Roban y destrozan un cajero dentro de la Universidad de Guayaquil
Las medidas de seguridad implementadas en el centro de estudios no surten efectos
Un cajero automático, ubicado dentro de la Ciudadela Universitaria, de la Universidad de Guayaquil, fue asaltado y destrozado este martes 8 de diciembre.
Miembros de la Policía Nacional, así como personal de la empresa privada que brinda seguridad en los predios del alma máter, realizan las investigaciones para dar con los responsables de este hecho.
No se sorprendan cuando el señor Interventor empiece con los autoatentados, bombas y hasta quemar carros esa es su especialidad para decir que la Universidad necesita que siga Intervenida @otto_villaprado @0909Joff @JSantamara1 @ces_ec @DianaSotomayorZ
— Frank Estrada (@CPAFrankEV) December 8, 2020
El robo ocurre pocos días después de que este centro de estudio superior inaugurara su sistema de seguridad, integrado por más de 200 cámaras, centro de monitoreo, garitas con barreras vehiculares (plumas), torniquetes y puertas de emergencias con controles de entrada y salida, para evitar que delincuentes ingresen a los predios de la institución a cometer fechorías.
Durante la mañana y tarde se revisaron las cámaras de videovigilancia instaladas dentro de la ciudadela, pero que tienen alcance hasta los exteriores de la institución. No obstante, hasta el cierre de esta nota no se había podido establecer el monto de lo sustraído ni de los daños causados.
Este hecho fue cuestionado por estudiantes y trabajadores de la Universidad de Guayaquil, quienes a diario son revisados en las garitas, por los guardias privados, ante de permitirles el ingreso al campus.
“A uno lo revisan peor que a delincuente; sin embargo, el ladrón ingresa sin que los guardias se den cuenta”, dijo un estudiante, al indicar con ironía que “al parecer las medidas de seguridad no están funcionando”.
En cambio, un trabajador señaló que se debe dar con los responsables. “Estas investigaciones no pueden demorar como ocurrió con las realizadas por los atentados explosivos, que se tardaron más de un año para establecer responsabilidades”, manifestó el administrativo que pidió el anonimato.
