En Samanes 1 se unen para combatir la droga y el hampa
Los vecinos han invertido más de $ 6.000 en controles de accesos automáticos. El Municipio no atiende el pedido de iluminación del bosque del sector
Los robos y asaltos son una preocupación constante para los vecinos de la ciudadela Samanes 1, norte de la ciudad. Debido al miedo a la delincuencia han tenido que tomar sus propias medidas de protección para evitar que los ataquen.
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Leer másDesde el año pasado, los residentes del sector se unieron para adoptar acciones en contra del hampa. Crearon controles de acceso automático a la ciudadela, colocaron cámaras de videovigilancia, luminarias y alarmas comunitarias en cada casa y sector.
También instalaron un cerco provisional con el fin de que motociclistas no alteren la paz, ya que, dicen, en estos vehículos se movilizan delincuentes y consumidores de drogas. La inversión asciende a $ 6.000, que ha sido costeada por ellos.
Roberto Samaniego, presidente del Comité Cumbre de Samanes 1, comenta que a través de las cámaras de videovigilancia han constatado cómo los delincuentes operan en la ciudadela. “Los robos los realizan a mano armada y se movilizan en motos, al igual que en vehículos sin placas”, explica, al manifestar que gracias a la incorporación de estas estructuras el barrio ha tenido un mejor respiro.
Sin embargo, el problema no ha sido superado del todo, ya que, según menciona, aún falta por controlar el acceso al Bosque Seco Tropical que en 2021 fue declarado como la primera área de conservación y suelo sustentable de la ciudad, donde hay centenarios árboles y en su tierra se hallaron restos de la cultura Chorrera.
Queremos que haya más patrullaje policial. Nosotros estamos colaborando con los controles de acceso a las zonas aledañas a nuestras viviendas, pero el resto está desprotegido.
“Allí se siguen registrando hechos de brujerías por parte de personas desconocidas que aprovechan que este sitio permanece abierto todo el día para venir a cometer actos que van en contra de la moral”, manifiesta el líder del sector, quien reconoce que en las mañanas y tardes hay vigilancia por parte de agentes metropolitanos, pero su estadía no abarca las noches, que es cuando se presentan los contratiempos para la comunidad.
“Es por ello que como comité barrial pedimos a la Municipalidad que elabore un control de acceso al bosque. No queremos que ingresen personas a tener sexo o a delinquir, como lo hacían antes, cuando algunos de los árboles eran usados como altares y en la parte baja se encontraban animales muertos. Queremos vivir en paz y armonía”, subraya.
El acceso al bosque seco tropical siempre debe estar vigilado. Los metropolitanos cumplen su tarea en las mañanas, pero en las noches no hay nadie que controle la zona.
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Leer másEn la ciudadela no existe una Unidad de Policía Comunitaria (UPC); el único local que hay debe atender a Guayacanes y las siete etapas de Samanes. “Necesitamos control policial y patrullajes constantes, especialmente durante las noches, para tener un poco de calma”, menciona Gonzalo Paredes, otro residente.
Necesitamos mayor iluminación en la zona, especialmente en las vías de acceso al bosque seco tropical que a partir de las siete de la noche permanece oscuro y es un peligro para los residentes.
El también integrante del comité reitera que hay pocos policías para la zona, situación que es aprovechada por los antisociales para meterse a las casas abandonadas para drogarse. “Cuando los uniformados llegan por las llamadas que hemos hecho, los pillos se saltan por la parte donde no hay uniformados, ya que las viviendas tienen doble salida, por el patio y por el frente. Queremos tener una UPC cercana”, enfatiza.
Además, por la ciudadela circulan motos y en estas andan los delincuentes. La mayoría tiene acento extranjero, según cuentan quienes han sido sus víctimas.
Según datos de la Fiscalía, en lo que va del año se han presentado 800 denuncias por asaltos a personas, 600 por robo a domicilios y una cantidad similar a locales comerciales; pero los residentes aseguran que son mucho más, ya que algunos hechos no son contabilizados porque los perjudicados no presentan las quejas respectivas.
Según la Fiscalía, los atracos se dan en horas de la noche y madrugada, versión que coincide con la de los residentes que sufren cada día las consecuencias de la inseguridad.
El espacio público dificulta la accesibilidad inclusiva
Leer másManuel Arias, habitante de la ciudadela, informa que la semana pasada, delincuentes no identificados dejaron amarrados, debajo de las escalinatas del sector, a dos taxistas a quienes habían asaltado en la vía principal. “En este lugar siempre roban y asaltan a quienes transitan a pie o en carro. También vienen a dejar a las víctimas que atracan en otros lugares. El sitio se presta para eso, ya que es oscuro”, puntualiza.