidad de la isla Puná, en el Golfo de Guayaquil) es como divisar un campo de guerra, pero no solo por el mal estado de sus calles y por el polvo que se levanta cada vez que un carro pasa por las tierrosas vías internas, sino también por los fierros retorcidos, las casas destrozadas y los rostros de desolación de sus habitantes.
Un mes después del sismo, Puná sigue en escombros y en espera
Leer másEste terrible escenario se contrasta completamente con la amabilidad que brindan los habitantes a sus visitantes. “¿Quiere un jugo de naranja?, venga que le voy a contar todo lo que vivimos aquí. Esta situación es desastrosa”, relata Mélida Gonzabay, la adulta mayor que reconoce al equipo de EXPRESO que días atrás visitó su vivienda y otras tantas que hace cinco meses, como relató entonces este Diario, fueron afectadas por un sismo de 6,5 grados.
En esta ocasión, lo que se pudo confirmar es que el panorama es peor al anterior; y que la ayuda entonces prometida jamás llegó. “Se burlaron en nuestra cara”, coincide la comunidad.
A mí me ofrecieron una vivienda nueva, pero no ha ocurrido nada. Cada vez la casa está dañándose más.
“Cuando fue el sismo (18 de marzo) la casa perdió seis paredes, pero con el tiempo se han perdido otras tres más y el techo, prácticamente nos quedamos solo con el suelo y los pilares”, relató en un tono entristecido Gonzabay, que se indigna cuando se le consulta sobre qué tipo de ayuda ha recibido por parte de las autoridades.
Sismo en Ecuador: las historias del momento en que la desgracia llegó a Puná
Leer más“¡Ja!, Nos prometieron de todo y no nos han dado nada, nos engañaron como a niños. Cuando fue el sismo vinieron, revisaron y nos prometieron que a algunos de nosotros, a los más afectados, nos darían una vivienda porque la nuestra estaba destruida. Mire mi casa, no han hecho nada”, agregó molesta la ciudadana, que se gana la vida vendiendo jugos y chifles en el portal de su casa.
Según datos oficiales del centro de información de Campo Alegre, fueron 35 las viviendas afectadas por el sismo, sin embargo son 3 los casos más críticos al que se le habría ofrecido nuevas viviendas, como el caso de Mélida.
EXPRESO consultó con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), por qué no ha llegado la ayuda ofrecida, si tiene planificada alguna otra acción para la comunidad; y qué tipo de soporte otorgarán al resto de familias que, aunque no en su totalidad, tienen evidentes daños en sus hogares, a causa de lo mismo, pero la respuesta no llegó.
¿Por qué está temblando tanto Ecuador?
Leer másMiguel Palma, exvicepresidente de la comuna, comentó que luego del sismo recibieron promesas, pero ninguna se ha materializado. “Dijeron que de las más de 30 casas afectadas, tres serán reconstruidas completamente y mientras esto ocurría se les daría un bono de $ 225 mensuales a los afectados para que alquilen en otro lado, mientras que las viviendas que tienen daños menores serían reparadas, pero nada se cumplió”, señaló.
Pese a la ausencia de las autoridades, fundaciones han colaborado para aplacar un poco la situación. “La fundación Cárita nos ayudó con $ 300 a algunas familias que hemos sufrido muchos daños”, comentó Daniel Gonzabay, otro de los damnificados.
No han puesto ni medio ladrillo de todo lo que dijeron y sentimos que cada vez el panorama se pone peor.
“La primera condición para ser parte del proyecto es que sean familias que hayan sufrido daños estructurales en sus viviendas y que se encuentren en situación de vulnerabilidad (personas de la tercera edad, discapacitados, madres solteras, hogares con muchos niños) y que sus ingresos económicos mensuales sean menores a $100”, explicó Isabel Almeida, coordinadora técnica de Cáritas Guayaquil.
Damnificados de la isla Puná reciben ayuda de Cáritas Guayaquil
Leer másSon varias familias las que se encuentran afectadas en Campo Alegre. “Mi daño fue un poco menor, pero poco a poco y con la ayuda de esta fundación hemos colocado planchitas de playwood para que no entre agua a la casa”, comenta Wilmer Santana, mientras que la familia Chalén confiesa que con préstamos han podido colocar unas planchas de zinc como techo, pero que la mayoría de daños se mantienen y el miedo todavía está latente. Más aún si El Niño realmente toca tierra ecuatoriana.
Los moradores de Puná hacen un nuevo llamado a las autoridades y piden ser atendidos, ya que las condiciones en las que viven son deplorables. “No nos han ayudado ni con medio ladrillo y cada vez el panorama se pone peor. Que las autoridades vengan acá, exijo eso con urgencia”, dijo Alexis Lino, presidente de Campo Alegre.