La ruta de las bodegas ilegales está marcada solo en la bahía
El Municipio dice que en el resto de la urbe no hay un estudio. Advierte que con una denuncia basta para identificarla
El aumento de las bodegas clandestinas, como lo ha venido publicando EXPRESO, es un problema común en Guayaquil, que no halla solución. Más aún porque el Municipio, como lo reconoce a este Diario, no sabe con precisión qué viviendas son usadas con este fin.
Municipio encuentra anomalías en bodegas clausuradas de la Bahía
Leer másHan dado seguimiento a los casos ubicados en el centro y la bahía, pero no en el norte de la ciudad. De allí, que solo pueden descubrir un caso, cuando ocurre un siniestro; como fue el caso de Urdenor, donde hubo un incendio en una “bodega” que almacenaba productos químicos.
Pero para encontrar un depósito ilegal, explicó a Diario EXPRESO Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil, se necesita de una denuncia ciudadana. “El problema principal es que estas bodegas clandestinas tienen una fachada de vivienda, por lo que la colaboración ciudadana es fundamental para informar a la ciudadanía sobre el peligro al que se exponen los vecinos”, explicó Narváez.
Pero los líderes comunitarios señalaron que esto es una función del Cabildo, el control debe ser al 100 % y no a medias. La labor no puede ser del ciudadano de a pie. “Es imposible que un morador sepa si ese depósito tiene o no los papeles en regla. Y obvio, este es un tema importante por el peligro de un incendio cuando no existen las seguridades del caso”, opinó Xavier Zurita, presidente del Comité del Barrio Garay.
En la bahía ya se han clausurado 160 bodegas
Leer másNo obstante, los moradores de urbanizaciones de Urdesa y de Urbanor han indicado a este Diario que hay casas que las están utilizando como depósitos. “No podemos determinar si han sacado los respectivos permisos, incluso algunas casas hasta lucen descuidadas. Sus fachadas tienen la pintura desgastada. Lo que se necesita es que sean las autoridades quienes realicen el control”, manifestó Tito García, morador de Urdesa.
Los habitantes del lugar tienen duda de una casa que queda en las calles Circunvalación Sur entre Ilanes y Jiguas, según denunciaron a este Diario.
Una vez que recibimos la denuncia ciudadana nuestro personal inmediatamente realiza el operativo respectivo para, de ser el caso, imponer la clausura a la bodega clandestina.
Pero a esto se suma la queja constante de los habitantes, respecto a que el trabajo que las autoridades realizan es insuficiente. En Urbanor, ya los vecinos se quejaron de haber hecho una y otra vez la denuncia, y que las autoridades vayan, clausuren y nada más. ¿El resultado? Que a los pocos días, y a veces a las horas, la bodega vuelve a abrir. De eso hasta da testimonio el Cuerpo de Bomberos, que regresó al día siguiente del incendio en Urbanor, porque todavía necesitaba investigar qué provocó el flagelo y ya encontró el sello de clausura violado, tal como relató en un artículo anterior este Diario.
Guayaquil: “Se denunció el peligro de un incendio en Urbanor”
Leer másSin embargo, más allá de solo identificar el local ilegal hay una necesidad para ayudar a legalizarlo, señalaron los líderes comunitarios consultados.
“Los ciudadanos no debemos solo cuidarnos del coronavirus, sino también de las bodegas clandestinas porque un incendio, sino es algo peor, nos puede afectar a todos. Pero se necesita que el Municipio realice una investigación en toda la ciudad y ayude a esos negocios a legalizarse, porque no se puede olvidar que faltan oportunidades para encontrar trabajo y estos locales son la solución que han encontrado quienes están sin empleo”, opinó Nicolás Jiménez, presidente de la Federación de Barrios Organizados de Guayaquil.
Es el Municipio que debe estar alerta a identificar las bodegas clandestinas, pero debe ser sensible a ayudar a legalizar esos negocios, porque para algunos es la salida a la falta de empleo.
Clausuran la bodega de químicos donde se produjo incendio
Leer másMas, no es fácil transformar una casa en una bodega. El Cabildo destacó que para ello se necesita mínimo de un área de 400 metros cuadrados, para que tenga entrada para carga y descarga de los productos, que cumpla con las normativas dispuestas por el Cuerpo de Bomberos y esté separado de las residencias. Por ejemplo, en Urbanor y Urdesa no se contempla dicho uso de suelo, por ser un sector residencial, agregó Narváez.
La zona que sí se ha estudiado y fue intervenida en diciembre del año pasado fue la bahía y su entorno comprendido entre las calles Colón hacia el norte, Cuenca hacia el sur, Malecón hacia el este y Noguchi hacia el oeste. En este sector son 211 inmuebles los clausurados y desalojados. Adicional a esto, hay otros 200 depósitos identificados en el centro.
Las autoridades municipales defendieron que sí mantienen permanente control, en especial en el centro de la urbe, para evitar la reincidencia de las bodegas clandestinas, como de otros usos no permitidos y que resultan peligrosas por el material que almacenan.
En esta parte de la ciudad son los mismos comerciantes legales quienes también vigilan que no regresen los depósitos ilegales, porque los afectan a ellos en las ventas.