Guayaquil: La Rodolfo Baquerizo traslada su problema a las vías vecinas

Desde la otra orilla de donde trabaja, José González mira a cada momento su celular. Está pendiente de los pedidos que se realizan a uno de los negocios que está situado en la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur que, desde el lunes 27 de septiembre, fue intervenida por obras de regeneración. Los trabajos son bien vistos por la comunidad, pero quienes trabajan a lo largo del tramo intervenido ya sufren los estragos colaterales.

“He tenido que cambiar de vereda porque de ese lado ya no podemos esperar para parquearnos. Cuando nos llaman debemos cruzar en contravía y subir las aceras para llegar hasta el restaurante desde donde llevamos los pedidos de clientes”, cuenta González, a quien le ha tocado sortear en su motocicleta el tráfico que se suma a la caótica vía, principal de la ciudadela la Alborada, en el norte de la ciudad.

En días normales, la arteria soporta en las denominadas horas pico un tráfico que tanto    transeúntes, como comerciantes y conductores lo califican como un “verdadero infierno”. Con el inicio de la obra, se ha cerrado el carril que conduce de norte a sur, desde la avenida Benjamín Carrión (calle 18 noreste) hasta la José María Egas (17 noreste), las que ahora soportan el incremento del tráfico vehicular, en la mañana, mediodía y en la noche.

Carla, una comerciante informal, describe que lo más fuerte se produjo el pasado lunes que inició el cierre de ese tramo de la Alborada, para dar paso al ingreso de la maquinaria. “Supongo que mucha gente no estaba informada que iban a realizar esas obras y se produjo una cola inmensa en esta vía (Benjamín Carrión)”, cuenta la mujer.

La Rodolfo Baquerizo será reconstruida con trabajos de pavimentación, sustitución del alcantarillado pluvial y sanitario que mejorarán la movilidad vehicular y peatonal en esta vía tan comercial, manifiesta la Municipalidad de Guayaquil en su cuenta de Twitter.

Una cuadrilla de aproximadamente 20 hombres    comenzaron los trabajos con la rotura de la calzada vieja, desde los dos puntos del tramo intervenido, cuya obra está en manos de la contratista Consorcio Toro, según el rótulo colgado por el Municipio. La fecha de inicio de la obra era el 27 de agosto de 2021, pero recién arrancaron los trabajos el pasado lunes, por un plazo de 210 días. La reconstrucción de ese tramo tiene un costo de 1 millón 196.237,60 dólares.

A Diana Espinoza le sorprendió ver la calle “destrozada” en su regreso a la ciudad. Desconocía qué realmente estaban realizando afuera del centro comercial donde labora.

Víctor Blacio, residente del sector, solo espera que los trabajos no se extiendan más de lo señalado por el Municipio.

“En el tema de estas obras, realmente no cumplen con el tiempo que indican y la ciudadanía es la afectada por el congestionamiento que se genera. Puede ser tolerable si se cumplieran los tiempos, pero lamentablemente se demoran más, y no se agiliza (...) soy un ciudadano que frecuenta esas zonas y nos vemos afectados por el tráfico vehicular”, señala Blacio.

El centro de la Alborada, desde Mi Comisariato hasta llegar a la agencia de El Universo siempre ha sido un suplicio, muy congestionado, corrobora el periodista Germán Vera, quien toma otra vía para llegar a su casa y evitar ese dolor de cabeza.

La Agencia de Tránsito Municipal (ATM) recordó que, por los trabajos en la Rodolfo Baquerizo, se realizó el cambio de rutas en las siguientes líneas:65, 121, 82, 125, 47, 64, 85, 131 y 143. Estas deberán desviarse o continuar por la Benjamín Carrión, luego girar hacia la avenida Isidro Ayora para finalmente tomar la avenida José María Egas y retomar su recorrido habitual.

Según se detalló en un comunicado, han facilitado el acceso a los moradores del sector y los vehículos de abastecimiento de los locales comerciales. La calle Demetrio Aguilera, desde la avenida Francisco de Orellana hasta la Rodolfo Baquerizo, se convierte en bidireccional, mientras duren los trabajos.

“Toca aguantar”, dijo en resumen María Sánchez, lideresa de la etapa 13 de la Alborada, quien señala haber lidiado con los “grandes problemas” que surgieron en el “pedacito” de la herradura que trabajó el Municipio, cuya obra concluyó el pasado martes. “Yo he oído a mis nietos que no pueden estacionar por ahí(Rodolfo Baquerizo), es un tramo largo, pero si están haciendo mejoras aguantemos para que salga algo bien”, recomienda.