El reto de caminar por la Carlos Julio Arosemena y no tropezarte
Las quejas sobre las 'trampas' que hay sobre esta arteria han llegado a EXPRESO y son múltiples. Ya se han reportado caídas
En la avenida Carlos Julio Arosemena, caminar se ha vuelto casi que una tarea imposible. Hay 'trampas' por doquier, desde cables enredados y esparcidos sobre las aceras hasta trozos de cemento y mobiliario urbano roto, que ha generado ya una serie de caídas, según denuncian a EXPRESO los lectores.
La mañana de este 5 de abril, Carolina Narváez, quien habita en la ciudadela Ferroviaria, se quejó de a diario tener que esquivar esas "telarañas" de cables que en distintos tramos asoman y no han sido retirados u ordenados por las autoridades competentes.
La peatonalización de las calles del centro muestra dos caras diferentes
Leer más"No sé si le corresponde al Municipio o a las empresas de telefonía móvil o de televisión por cable o internet, pero el punto es que nadie soluciona el problema. Existe un quemeimportismo cómplice que golpea a la ciudad. Y digo golpea porque en esos detalles que pueden ser insignificantes para las autoridades, para la sociedad, para quien camina a diario, son un desastre. Me he caído ya dos veces en la ruta. Yo trabajo en una concesionaria de carros de la Carlos Julio Arosemena, a diario voy caminando. Y ya van dos veces en las últimas dos semanas que me he caído por los daños que hay sobre la acera. Estoy harta", dijo la joven a EXPRESO; que pidió al Municipio que recorra toda la ruta para constatar donde están los problemas más graves.
(Le puede interesar leer: Guayaquil: El peatón, olvidado en la calle Los Ríos)
Según Ramiro Ortega, otro lector de EXPRESO que ha sido testigo de los mismos daños, son al menos dos kilómetros los más críticos. "Caminar desde la parada de la Metrovía que está por la gasolinera del kilómetro 2,5 hasta el Albán Borja o el colegio 28 de Mayo es un suplicio. En ese tramo, que no es ni de un kilómetro, las aceras son angostísimas, tienen maleza, están partidas y tres cajetines de servicios están sin tapa. En ellas hay basura, hasta botellas de alcohol. Caminar es imposible. Yo opto por hacerlo sobre la vía, junto a los buses. Me siento más seguro", señaló.
En un recorrido que hizo EXPRESO, se pudo constatar además que hay postes de cemento cuyas bases ya ni existen, se ve solo el metal de la estructura; y que hay tachos de basura sin las bases o sin las tapas.
(Le puede interesar leer: La ciudadanía se suma a la lucha por una urbe amigable al tránsito)
El circuito desaprovechado en la calle Panamá
Leer más"La basura por eso termina siempre en el piso y todo apesta. A nadie le importa nada. Y me apena, porque se habla tanto de adoptar un nuevo concepto de ciudad, de priorizar al peatón, de pensar en el ciudadano; se habla de construir una ciudad que sea amigable. La academia lo dice a diario, los expertos y ciudadanos claman por ello a diario. Pero las autoridades no escuchan. Nunca escuchan. Lo que pasa en la Carlos Julio es solo un ejemplo de abandono que experimentamos", argumentó Richard Mora, habitante de la urbanización Stella María.
Para leer más información de este tipo, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!