El reclamo ciudadano logra que los cadáveres no sean más trasladados en las camionetas

Desde 2019 la provincia de Santa Elena no contaba con un vehículo de Medicina Legal para el traslado de los cadáveres. El vehículo con el que contaban sufrió daños, terminó abandonado en un taller mecánico y a causa de ello, como denunciaron los ciudadanos a EXPRESO en un reportaje anterior, los cuerpos de los fallecidos por muertes violentas eran trasladados en el balde de las camionetas policiales.

Hoy, tras casi tres años de reclamos, que apuntaron también al mal estado en el que se encontraba el anfiteatro, Santa Elena finalmente cuenta con un carro de Medicina Legal. En los próximos días, en cambio, la morgue que se está construyendo abrirá sus puertas.

Cristian Salgado, funcionario del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forense, confirmó que desde esta semana el vehículo, que tiene espacio para trasladar a la vez a seis cadáveres, ya presta el servicio en el territorio. “Se ha designado a un chofer que deberá estar activo de forma permanente”, enfatizó.

Sobre la morgue, cuya infraestructura debió ser construida en otro espacio (ahora está junto al hospital público Liborio Panchana), Salgado indicó que para la quincena de agosto estará lista. La morgue anterior, como también informó este Diario, no prestaba ya las condiciones para realizar las necropsias. Sobre el destino que tendrá este inmueble, las autoridades no se han pronunciado, pese al cuestionamiento.

Lo que sí han dicho es que el nuevo anfiteatro, construido por la Prefectura -que ha reconocido que el reclamo ciudadano tenía razón de ser por dar un servicio “indigno” a las familias- contará con un equipo completo de laboratorio para las investigaciones que ayudarán a los peritos a determinar las causas de muerte en las necropsias. Lo que evitará, dijo Salgado, que las muestras deban ser enviadas a los laboratorios de Ciencias Forenses de Guayaquil y Quito, como se lo venía haciendo.

“Eso se lo hará solo en casos necesarios, en donde se requiera de informes genéticos o antropológicos. Los equipos para este tipo de casos aún no los tiene la Península”, indicó.

Para el ciudadano Joaquín Borbor, que el reclamo que hicieron haya sido atendido evidencia que su voz tiene peso.

“Tuvimos que quejarnos, hacer bulla, reclamar, pedir a gritos dignidad para los muertos, de cualquier tipo; para que las autoridades nos atiendan. En la provincia son muchísimas las deudas pendientes, pero si nos toca hacer plantones, pegar carteles, mandar escritos, informes a las autoridades; velar porque hagan un buen trabajo, lo vamos a hacer. No nos vamos a quedar nunca más en silencio”, indicó Andrea Ochoa, habitante de La Libertad.

Para Leonidas Garcés, quien habita en Salinas, teniendo en cuenta la cantidad de sicariatos registrados en la provincia, resultaba urgente hacer una intervención. Por cómo vamos, ni siquiera este espacio será suficiente. Y es que la inseguridad nos está llevando en peso. A nadie le importa lo que pasa aquí”, se quejó Garcés, quien habita en sector residencial de San Lorenzo. JL