Santa Elena rechaza no ser más un sitio de paz ni para vivir ni vacacionar

Angustiados y hastiados de que Santa Elena no sea más esa provincia que da paz a sus habitantes y turistas. Así están los peninsulares frente a los delitos y actos de violencia, pues solo en lo que va del año se registran 31 sicariatos. Algunos, teniendo como testigos a niños.

Los delitos, reportados en barrios, ciudadelas y espacios públicos y turísticos, causan alarma social y han obligado a las familias, tal como pasa ya en Guayaquil, a encerrarse. “Lo que estamos viviendo jamás lo vimos venir, ni siquiera podemos salir a comer. Caminar por el malecón, correr con tus perros, ir de la mano de tus padres, resulta imposible en los tres cantones, que por décadas fueron vistos como zonas para vacacionar y vivir en libertad. Eso quedó en el olvido”, señaló Cristian Torres, morador de La Libertad.

Si bien la Policía en reiteradas ocasiones ha dicho que las muertes violentas son selectivas y surgen como respuesta a la guerra que existe entre las bandas, a la comunidad poco o nada le importa ya ese discurso.

“Si esa gente se matara entre ellos o en terrenos escondidos del mundo, sería otro el caso. Pero el problema está en que eso nunca pasa, que hay víctimas colaterales, que hay secuelas, que el miedo está sembrado”, se quejó Juliana Robles, quien habita en Chipipe, a una cuadra del local donde cuatro hombres, todos armados, llegaron para desvalijar a los clientes.

Para el activista social Fabricio Tamayo, llegó la hora de poner un alto a lo que se está viviendo. Por eso ha iniciado la campaña ‘Yo quiero caminar sin miedo por mi ciudad, yo quiero a Santa Elena segura’, la cual incluye la realización de una caravana motorizada que se realizará este domingo. La salida será desde el malecón de Salinas y culminará en el cerro El Tablazo, en Santa Elena. Los alumnos de la Universidad Península de Santa Elena se sumarán al acto en una marcha.

La ciudadana Suanny Ramírez caminará para exigir respuestas a los alcaldes. “Los elegimos para que gobiernen por la paz. Es hora de que actúen. Nos están matando”, comentó.

Frente a esta situación, el gobernador de Santa Elena, Fulton Anchundia, dijo que está al tanto de la problemática, pero defendió que se está trabajando. “Han llegado 90 nuevos agentes y sumamos ya 600 uniformados. Es verdad que faltan muchos, pero seguimos gestionando para que sean más”, expresó.

Los alcaldes de los tres cantones (Salinas, La Libertad y Santa Elena) señalaron que han instalado alarmas comunitarias en los barrios. Y en el caso de Salinas, el primer edil, Daniel Cisneros, aseguró que están trabajando en operativos de la mano de las Fuerzas Armadas. Pero para el ciudadano, ninguna de esas medidas sirve.

“La obligación de los alcaldes es iluminar, librar del abandono a los barrios, darles vida, a fin de que la gente salga y recupere su vida. Hoy eso no pasa, pero a ellos les da igual”, opinó Lorenzo Carvajal, de Salinas.