Seis docentes al hospital, tras una huelga de hambre en Guayaquil
Fueron atendidos de urgencia luego de estar siete días sin comer. Los maestros plantean seguir en la lucha hasta logran cambios
Diecisiete profesores empezaron la huelga de hambre, pero al momento solo quedan 11. Kenny Loor y otros dos compañeros fueron los que ayer debieron ser retirados. Loor, en una ambulancia. Esto luego de que presentara mareos, dolores de cabeza y calambres en el estómago, como resultado de no haber ingerido alimentos por más de 160 horas.
La salud de los maestros en huelga de hambre comienza a deteriorarse
Leer másEl domingo anterior, otros tres docentes que integran la lista de los que ya no están, se retiraron en circunstancias similares. Todos fueron rumbo al hospital.
Frente a esta situación, Hilario Beltrán, representante de la Unión Nacional de Educadores (UNE), hizo un llamado a las autoridades para exigir que se respete el derecho a los profesores, que es la razón por la que una vez más se hace esta huelga de hambre. “Estamos cansados, antes hicimos otra huelga y nos escucharon, luego pasó el tiempo y volvieron a hacer lo que les da la gana con nosotros. Ahora haremos lo que tengamos que hacer para ser escuchados”, expresó el dirigente que espera que la Corte Constitucional este 12 de mayo ratifique la vigencia a la reformas a la LOEI y la equiparación salarial, lo que ya se dispuso en el 2021.
Si bien esto último es el fin principal de la huelga, que tiene lugar en las afueras de la Plaza San Francisco, en el centro de Guayaquil; con su acción, los docentes prevén conseguir además la reinserción laboral de los docentes que fueron desvinculados en la pandemia, y que haya una evidente mejora en las unidades educativas en estado de abandono.
Maestros inician una huelga de hambre en defensa de la vigencia de la Ley de Educación
Leer másMaría Eugenia Rodríguez, vicepresidente provincial de la UNE, confiesa que su familia le ha pedido que no continúe con este acto, pero ella asegura a EXPRESO que se mantendrá firme en la lucha. “Nuestro estado físico desmejora cada día. Ya no podemos ni hablar ni movernos bien, pero de aquí no nos iremos. Eso lo juro. Pasé un atípico día de las madres, sin comer nada y lejos de mi familia, pero estamos firmes, y no hay quien me haga cambiar de opinión”, dijo la docente; que permaneció ayer sobre una colchoneta, debajo de tres carpas para resguardarse del sol.
Este jueves, los agremiados realizarán una marcha pero a nivel nacional para exigir sus derechos.