Raíces cobra vida entre los protocolos y la gastronomía
Es la primera feria presencial que desarrolla Guayaquil tras el confinamiento. Se respetaron el aforo y las medidas
Al ingresar a la séptima Feria Internacional Raíces, Jéssica Mendoza pasa por el detector de temperatura y la debida desinfección. La acompañan tres amigos de la universidad y comenta que la mascarilla no le permite percibir los aromas de la comida típica que allí se oferta.
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Leer másEl grupo está en el lugar, para de esta forma celebrar los 200 años de la Independencia de Guayaquil, que se recuerdan hoy.
Raíces, el encuentro en que Viteri sí ablanda las medidas https://t.co/DFxaqYF4cQ
— Mario Paredes Cruz (@MarioParedesCru) September 19, 2020
Están en la primera feria que se realiza en la ciudad de forma presencial, tras el confinamiento generado por el coronavirus; que aunque respeta el aforo permitido y el protocolo establecido, desde el inicio despertó críticas en los ciudadanos que cuestionaban que el evento permita congregar a 2.300 personas en un mismo local, cuando el mismo Cabildo ha prohibido las aglomeraciones y que se abran, por lo tanto, espacios como bares y discotecas.
Estoy disfrutando de una buena comida aquí, el protocolo ha sido el adecuado. Aun así, creo que hay otros sitios que deberían ya abrirse. Extraño que no haya diversión.
Esto de alguna manera estaba en la mente de Mendoza, por eso a medida en que se percata de que empiezan a ingresar más personas, siente cierta inquietud. Ella va a ocupar una de las 800 sillas que se han ubicado en 10.860 metros cuadrados del Centro de Convenciones, donde se desarrolla la jornada.
Ese temor no es compartido por todos los presentes. Los hermanos Moscoso, Jhon y Ana comentan que así como se permite ingresar a más de 2.300 personas a un local, se debe abrir el resto de centros de diversión nocturna. “Como jóvenes tenemos derecho a divertirnos con libertad, el estrés también enferma. Pregunto cuál es la diferencia de esta feria con una sala de baile donde también se pueden aplicar las mismas medidas que hay aquí”, dice Jhon Moscoso, quien -sin embargo- dice estar feliz de finalmente ser parte de un acto en el que está en contacto con más personas.
Desde hoy, hasta el domingo, se podrán visitar 27 huecas tradicionales, charlas de chefs nacionales e internacionales, comida gourmet y 80 stands comerciales, siempre en respeto de las normas de bioseguridad y distanciamiento. pic.twitter.com/dCp7wzGsiE
— Cynthia Viteri (@CynthiaViteri6) October 8, 2020
Vengo de Cuenca para celebrar el Bicentenario de Guayaquil con mi familia. Es la primera feria presencial y la primera vez que salgo de paseo desde el confinamiento. Estoy contento.
Unas mesas más allá está Santiago Padrón, quien llegó con su esposa, hijos y mamá desde Cuenca para disfrutar del feriado por el Bicentenario. Le atrajo asistir a la primera feria presencial. Los asistentes ven el recorrido que está haciendo la alcaldesa, Cynthia Viteri; Gloria Gallardo, presidenta de la empresa municipal de Turismo; y Ricardo Baquerizo, presidente de Expoplaza.
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Leer másLos tres personajes, pasado el mediodía, inauguraron oficialmente la muestra y ahora la están recorriendo. Viteri en su intervención habló de que unos meses atrás en ese mismo lugar llegaban personas que tan solo querían poder respirar bien, para seguir con vida. “En este sitio se instaló una clínica móvil, para atender a los enfermos del coronavirus. Y aquí mismo están emprendedores con el coraje que le caracteriza al guayaquileño para seguir adelante”, dijo.
Viteri explicó a EXPRESO que el Centro de Convenciones tiene una capacidad para 8.000 personas y bajo el análisis del COE cantonal se le permitió un 30 % de su aforo.
Mientras las autoridades siguen su recorrido, los asistentes se mantienen en sus mesas, cada una con cuatro sillas, para mantener la distancia como exige el protocolo. En una de ellas está Martha Villacís, quien comenta con su familia que el Municipio debe dar la misma oportunidad a todos. “Raíces ha abierto con el privilegio que otros negocios anhelan”, cuestionó la ciudadana; mientras recorrió los locales de las 27 huecas participantes. En ellas los bolones, secos, fritadas, souflé de yuca y cazuelas, llamaban la atención de los presentes.
Las aperturas se van a ir dando por partes y siempre con un estudio que haga el COE local. Es legítimo el sentir de los dueños de las discotecas, bares y karaokes.
En este primer día , como lo comprobó este Diario, en el sitio se cuidó que se respete la distancia física. En cada una de las once estaciones (de bioseguridad) instaladas estaba una persona con el desinfectante. También hubo cuidado en limpiar constantemente las áreas donde las personas se servían los alimentos.
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Leer másLos asistentes más precavidos portaban una botella personal para rociar alcohol en las sillas y mesas antes de sentarse y apoyar sus manos en las superficies. Así mismo se desinfectaban las manos al recibir el vuelto de lo que estaban comprando.
Mendoza, la ciudadana mencionada al inicio de este artículo, comentó que al retirarse la mascarilla percibió con más intensidad el aroma del alcohol que de la comida, pero trataba de controlar sus propios temores con el fin de vivir en la nueva normalidad.