Tras la quema de monigotes, los niños fueron los más afectados
Se reportó un incremento de menores heridos por el mal uso de pirotecnia. La mayoría son de 7 y 11 años. Bomberos señalan que hace falta más control
Descuidos de segundos que producen lesiones para toda la vida. No calaron en todos las campañas de prevención que se realizaron desde diferentes entidades para evitar afectaciones a los menores de edad por el mal uso de pirotecnia.
A quemar el ‘viejo’, pero con seguridad
Leer másEn total, veinte niños fueron ingresados de urgencia a los hospitales Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia (JBG) y el Francisco de Icaza Bustamante, en Guayaquil, por afectaciones que sufrieron tras la quema de los monigotes. Tres en el primero y 17 en el segundo, en su mayoría, con los dedos mutilados.
El doctor Luis Zavala Aguilar, líder del centro quirúrgico del Icaza Bustamante, señala que ha existido un incremento de casos en relación al feriado de 2021, que atendieron a diez menores de edad, en estado no muy grave. “De hecho, antes del feriado no presentamos un numero alto o llamativo por pirotecnia, pero desde que inició este feriado hasta hoy (ayer) en la madrugada se atendieron cinco más, y van a seguir llegando, tomando en cuenta que aún no se queman todos los monigotes”, consideró.
Pero, ¿las campañas de prevención que se ejecutan no están surtiendo efecto en la ciudadanía? ¿No se toma conciencia aún del daño que causan esos explosivos en los más pequeños?
El coronel Martín Cucalón de Ycaza, primer jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG), señala que deben seguir intensificando las campañas de prevención y que las Fuerzas Armadas, encargadas de controlar la comercialización, producción y almacenamiento de explosivos, deben reforzar asimismo sus controles.
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Leer más“Esta es la única manera de que estas emergencias bajen. Es inaceptable la cantidad de incidentes que hemos tenido este año y esto es únicamente por la falta de control de las autoridades que tienen la competencia sobre los explosivos”, cuestionó el jefe bomberil.
Al 30 de diciembre del año pasado, la Gobernación del Guayas había decomisado más de 25 mil camaretas e insumos para la confección artesanal de esos explosivos, en operativos ejecutados por 35 comisarios, dentro de la campaña “#NoEsUnJuegoDeNiños”.
‘No apagues la fiesta’ por los explosivos
Leer másEl doctor Zavala aseguró que en el Icaza Bustamante también se realizan campañas de concientización, no solo para el personal que está hospitalizado sino también para quienes están en consulta externa, y sobre varias temáticas. Asume que el incremento de niños lesionados en relación al año pasado se debe a que en 2021 no hubo tanto movimiento, festejos ni tanta venta de camaretas, porque aún seguíamos en casa por la pandemia de COVID-19.
Clarita Macías, residente de una urbanización de Daule, contó que en este último Fin de Año por su sector no se quemaron tantos monigotes como en el 2021. Sin embargo, los juegos pirotécnicos fueron más potentes. “Realmente nos dio miedo que durante la quema se produjera algún accidente, a mí me comenzaron a arder los ojos”, afirmó.
Entre los pacientes que llegaron al Icaza Bustamante durante el último feriado son niños de entre 7 y 14 años. “Aproximadamente un 60 a 70 % han sufrido amputaciones traumáticas de los dedos de las manos, con pérdidas de sustancias, es decir pérdidas de tejidos”, detalló Zavala. Técnicamente, el artefacto explotó en sus manos, lo que produjo esas lesiones, puntualizó el médico.
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Leer másOtro porcentaje ingresó por quemaduras oculares debido a la flama de la pirotecnia; mientras que otro grupo acudió por presentar quemaduras de segundo y tercer grado en la piel, lo que los llevó directamente a quirófano, para hacer limpieza quirúrgica y delimitar las heridas.
Según precisó el profesional, en muchos de los casos que llegaron se evidenció que los niños hurgaron en los restos de monigotes para tratar de buscar alguna camareta o explosivo que no estalló durante la quema, pero al manipularlos sufrieron las lamentables consecuencias.
Esas fueron justamente las recomendaciones que hizo el BCBG, que fueron publicadas también por EXPRESO, para evitar accidentes. Las sugerencias que dio el capitán Hans Huerta luego de quemar al ‘viejo’ incluían mantener los juegos pirotécnicos fuera del alcance de los niños y que, al finalizar la quema del monigote, se echara agua sobre las brazas para evitar que los menores de edad recojan los artefactos explosivos que no explotaron.
#NoApaguesLasFiestas es nuestra campaña de concientización sobre el uso de explosivos. Comparte y hagamos que el mensaje llegue a más personas. pic.twitter.com/E0i0BTh1Se
— Bomberos Guayaquil (@BomberosGYE) December 30, 2022
Los niños más ‘grandecitos’ fueron los que sufrieron lesiones por la explosión de camaretas que reventaron en sus manos, lo que provocó en muchos de ellos la pérdida de dedos en el mismo sitio donde sufrieron el percance, la mayoría en sectores populares.
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Leer másPero las secuelas no solo son los daños físicos que quedan, sino también las afectaciones psicológicas que van a sufrir los pequeños y también sus padres. De allí la necesidad de hacer un abordaje íntegro con psicólogos, psiquiatras y trabajadoras sociales. “Esta es una afectación psicológica que van a tener de por vida. Descuidos de segundos van a producir lesiones de toda una vida”, concluyó el médico.