Hay un restaurador del Guayaquil antiguo
Édgar Landívar, ingeniero porteño, une su afición por la tecnología y la historia 'reviviendo' antiguas fotos de la ciudad, para motivar el civismo.
En teoría, la Historia y la Tecnología parecen gustos opuestos. En la práctica, por suerte, son dos de las principales aficiones de un guayaquileño que ha emprendido la tarea de restaurar -con modernas técnicas de fotografía e inteligencia artificial-, antiguas imágenes en blanco y negro del Guayaquil de fines del siglo XIX e inicios del XX.
El resultado son imágenes que, con el color y el cuidado de los detalles, parecen recién captadas o cobrar nueva vida.
Además de esas dos aficiones, Édgar Landívar Chávez afirma que lo hace por amor a Guayaquil y al país en general.
“Por ahora he publicado fotos de dos líneas temáticas: Guayaquil y Ferrocarriles, pero tengo muchas otras ideas en progreso que tienen que ver con emprendimiento y vialidad. La idea de Guayaquil en este año es más bien por la coincidencia de la celebración del Bicentenario”, explica.
¿Cuántas ha restaurado? “Muchas, no sé cuántas. Probablemente unas 100”, responde a una pregunta de EXPRESO.
Las consigue en fondos fotográficos como el del Archivo Histórico del Guayas, del Instituto de Patrimonio Cultural o publicaciones en internet. “La mayoría son de baja resolución, por eso el reto de buscar algoritmos para mejorar esa resolución. Restauraré muchas más porque me apasiona el tema”.
Algunos de sus trabajos los ha publicado en su cuenta en la red social Twitter. Allí las acompaña con las fotos originales.
Eso permite a sus seguidores en la red visualizar mejor los cambios, comentar o aportar información. Por ejemplo, a la foto del tranvía en la plaza de San Francisco, su amigo Vicente Adum le agregó una actual del lugar, con el mismo ángulo.
La foto de 1919 retocada y coloreada por @elandivar y una foto del día de hoy en exactamente el mismo sitio (Calle Vélez y Pedro Carbo; Guayaquil) y a la misma hora (aprox). Pronto publicaré un breve artículo sobre los interesantísimos detalles históricos en la foto del tranvía. pic.twitter.com/hNkSnAskwt
— Vicente Adum Gilbert (@VicenteAdum) June 12, 2020
“Me fascinan estas fotos”, dice la periodista Bessy Granja.
Las fotografías restauradas por Landívar son de libre uso. Una de sus motivaciones es, a través de esas imágenes, despertar la pasión por la historia de la sociedad. “De nuestra historia, para ser más concreto”.
Y cree que lo está consiguiendo. Por ejemplo, dice que muchas personas no sabían que tuvimos tranvía en Guayaquil o un tráfico fluvial muy activo a principios del siglo pasado. “Son cosas con las que las personas se asombran y a partir de esa curiosidad ya se despierta un interés”.
La técnica utilizada también es libre y él la comparte a quienes estén interesados. Básicamente, son tres fases: Arregla o limpia digitalmente las fotos de manchas, tonos amarillentos, puntos o algún daño; les aplica un algorritmo automático de recreación de color basado en inteligencia artificial; y al final las pule manualmente.
Pero ello requiere también investigar el contexto de la época. “Eso es lo más importante y hay que ser criterioso al momento de restaurar. Tratar al máximo de conocer el contexto en la que fue tomada la fotografía. Para poner un ejemplo, si se restaura una foto de un desfile militar, es importante averiguar el color de los uniformes en esa época, en caso contrario la fotografía proporcionará información falsa”, explica.
A su criterio, eso vuelve más complicada o al menos, un desafío mayor, restaurar la foto de una calle o una plaza, que la de personas en un grupo familiar. Claro que también depende del estado del documento original.
“En general se podría decir que restaurar una foto de un personaje es más fácil. Las de calles tienen muchos detalles y objetos, mientras que las facciones son más predecibles, pero el reto de restaurar una calle es apasionante”, acota.
¿Qué hará con todas las fotos restauradas? Está programando un libro para las fiestas del Bicentenario en Guayaquil, en octubre. (Está buscando auspicios). Y un servicio automático en un portal digital para que el público pueda subir y mejorar sus propias fotos.
EL PROTAGONISTA: Un co-creador de un respirador artificial
Ingeniero en Electricidad por la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Édgar Landívar (45 años), es parte de un equipo de graduados de esa institución que en marzo pasado se unieron para crear un respirador artificial. El proyecto ya fue validado por pares en la Universidad Espíritu Santo (UEES).
“Ya está en producción. Hemos ya pasado pruebas con maniquí y ahora iniciamos con animales. Estamos muy contentos con el resultado de este proyecto hasta ahora. Todo ha sido voluntariado”, le adelanta a EXPRESO.
Mi afición es realmente la historia y la tecnología creo que es una herramienta para rescatar esa historia.