La sabiduría del adulto mayor se tomó la pasarela
Un desfile de moda realizaron miembros del Hogar Villa Esperanza 2. El evento fue organizado por alumnos del ITB. Hubo derroche de elegancia y experiencia
A pie o en silla de ruedas, sin miedo, con seguridad y actitud, una treintena de adultos mayores del Hogar Villa Esperanza # 2 demostró que para la moda, los años no son un límite; y que las enfermedades no son obstáculos para distraerse y sentirse útiles.
El adulto mayor quiere diversión
Leer másEn un escenario lleno de algarabía y rodeado con globos de colores celeste y blanco, los ‘abuelitos’ desfilaron por la alfombra roja, como parte del Geronto Fashion 2022, que se realiza con motivo de celebrarse el Mes Internacional del Adulto Mayor.
Sonriente y sosteniendo con una mano su bastón y con la otra a su cuidador, Amado Muñoz, se levantó de su silla de ruedas y caminó a paso lento sobre los siete metros de aquella alfombra. Saludó al público al que mostró su guayabera color beige y su sombrero de paja toquilla, en medio de la ovación y gritos de alegría de los presentes.
Amado tiene 100 años y, aunque es de pocas palabras, cuenta con voz baja a EXPRESO que este evento lo hace sentirse joven. “Una bonita experiencia que nunca olvidaré”, mencionó sonriendo, mientras sus ojos brillaron de alegría.
Después de él desfiló Pastora Lozano (75). Lo hizo montada en una silla de ruedas que empujaba su cuidadora. Como toda una modelo profesional, lanzó besos volados a los presentes, quienes admiraron su vestido floreado y una diadema de flores artificiales que destacó en su cabeza. “Esto me rejuvenece y me hace sentir bella. Creo que nunca es tarde para ser modelo”, bromeó, al señalar que el atuendo fue diseñado y confeccionado por ella, y que es una lástima que no tenga fuerza en sus piernas para caminar y poder mostrarlo totalmente.
Estoy contento de poder participar en estas actividades que distraen la mente y nos permiten compartir con otros compañeros. Uno se siente útil y joven.
Cada participante mostró su particularidad al desfilar por la alfombra roja, en lo único que coincidieron fue en la alegría que mostraron a su paso.
El adulto mayor necesita sentirse querido y estas actividades les da la oportunidad de desarrollar su parte emocional. Ver sus rostros felices es la mayor recompensa que uno puede tener.
Por ejemplo, Guido Caputti (83) se olvidó por un momento del quebranto que tiene en su salud y puso su mejor cara al momento de presentarse ante el público luciendo unas gafas oscuras, un sombrero y una camisa que tenía estampada la bandera de Guayaquil. “En la vida hay que sonreír y disfrutar de estos momentos donde todo es alegría”, reflexionó.
Las calles de Guayaquil y Quito, intransitables y egoístas con el adulto mayor
Leer másEl evento fue organizado por estudiantes de la carrera de Tecnología Superior en Atención Integral al Adulto Mayor del Instituto Universitario Bolivariano, quienes culminaron sus prácticas preprofesionales en este centro gerontológico que acoge a adultos mayores residentes o de tránsito.
Gema Mendoza, parte del equipo técnico del gerontológico, destaca este evento en el que se involucraron las personas de la tercera edad. “Es bueno que ellos participen de ciertas actividades para que despejen sus mentes y se sientan queridos. Esto les hace subir la autoestima”, aseguró.
Leonor Loaiza, alumna del ITB y organizadora del desfile, resalta el aprendizaje obtenido durante el tiempo que compartieron con los abuelitos. “La sabiduría de sus años vividos ha aportado en nuestro diario vivir”, destacó, al resaltar que trabajaron en el fortalecimiento no solo de la parte cognitiva y motriz, sino también de su entorno psicosocial y emocional.
Al final del evento, todos saltaron a la pista; esta vez, para dar a conocer sus dotes de bailarines.