IVAN CASANOVA, PINTOR (33109356)
Arte. Iván Casanova realizó hace tres semanas un nuevo mural en Urdesa.Amelia Andrade / Expreso

Guayaquil: La ruta de los murales, sin radar

La apuesta turística y cultural no está consolidada. A algunos artistas independientes les borran sus obras. En lo positivo, se trabaja en comunidades

En Guayaquil, una ciudad donde el gris ha estado plasmado en diversos vecindarios, la llegada de coloridos murales en los últimos años en zonas como Urdesa, La Garzota, Samanes o el suburbio ha permitido tener entornos más vivos. Esos avances, sin embargo, todavía no logran situar al Puerto Principal en una ruta turística que gire en torno al muralismo.

Esa realidad, en cambio, sí se cumple en ciudades como Miami, Bogotá, Medellín o Nueva York, que cuentan con espacios exclusivos para estas expresiones artísticas y que se han convertido en paradas obligatorias para los visitantes. En Guayaquil, llegar a esos niveles parece aún inalcanzable.

Así lo reconocen a Diario EXPRESO tres exponentes del arte urbano, quienes argumentan que esto se genera por diferentes motivos, desde la polarización cultural, falta de conciencia a este tipo de manifestación artística, o porque se coarta la libertad de expresión borrando alguna de las obras, concuerdan.

Aaron Torres es un muralista de la urbe. Independiente. Junto a sus colegas ha intervenido en diferentes espacios públicos, no solo con murales, sino también con frases que invitan a la reflexión de más de un peatón o ciudadano que va en el bus o en su vehículo.

MURAL

Guayaquil: Las voces femeninas que se cristalizan en murales

Leer más

Una de ellas decía “Nuestra cultura no cabe en sus museos”, y hacía referencia a que no todos los artistas son vistos como tales por el Municipio. “Estaba al sur, pero la borraron”, cuenta sobre la experiencia que le hace ver aún lejano el que la urbe tenga una carta turística en la que aparezcan todas las propuestas artísticas.

Imagen WhatsApp Image 2021-03-13 at 13.09
Exclusión. Un mural con esa frase fue borrado de Pradera. El muralista Aaron Torres la pintó de nuevo al norte de Guayaquil, en Sauces 8. Él critica que no haya apoyo.Cortesía

“Los artistas nos vemos obligados a hacer estas obras en lugares aleatorios. No es bueno que el Cabildo sea selectivo para esto, porque cuando al artista le ponen esos parámetros, su libertad se ve coartada”, afirma Torres, quien ha elaborado al menos 50 murales en diferentes sectores de la ciudad.

Los murales no son democráticos. Si bien la iniciativa de llenar de color a espacios deprimidos ha sido impulsada por la comunidad, artistas independientes o alianzas con empresas privadas, hay proyectos exclusivos con sello municipal, como los murales que forman la muestra A Cielo Abierto, en la calle Panamá; al igual de los seis que plasman la identidad de la cultura afro, propuestas surgidas recientemente.

Para Carla Bresciani, una de las representantes del muralismo local, y quien se suma al criterio de Torres, subraya que para que Guayaquil aproveche los murales que tiene (solo en Urdesa hay más de 40), la autoridad debe entablar acciones bajo la mirada inclusiva hacia los artistas urbanos.

MURALES EN LOS SAMAN (33111609)
Propuestas. En Samanes y La Pradera diferentes artistas han plasmado sus obras.JUAN FAUSTOS / expreso

“Es triste no tener un registro de murales en la ciudad. Y también que no haya memoria, pues algunos los borran”, se lamenta la joven, que ahora trabaja en proyectos comunitarios como ‘Mural Warmi’, empodera a las mujeres de sectores vulnerables de la urbe mediante el muralismo. “Seguimos en pañales. Hay que trabajar con personas que se especializan en esta rama”, acota.

Esa esperanza la comparten los artistas y ciudadanos como Luis Delgado, residente de la ciudadela la Alborada, en el norte, y quien ha notado el cambio de su barrio, ya que con la llegada de murales la comunidad no solo se une para cuidarlos sino que, asimismo, aleja de la delincuencia y se convierten en puntos de referencia.

MURAL EN LOS CEIBOS(32995994)

Vecinos de Los Ceibos rechazan el mural pintado por el Cabildo en el vecindario

Leer más

Sin embargo, hasta que eso pase hay artistas que continuarán expresándose en las paredes, como es el caso del guayaquileño Iván Casanova, quien lleva nueve años dedicándose a este arte y hace pocos días culminó un extenso mural, de unos 10 metros de ancho, denominado ‘Demon Cleaner’, en una esquina gris de Urdesa.

MURALES EN LOS SAMAN (33111625)
Efecto. Los artistas coinciden que la llegada de un mural hace que el entorno sea más vivoJUAN FAUSTOS / expreso

“Se trata de una chica en la naturaleza porque quería transmitir paz, ya que la gente está sensible por todo lo que ha pasado, pero esto demuestra que apenas se pinta un mural fuera de un taller, tienda u otro establecimiento, la gente comienza a frecuentar, tomarse fotos... En fin, anhelo que sí haya una ruta de los murales”, concluye.

  • No hay registros de cuántos murales hay en Guayaquil

Guayaquil no cuenta con un registro de cuántos murales hay y muchos artistas lo lamentan. Pese a ello, María José Félix, directora de Cultura del Municipio, es consciente que la intervención en el espacio público tiene efectos positivos, ya que se convierten en un medio de expresión de toda una comunidad. Asegura que uno de los proyectos que lleva al frente, ‘Letras Vivas’, busca apegarse a ese concepto. “Hemos hecho una búsqueda de paredes de formato grande para poner frases de literatura. Se han escogido 50 paredes y hasta ahora tenemos 25, en el sur, centro, hemos tratado de mapear la ciudad para hacer esta intervención”, puntualiza.

Adelantó a EXPRESO que en los próximos días se trabajará con muralistas en el proyecto ‘No estamos pintadas’, un trabajo de murales que tiene que ver con la “reivindicación de los derechos de la mujer”, y que estarán en diferentes zonas como en el puerto El Morro, la calle Salinas (18), entre otras