El punk vive en Guayaquil
El aniversario de la Unión Punk demostró que la ciudad abraza el legado del género como su himno eterno. Los acordes disruptivos siguen en el tiempo
Empezada la década de los ochenta en el mundo se empezó a dispersar una nueva tendencia musical entre los jóvenes. Grupos como Sex Pistols, en Inglaterra, y The Ramones, en Estados Unidos, marcaron precedentes de una cultura inexplorada. Los punks rechazaban la exquisitez de los instrumentos típicos del rock y los reemplazaron con estruendosas guitarras y notas desafinadas. Era parte de su esencia.
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Leer másEn Ecuador, los chicos que gozaban de mejor estatus social viajaban y traían en cintas caseras y casetes ‘la música de afuera’. Poco a poco se fue consolidando entre telones una subcultura que se convertiría no solo en una de las expresiones artísticas y culturales más activas del país, sino en la casa a la que regresan cientos de jóvenes que la vieron germinar. En Guayaquil esa cultura sigue viva.
La Unión Punk, el movimiento musical que acogió a las bandas más relevantes de la escena, celebró junto a cientos de asistentes, llegados desde distintas ciudades del país, su cuarto de siglo de rebelión musical. El encuentro, como lo publicó este Diario, fue en una plaza de entretenimiento de la avenida Carlos Julio Arosemena, que se repletó de gente y buena música, que hizo eco en las calles aledañas.
#GUAYAQUIL | Los fanáticos de Unión Punk disfrutaron de una noche de punk en vivo. Tras 25 años, los chicos con ‘espíritu del 98’ han conservado a través de los años su esencia rebelde, subversiva y demandante.
— Diario Expreso (@Expresoec) June 18, 2023
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EXPRESO consultó con distintas fuentes del ‘gremio’ para esclarecer la situación de este movimiento artístico y cultural en la actualidad, que algunos juzgaban equivocadamente como obsoleto. Y es que al punk se lo sigue escuchando tanto o más que antes, advierten los integrantes y nuevos aficionados.
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Leer másOrlando Aníbal Ambruzzini, más conocido en la calle como Prema, fue el fundador de Descontrolados, considerada la primera banda punk del Puerto Principal y el Ecuador.
El músico, de nacionalidad argentina y del que poco se conoce, se ganó un espacio en la subcultura de la ciudad puerto por su estilo extravagante y disruptivo, que impactaba a los jóvenes ochenteros. Y aunque su paso por la música fue corto (fue asesinado en misteriosas circunstancias), sentó en aquella época las bases de lo que ahora conocemos como punk.
“Su forma de vestir, su estilo al cantar y su forma de moverse (según los pocos videos que existen de cuando estuvo vivo) han influenciado directa e indirectamente en agrupaciones con trayectoria, como Mamá Vudú, GOE, Ultratumba, Vírgenes Violadoras, y hasta en la nueva leva de propuestas guayaquileñas de punk, como Las Chepas, Callejón Zaruma, J Calavera y otros”, expone Daniel Merchán, director ejecutivo de Diamante Agencia Artística del Ecuador y exmiembro de la agrupación de punk rock ALF.
Descontrolados es una gran influencia en las bandas más populares de la escena. Prema es una figura mística, subestimada en todo el ecosistema musical a nivel nacional.
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Leer másLa escena siempre perteneció a espacios alternativos. Se organizaban tocadas en pequeños bares y casas del norte de la ciudad, específicamente Urdesa, referente indudable de esta gesta artística. Sin embargo, el punk a mediados de los noventa sonaba en todo Guayaquil. Desde barrios sureños como La Saiba o Acacias, hasta Bellavista, Puerto Azul y la vía a la costa.
Hoy el punk suena en bares y centros nocturnos. Dos de los más representativos son Kruger Rock Bar y Diva Nicotina, ubicados en el corazón de Guayaquil. De la misma manera, también alcanza salas de conciertos, festivales locales y fiestas organizadas.
La tendencia de esta tribu fue formar un movimiento independiente y con solvencia, en el que la filosofía ‘hazlo tú mismo’ predominara.
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Leer más“Iba a conciertos de la Unión Punk y veía todo lo que ellos hacían. No solo trabajaban en producción sino también en comunicación. En ese entonces no había redes sociales. Lo que hacían era promocionarse a través de afiches y volantes hechos por ellos mismos, que luego iban a dejar a varios colegios”, recuerda Roberto Morla, integrante de la banda 69 Segundos.
El punk fue siempre la alternativa de los ‘inadaptados’, como ellos se denominan, para encontrar amigos en medio de un mar de gente diversa.
Pese a la falta de apoyo de grandes industrias, las bandas han encontrado su respaldo en una base de seguidores leales y en el floreciente apoyo de la comunidad musical local, que cada semana se reúne para ser testigo de esos riffs de guitarras que son afilados y revoltosos. Auténticos, para describirlos en pocas palabras.
Callejón Zaruma forma parte del repertorio de la nueva generación del punk guayaquileño.
Jack Paul, vocalista del cuarteto, afirma que es a través de la colaboración entre bandas y la creación de redes de apoyo mutuo que la escena punk en Guayaquil está experimentando una transformación significativa.
No hay apoyo de industrias, pero sí del público. Con una visión clara de hacia dónde quieres llegar y por qué, funciona. Tener una banda de punk es estar repleto de actitud.
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Leer más“Ahora está evolucionando, creciendo realmente. Siento que con toda la modernidad, cualquier persona puede conectar y hacer que se mantenga vigente entre las nuevas generaciones”.
“Hay una oleada. Por ejemplo el hardcore está teniendo acogida a nivel de masas y grupos musicales. El caso de Guayaquil es un poquito más particular porque se trata de una sociedad más pequeña que se rige bastante por modas”, concluye Nikolai Forero, baterista de la agrupación In Wait y miembro de la Unión Punk desde sus inicios.