El sentir ciudadano alerta que Aquiles Álvarez no va por buen camino
Una encuesta de Ipsos revela que el 40 % de los ciudadanos desaprueba la gestión de Aquiles Álvarez. Sienten desconfianza
Si hay un sentimiento que comparten los guayaquileños y los quiteños es el de insatisfacción. Aun cuando están separados por 425 kilómetros, coinciden en que el futuro de sus ciudades va por mal camino y que la gestión de sus alcaldes deja mucho que desear. De hecho, el 40 % la desaprueba, según reflejan los resultados de la encuesta que la multinacional de investigación de mercados y consultoría Ipsos hizo en las dos ciudades con el fin de saber precisamente si los votantes aprueban o desaprueban el desempeño de Aquiles Álvarez, en el Puerto Principal, y de Pabel Muñoz, en la capital.
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Leer másQue la imagen de ambos está de pique, y que su desinterés por resolver los problemas cotidianos que agobian a las familias se ve reflejado en la falta de obras y de proyectos que pongan fin a las quejas, alegan.
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Adrián Maridueña es guayaquileño, pero vive 15 días al mes en la capital por su trabajo, y en ambos sitios se siente “estafado”.
“El tráfico me consume. En Quito y Guayaquil paso más tiempo sentado en mi carro que en mi oficina o la sala de mi casa, porque paso horas atascado en las vías. Quito es una ciudad hermosa, pero tiene graves problemas: los embotellamientos, los deslaves, la falta de servicios, la inseguridad... Sé todo esto porque además en la capital desde siempre han vivido mis padres. Sin embargo, por ser esta una ciudad de paso para mí, me concentraré en mi querida Guayaquil, que está sin rumbo. Guayaquil ha retrocedido y los pocos espacios turísticos y familiares que tenía los va perdiendo. El alcalde puede decir que hace obras, que lucha por su gente, pero la realidad es otra”, alerta.
El trabajo del alcalde no se ve. Los mismos concejales aprueban y aprueban, pero no proponen proyectos e ideas para mejorar la ciudad.
Maridueña, ingeniero civil de 45 años y catedrático, lamenta ver todavía en este siglo calles con huecos, oscuras y con maleza; veredas que cierran su paso a las personas con dificultades para movilizarse y al adulto mayor; parques y barrios sin sombra ni espacios para recrearse y suciedad.
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“En el estero Salado, los barrios, los parques, en pleno centro y los mercados hay basura regada y ‘rodando’ por los aires. Esto me parece inconcebible. Nos confirma que estamos mal. Pésimo. No entiendo por qué no podemos dar cabida al cambio. Cuenca lo hizo, en el Centro Histórico no ves ni un solo papel en las veredas ni tachos rebosados. La mendicidad es prácticamente nula. En Guayaquil, en plena 9 de Octubre o calles principales, los limpiaparabrisas o mendigos te exigen un peaje en cada cuadra. Somos el reflejo de lo que está mal. No estoy de acuerdo en la forma en la que se administra a Guayaquil”, sentencia.
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Y como él piensan muchos. Y es que del 100 % de personas consultadas por Ipsos, el 40 % confirmó que desaprueba la gestión del primer edil; y un 33 % dijo que la aprueba. El porcentaje restante no contestó, lo que a juicio del sociólogo Roberto Jaramillo tiene dos lecturas: que el ciudadano no está conforme con lo que tiene, pero tampoco harto aún y está dispuesto a dar un tiempo más para ser testigo del cambio; o por el contrario está no solo harto sino que ya indiferente a lo que pasa.
El Guayaquil del futuro debe mirar hacia arriba
Leer más“Este último sentir, que cada vez lo veo más a nivel nacional, es el preocupante. Tras el hartazgo llega la apatía; y con ello el desinterés de ser un buen ciudadano. Sientes que si la ciudad o tus autoridades no te dan lo que mereces, pues entonces tampoco haces nada por la sociedad, y todo esto juega en contra del desarrollo de la ciudad”, explica.
Para el activista social, Fernando Alburquerque, la desaprobación hacia la gestión municipal refleja varios problemas subyacentes que urgen de atención. “La comunicación es deficiente, la ejecución de obras es lenta, el centro no tiene vida, está muerto; y no hay seguridad. Frente a ello, es vital que la Alcaldía implemente estrategias de seguridad integrales y visibles, fortaleciendo la presencia policial, mejorando la infraestructura y fomentando la cooperación con la comunidad para reducir la criminalidad y restaurar la confianza ciudadana”, defiende.
La seguridad debe ser una prioridad para que Guayaquil sea realmente una ciudad de todos, pero aquí ese tema pasa por alto. Urge atenderlo.
El líder comunitario Antonio Barcos coincide y a la vez asegura que ese trabajo que no se ve por parte del alcalde tampoco es visible en los concejales. “No proponen proyectos, no exigen acelerar las obras. No cuestionan por qué hoy todo se hace a paso de tortuga, ni por qué los espacios públicos parecen mercadillos. Hay mucho por corregir”, sentencia.
Para algunos ciudadanos, si bien el anuncio de dotar de agua potable a Monte Sinaí es aplaudible y necesario, la Alcaldía debe “dejar de pelear menos y hacer más”. “Esa obra (Monte Sinaí) es un gran avance, pero a la vez Álvarez debe mejorar las calles, rodearnos de parques. Quienes viven en espacios pequeñísimos se ven obligados a pasar fuera de casa. ¿Y si no hay un parque o canchas? ¿Qué les queda? La calle y sus riesgos”, detalla Julia Morocho, activista y residente de Sauces.
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El reclamo ciudadano apunta también a los funcionarios municipales
Entre las opiniones ciudadanas también destacan la de líderes comunitarios como Gustavo Rivadeneira, residente del barrio del Salado, que aseguran que la Alcaldía sí ha atendido sus pedidos, entre ellos el de corregir los daños en el edificio Fantasía, que por años se fue inclinando más y más; y atribuyen esa desaprobación ciudadana al “equipo de funcionarios que trabaja en el Municipio y boicotea su desempeño”.
No es el alcalde quien le falla a la ciudad, sino el equipo de funcionarios que trabaja en el Municipio quienes boicotean su desempeño.
“Encuentro fallas en ciertas áreas municipales como áreas verdes que ha descuidado dramáticamente la poda de los árboles y también en alumbrado público municipal, que tienen sumidas en oscuridad a las zonas regeneradas. El alcalde tendrá que reestructurar esas áreas y el tema se resolverá, pero para ello tendrá que administrar con mano dura para evitar el mal desempeño de algunos funcionarios”, precisa.
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La basura, un problema evidente en el Puerto Principal
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Leer másUna de las quejas recurrentes entre la ciudadanía recae en la basura, y en la encuesta realizada por Ipsos eso se ve reflejado. De allí que una gran mayoría (ver gráfico adjunto) considera regular la limpieza en la ciudad. En Quito, la opinión es similar.
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“En lo personal, me parece que Guayaquil está tan sucia como en la década de los 90. El centro es insalubre, huele mal, se ven roedores y moscas todo el tiempo. Lo que se avanzó en este tema ha sido borrado. Y creo que si es por responsabilidad del ciudadano, entonces las sanciones que debe emitir el Municipio deben ser altísimas. No hay razón para que Guayaquil esté sucia. Incluso en los alrededores de los hospitales, cuerpos de agua, hay desechos a diario. Es vergonzoso”, se quejó Peter Orejuela, de la Alborada.
Guayaquileños exigen sanciones por poner en peligro a la fauna
Hace apenas unas semanas, como ya ha pasado en ocasiones anteriores, la ciudadanía denunció vía X que los espacios públicos de Guayaquil, sobre todo los parques, están lleno de desechos o en estado deplorable. Días atrás, la queja apuntó a los desechos hallados en el Parque Lineal, ubicado en la avenida Carlos Julio Arosemena, en el norte de la ciudad. Tras esa denuncia, según informó la Alcaldía de Guayaquil, la Empresa Pública de Parques, Áreas Verdes y Espacios Públicos coordinó con Urvaseo la limpieza del lugar. Sin embargo, esa acción no evitó que los reclamos se mantengan. Y es que, como alega la ciudadanía, son más espacios los que se encuentran en ese estado, incluidos los espacios que colindan con el estero Salado o este mismo ecosistema.
El Gran Guayaquil aún puede limpiar su huella contaminante
Leer másEn torno al Parque Lineal, el comunicado detalló que funcionarios municipales encontraron botellas, tarrinas, cubiertos y demás desperdicios que, en lugar de ser depositados en los tachos de basura que están en el sitio, habían sido esparcidos en el sector, "dañando la estética y echando a perder el trabajo de mantenimiento que da el Municipio". Que también hallaron recipientes plásticos donde los vecinos colocan alimentos para los gatos que viven en el parque, informó el documento.
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Sin embargo esta acción, no solo que es insuficiente, sino que dio cabida a que los guayaquileños denuncien que en el mismo estado o peor se encuentran otros sitios como el mismo Parque Samanes, el Parque Lineal de la Kennedy; y el ramal del estero Salado, ubicado junto a la entrada de Universidad de Guayaquil, del lado del parque Rodolfo Baquerizo.
"Señor alcalde Aquiles Álvarez, así luce el ramal del estero Salado junto a la entrada de la Universidad Guayaquil, del lado del parque Rodolfo Baquerizo. Las garzas conviven con la basura y desechos plásticos lanzados por malos ciudadanos que deberían ser multados. ¿Para cuándo las sanciones por contaminar el ambiente y poner en peligro a la fauna de ese medio?", cuestionó la ciudadana Rocío Santibañez.
Señor alcalde @aquilesalvarez Así luce el ramal del estero salado junto a la entrada de la @PUniversitario del lado del parque Rodolfo Baquerizo. Las garzas conviven con la basura y desechos plásticos lanzados por malos ciudadanos que deberían ser multados. ¿Para cuándo las… pic.twitter.com/J6sbJKvXAc
— Rocío Santibáñez Vásquez 🇪🇨 (@neurologiagye) June 25, 2024
La ciudadana, que hizo público su reclamo en X, acompañó su queja de imágenes en las que se puede ver al estero con basura flotando en sus aguas.
"Es inconcebible que esto siga pasando en Guayaquil. Hoy parece que hemos vuelto al Guayaquil del pasado: sucio. Hay desechos en todos lados, la ciudad incluso huele mal. Si la gente no entiende, si la gente no quiere a la ciudad, entonces múltenla, pero con penalidades que les duelan. Es horrible ver como la gente ensucia al Puerto Principal y nadie hace nada. Que ahora se haya limpiado al Parque Lineal de la Carlos Julio Arosemena es bueno y necesario, pero eso no evitará que en una semana todo vuelva a estar igual", sentenció Daniel Arce, habitante de la Kennedy.
Obvio que todo está mal si nunca el Municipio limpia. El parque Centenario está por el mismo camino, todas las áreas verdes de la ciudad hoy son malezas, y son tan sinvergüenzas que publican un spot informando que la ciudad está mejor con obras realizadas en la administración de Nebot.
Alonso Arango, vía X, coincidió con esta sugerencia y exhortó al Municipio a que incorpore una estrategia pedagógica ambiental con correctivos de las malas prácticas en el manejo de las basuras, debido a hábitos culturales y a un mal diseño de recolección y de sanciones. "Es tan normal este comportamiento que el dueño de los establecimientos (o de quienes viven cerca de las zonas insalubres) lo admite", sentenció.
Que mientras no se multe a nadie, los malos ciudadanos seguirán haciendo lo mismo. Un comunicado en X no sirve absolutamente de nada, señor Alcalde", fue el comentario que la Guayaquilsinleyes @Guayaquilsinle2 publicó.
Cámaras con multas, servicio comunitario de al menos tres meses, además de penalidades de miles de dólares, campañas de concientización y la colocación de tachos en todos los barrios y zonas aledaños a los parques, escuelas y puntos turísticos, constan entre las recomendaciones que hacen los guayaquileños para frenar esta problemática.
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