Reina la imprudencia por motos eléctricas sin autoridad que actúe
Lluvia de quejas por conductores que ruedan en veredas y contravía. Expertos sugieren determinar licencias y normas
Caminar en Guayaquil representa sortear diferentes obstáculos a los que se suma el paso de motos eléctricas. Si bien es un medio de transporte que ha ganado popularidad y fácilmente se lo compra en almacenes, hay miles de denuncias ciudadanas por la imprudencia de conductores que se han convertido en “dueños de las calles”.
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Leer másLa situación no es nueva, pues EXPRESO ha registrado en sus páginas que estos pequeños vehículos circulan tanto en calles, aceras, en contravía y hasta con más de dos pasajeros, sin que exista algún control.
Pero en las últimas semanas se han registrado más quejas en las que ciudadanos cuestionan cuáles son las acciones que ejercen las autoridades locales en torno a este tema. Y es que la falta de una regulación a estos vehículos, en los que también se han visto a menores de edad conduciéndolos, genera que la ciudadanía alce nuevamente la voz.
“Ya van dos alcaldías que ven cómo crece este problema y no se hace nada. ¿Para cuándo crean ordenanzas para controlarlos o es que el peatón no les importa?”, cuestionó la ciudadana Gabriela García.
Ipólito Alonso
Mientras que, Eugenia Contreras, de 72 años y quien debe moverse con un bastón por su artritis y problemas en su pierna izquierda, calificó como “obstáculo” a estos vehículos al momento de salir de su vivienda, en la ciudadela Sauces 3, norte de la ciudad. Que se ha topado con niños que no superan los 12 años circulando por las vías internas de su manzana, y en la avenida Antonio Parra casi fue impactada.
El susto fue grande y por poco se cae encima de otro vecino que, asimismo, salía de su casa. Contreras, después de reponerse, únicamente reprendió a los menores, pero ellos ya estaban a 10 metros de distancia.
Gabriela García
Pero estas experiencias no solo han sucedido en el barrio, agregó la mujer, pues cuando se dirige al centro para hacer compras de ropa o accesorios, se encuentra con más de estos casos.
Recordó que en la esquina de la ajetreada avenida Boyacá se ha topado con más de uno de estos ‘motorizados’, muchos de ellos son dueños o trabajadores de negocios de la zona, explicó.
Pero esta realidad se repite en otros sectores. Así lo corroboró este Diario en un recorrido por las calles aledañas, así como en las de las ciudadelas del norte. Mucho se tomaban las veredas y circulaban en contravía, como un caso de la avenida Antonio José de Sucre.
La problemática también llega al sur de la ciudad, como a lo largo de la calle Portete. En la avenida, que también concentra negocios de todo tipo, hay moradores y dueños de locales que denuncian que antisociales utilizan este medio de transporte para cometer sus delitos.
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Leer másIpólito Alonso, propietario de uno de los comercios, ha sido testigo de estos actos. “Son silenciosos e incluso van a más de 70 kilómetros por hora, no sé cómo, pero son una bala. Unas cuantas noches atrás vi que varios vecinos estaban reunidos fuera de una casa y uno de estos pillos vino todo silencioso, los apuntó y quitó toda la plata y así como vino, se fue”, manifestó.
Ante esta situación, EXPRESO solicitó tanto al Municipio como a la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) una entrevista para conocer qué medidas han estado tomando ante la ausencia de ordenanzas para regular el uso de estos vehículos. Sin embargo, hasta el cierre de este artículo, no hubo una respuesta.
En tanto, expertos en movilidad consultados concordaron que la creación de normativas sería una de las posibles soluciones. Carlos Jiménez, uno de los especialistas en materia de tránsito, insta a que se creen normativas para que el caos no impere en las calles.
Juan Ochoa
“En otros países estas motos están reguladas. O van en el mismo carril que los carros o en el de ciclovía, pero no en ambas, deben mantenerse solo en uno... La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) debería imponer requerimientos, como tener una licencia para manejar estos vehículos para que no se vea incluso niños en ellas”, argumentó.
Agregó que en el caso de no darse un control por parte de la ANT, los municipios y agencias de tránsito de cada ciudad deberían emitir una ordenanza respectiva.
Con esta declaración coincidió Michelle Gaibor, de Fundación Movidana, entidad que trabaja en desarrollo y promoción de proyectos en favor de seguridad vial. “La ATM debe normar esto, impulsar al Municipio a crear ordenanzas porque esta falta de normas ha generado accidentes. Pero se ha visto que no hay una verdadera preocupación por la movilidad de los ciudadanos. No lo hemos visto para nada”, alegó.
Para ella, es esencial que sea regulado el uso de estas motos, su velocidad límite, que se destinen permisos para que sean usadas y no solo pueda cualquiera sentarse en una y conducirla.
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