La rosca de reyes que sorprendió a los visitantes del malecón
Es la más grande, hasta ahora, elaborada en la ciudad. Mide 8 metros de diámetro y 64 metros de perímetro. Su altura alcanza los 25 centímetros.
Adela Donoso salía de la iglesia San Francisco, ubicada en el centro de la ciudad, cuando vio que todos a su alrededor se apuraban para ir al malecón.
“No entendía qué pasaba ni qué había, y Navidad ya había pasado como para pensar que habría un show. Pregunté y me dijeron que estaba allá la rosca de reyes más grande de la ciudad. No lo creí, aceleré el paso y cuando llegué, sí, todo era cierto”, le contó a EXPRESO mientras se colocaba en la fila para ver el postre que, por primera vez en ese tamaño, la Panadería y Pastelería California ha hecho con el fin de que la tradición se asiente todavía más en las familias.
Me encanta que se hagan cosas tan grandes. Me desperté temprano solo para verla.
Juan Sotomayor, chef a cargo de la creación, llegó con su equipo (de casi 50 miembros) temprano al lugar para colocar el roscón de 20 metros de extensión, que habían elaborado previamente (desde el jueves). Este 5 de enero, que se desarrolló el evento, solo empataron las partes.
“Quisimos que la rosca, que está rellena de crema pastelera y tiene higos, cerezas, almendra, nueces, naranjas confitadas, salga perfecta”, explicó y aseguró que hace cinco año en Durán se hizo algo similar. “Eso sí, la rosca fue más pequeña. Esta pesa 15 quintales”, precisó.
Al lugar, donde hubo turistas como Estevan Mueller, de Canadá, que fotografiaban al roscón de más de 25 centrímetros de alto, desde todos los ángulos; ciudadanos como Enith Galarza llegaron desde el sector de la Gallegos Lara y Gómez Rendón, para probar un pedazo del tradicional dulce que se comparte cada 6 de enero, fecha en la que se celebra a nivel mundial el Día de Reyes.
A Julián Merizalde, quien se encontraba de casualidad en el malecón Simón Bolívar, le sorprendió también ver por primera vez un “postre tan gigante”. Él vive en Urdesa Norte y llegó al sitio con sus nietos para fotografiarlos junto al árbol de Navidad.
Ojalá que a futuro se haga un roscón aún más grande. La gente la consume, la tradición se expande.
“Cuando llegué, sentí el aroma a chocolate y canela. Me acerqué. Me olvidé de las fotos y los puse en fila para contarles la historia de la rosca, lo que significa. Y hacerles, de paso, probar un poco”. Dos de los siete con los que estaba jamás la habían probado.
Los visitantes esperan que cada año en Guayaquil se realicen actividades gastronómicas similares. “Eso fomenta la tradición. Sería espectacular si todos los pasteleros de la ciudad se unieran para hacer el pan de Pascua más grande. Qué locura sería todo”, agregó entre risas Karina Carpio, visitante.
