Samanes 4: La lluvias agudizan el riesgo de 70 casas junto a una zanja
La tierra sigue cediendo en el canal 31 de ese sector. EXPRESO vuelve a recoger la queja de los vecinos que anuncian protestas en las calles
Los residentes de las manzanas 401, 408 y 415 de la ciudadela Samanes 4, norte de Guayaquil, tienen una pesadilla que viven despiertos y no han podido quitarse de encima desde hace más de una década. Las fuertes lluvias han revivido el peligro de que sus casas se desplomen en cualquier momento.
La inseguridad, el mal que los guayaquileños quieren quemar
Leer másAl igual que en julio del año pasado, EXPRESO recogió nuevamente la queja de los vecinos que exigen la construcción de un ducto cajón o de un talud de protección en la ribera del canal de drenaje 31, para evitar que el terreno ceda constantemente y ponga en riesgo las 70 viviendas que colindan con la zanja de aguas lluvias que divide a Samanes de la ciudadela Guayacanes, del costado de la avenida Isidro Ayora.
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“Tenemos temor de que nuestras casas se vengan abajo. Vivimos rezando para que esto no suceda. Con las lluvias la zanja se desborda y la tierra se desmorona, poniendo en peligro nuestra integridad y nuestros bienes”, señala preocupada Jannina Carrera, presidenta del consejo barrial de Samanes 4.
Los malos olores que emana la zanja obliga a los vecinos a cerrar puertas y ventanas, la erosión daña las paredes traseras de las casas colindantes. El muro del parque central está colapsando y los vecinos exigen la construcción de un talud.
— Diario Expreso (@Expresoec) July 4, 2022
Ella y otros residentes se comunicaron con EXPRESO para informar sobre esta situación, que ha sido dada a conocer a las autoridades municipales por más de una década, a través de un sinnúmero de oficios. No obstante, dicen que ya se hartaron de no ser escuchados y por ello anuncian que saldrán a las calles para demandar, una vez más, la solución a este problema que no los deja dormir tranquilos.
El impulso de los barrios para el nuevo año
Leer másLa medida anunciada surge luego del desmoronamiento de tierra que se produjo la semana pasada, que derivó en el desprendimiento de un tramo de acera de las calles Olaf Holm e Isidro Ayora, precisamente al pie de la mencionada zanja, donde ahora se observa una parte de cemento hundida.
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“Nos han tenido como la pelota de un lado a otro. Ni en la administración municipal de Jaime Nebot ni en la de Cynthia Viteri recibimos la ayuda que buscamos por muchos años. Pero tenemos la esperanza de que el alcalde electo, Aquiles Álvarez, se entere de nuestras necesidades y cumpla con nuestros anhelos una vez que se posesione”, recalca la dirigente comunitaria.
En 2021, la Dirección de Gestión de Riesgos municipal aseguró a EXPRESO que la erosión del canal no representaba peligro para ninguna persona, ni vivienda asentada en zonas aledañas.
Saldremos a las calles para exigir la construcción de un ducto cajón o un muro de contención para evitar que colapsen las casas que están junto a la zanja.
Sin embargo, Espléndida Franco asevera que sí hay casas que presentan fisuras en las paredes posteriores y que han tenido que ser reparadas en más de una ocasión.
Parque Samanes: entre la destrucción y el olvido
Leer másElla es una de las propietarias y asegura que más de una vez ha reforzado sus paredes debido a las grietas que se han formado por la humedad. Otros vecinos no han corrido con la misma suerte, pues afirma que hay casos en que los muros han colapsado, por lo que ha sido necesario volver a construirlos.
“Pedimos soluciones urgentes, ya que el agua está haciendo que la zanja se haga cada vez más ancha. ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? ¿Será que las autoridades esperan que suceda alguna desgracia para recién actuar? Aquí hace falta prevención”, cuestiona.
Las autoridades municipales se olvidaron de nosotros. Durante muchos años les hemos pedido la solución a los problemas de la ciudadela, pero nunca fuimos escuchados.
Marcos Sánchez, otro residente, recuerda que hace dos años, técnicos del Municipio realizaron una inspección in situ y en su informe indicaron que se trata de un asentamiento generado por el socavamiento natural del terreno.
Menos calles por más seguridad
Leer másEl análisis de la situación fue trasladado a la concesionaria Interagua, para que considere un revestimiento del canal de aguas lluvias. Posteriormente sería remitido a Emapag para el financiamiento de los trabajos.
“Todos se tiraron la pelotita y finalmente nunca solucionaron nuestro problema”, lamenta, al informar que recién en enero de 2023 la Subdirección de Estudios y Proyectos respondió que el requerimiento de Samanes 4 no consta dentro de su planificación, pero que será incluido en programaciones futuras que deben ser aprobadas y autorizadas por la máxima autoridad municipal, luego de lo cual se procederá a la inclusión para su posterior ejecución.
La zanja origina muchos problemas. También nos obliga a cerrar puertas y ventanas para evitar los malos olores. Allí hay mosquitos y ratas que pueden ingresar a nuestras viviendas.
“Esto es una tomadura de pelo, ya que la administración actual está por terminar su periodo y nos tocará volver a realizar los pedidos para que la nueva los analice. No es justo que hayamos perdido nuestro tiempo”, se queja Sánchez.
En medio de esta problemática, Roberto López, otro de los residentes afectados por la zanja, muestra a EXPRESO los daños que presenta su vivienda.
Indica que debido a las filtraciones en las paredes, siempre existe un olor a humedad dentro de la casa y que cada seis meses debe pintarla, porque la pintura ‘se sopla’ o se desmorona.
Esos gastos los asumen los residentes y muchas veces no están dentro de su presupuesto.