Las reservas hoteleras cayeron al piso en Esmeraldas y Atacames

Los últimos hechos violentos, los atentados con coches bomba, el estado de excepción y el toque de queda repercutieron negativamente en el turismo de la ciudad de Esmeraldas y de toda la provincia durante este feriado. Pocas fueron las personas que llegaron a las playas de Las Palmas, Tonsupa y Atacames, las más visitadas generalmente por los viajeros.

Según Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo de Esmeraldas, hasta antes de que aparecieran los cuerpos decapitados colgados de un paso peatonal y antes de las detonaciones de coches bomba, la proyección que tenían era de una ocupación hotelera de un 30%; sin embargo, hasta el mediodía de este viernes la ocupación no superaba ni el 10% en el sector conocido como Las Palmas, y en el centro de la ciudad esa cifra era incluso menor.

Benítez refiere que la cancelación de reservas fue del 100 % después de que el presidente Guillermo Lasso decretó el estado de excepción y toque de queda a partir de las 21:00. “Hasta la semana pasada teníamos un 30% de reserva, pero tras los últimos sucesos las reservas cayeron”, explica.

En Las Palmas, en el balneario del cantón Esmeraldas se observaron pocas personas el jueves y viernes de feriado. Para incentivar el turismo, la Alcaldía organizó el Festival del Asado.

En Atacames, el panorama fue un poco más alentador. Según Gustavo Ramos, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Atacames, la proyección del gremio es tener al menos un 50% de ocupación. Sin embargo, asegura que la cancelación de las reservaciones bordea el 90%.

“Muchas personas se endeudaron para prepararse y recibir a los turistas. Por eso no es justo que se tomen medidas sin revisar las estadísticas. El Gobierno debe quitar el estado de excepción para el cantón Atacames. La gente sigue llamando a cancelar reservaciones porque está asustada”, aseguró Ramos.

Iván Donoso llegó a Atacames desde Quito junto a su esposa y dos hijos. Se hospedó en un hotel frente al malecón, pero tenía planeado quedarse solo dos días. “Vinimos más por traer a los chicos al mar, porque vida nocturna no hay. Nos vamos mañana porque igual la gente anda con temor”, contó.

En un feriado normal, Atacames suele recibir un promedio de 100.000 turistas, principalmente de Pichincha y otras provincias de la Sierra. Y para este feriado proyectaban que al menos el 70 % acudiera a sus playas, pero hasta el mediodía de este viernes en ese cantón no había ni 30.000 turistas.