El rostro que pocos conocen de La Aurora
Falta un sistema de salud y seguridad, además de áreas verdes. Los residentes claman por obras de regeneración urgente
Un enorme contraste se puede observar en la parroquia La Aurora, en la vía Daule. Por un lado, se levantan las urbanizaciones llenas de áreas verdes, piscina y seguridad privada en cada garita; mientras que por otro lado, están las necesidades de cerca de doscientas familias que integran la parroquia "Pueblo de La Aurora", incrustado entre 56 ciudadelas cerradas; y que están ligadas a la falta de obras, sombra, parques, espacios que faciliten la convivencia y atiendan la salud.
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Leer másAl llegar al sitio, que cada vez es más visitado por los espacios gastronómicas y plazas que allí se han inaugurado, las necesidades saltan a la vista. Todos coinciden en que ahí “falta de todo”; de hecho, lo que más reclaman es el alto impuesto que pagan. “Pagamos como ricos y vivimos como pobres, no es justo que nos cobren tanto”, aseguró Pablo García, quien lleva más de 20 años en esa zona y asegura que nunca ha tenido un sistema de salud acorde a lo que se requiere.
“El principal problema es que no hay ningún centro de salud. Cuando alguien se enferma debemos ir hasta El Buijo o a Guayaquil, a La Puntilla (Samborondón), que está a escasos minutos de nuestras casas. Y allá solo hay clínicas privadas, nos cuesta más. En La Aurora no hay quién nos atienda”, se quejó.
La residente Rosa Villao cuenta que en una ocasión tuvieron la necesidad de auxiliar a una persona herida y fueron hasta El Buijo (Samborondón), pero lamentablemente no fueron atendidos. “Necesitábamos un doctor de urgencia y no nos quisieron atender porque no vivimos ahí. Tuvimos que ir hasta el hospital del Suburbio de Guayaquil para que nos atiendan. Fue un tormento”, recordó. Esa es una queja masiva.
Aquí no hay ningún hospital. Hemos tenido problemas y hemos tenido que viajar hasta Guayaquil para poder ser atendidos. Necesitamos urgente una ayuda.
Frente al parque central de La Nueva Aurora vive Jéssica Malo. Ella asegura que las cosas no son como antes. “En los últimos años, la delincuencia se ha desatado, es terrible. Vienen en moto y asaltan y en los últimos meses hasta casos de sicariato se ha reportado”, relató angustiada.
Según datos de la Policía, entre enero y febrero de 2021 se registraron 19 actos delincuenciales. En el mismo lapso del presente año se contabiliza 42, además de dos asesinatos al estilo sicariato, hechos que han sido publicados por EXPRESO. En todo el perímetro de La Aurora hay una Unidad de Policía Comunitaria, que debe resguardar a casi 150.000 habitantes.
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Leer másEn la calle Pesantes, una de las más transitadas, los padres aseguran que los niños han perdido la convivencia debido a la cantidad de consumidores de drogas que a diario recorren las calles.
“No se los puede dejar salir, esto se vuelve muy peligroso. Ellos tienen sus guaridas en cualquier esquina y se ponen a fumar”, denunció Cecibel Risco, quien observa además lo oscuro que es el sitio por las luminarias que no funcionan. “Aquí en el vial 6B arreglaron las luces de los postes, pero luego de una semana volvió la oscuridad. Hoy, nadie sale por las noches porque volvieron los drogadictos. Además que no hay áreas verdes donde recrearse. ¿La opción? Encerrarte en casa”, dijo molesta.
Frente a esta situación, el vocero del Municipio, Alejandro Cedeño, asegura que conoce de la necesidad médica, razón por la que desde el 2019 le han pedido al Ministerio de Salud les ceda la competencia para levantar un centro de salud, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.
Sobre la inseguridad que, agrega, tampoco es competencia del Cabildo, asegura que están trabajando e invirtiendo. “Hay pocos policías para una zona muy extensa, eso realmente le compete al Ministerio de Gobierno; sin embargo nosotros inauguramos la única UPC de la zona. Hay 40 policías de los cuales 30 están encargados de vigilar arrestos domiciliarios en la zona”, resaltó.
Sobre las obras de regeneración, Cedeño se limitó a decir que están y seguirán trabajando. Pero esta respuesta no complació a los vecinos, que dicen no querer más promesas sino acciones inmediatas y que son sencillas de ejecutar. Citan, por ejemplo, que se sancione a los dueños de los terrenos vacíos que permanecen con maleza y sirven de refugio a los delincuentes y han dado cabida a la construcción de casas de cartón para que, a la vez, vivan los consumidores; y se lance un proyecto para dar vida a un malecón y espacios de descanso frente al río.
La carencia es mucho más marcada en el sector de El Capricho, donde dos pequeños puentes peatonales de madera pone en riesgo a las familias. Uno tiene una placa corroída que, según los vecinos tiene al menos 20 años. Sus habitantes aseguran que no ha sido reparado a pesar del deterioro en el entablado.
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Leer más“Con tanto sol y lluvia esto en cualquier momento se cae. Uno debe pasar por aquí haciendo maniobras para evitar los huecos. Esperamos no ocurra una desgracia. Necesitamos ayuda urgente”, pidió Telmo López, un adulto mayor que se arriesga a pasar para llegar hasta su casa; y denuncia vivir además entre calles que, cada invierno, se repletan de lodo.