De seis a siete heridos semanales por explosivos en Guayaquil
La Fundación Ecuatoriana de Quemaduras y Clínica de Heridas realizó su campaña y agasajo para prevenir las quemaduras por juegos pirotécnicos.
Jimmy Peñaherrera jamás se atrevería a darle juegos pirotécnicos a sus hijos porque sabe la dolorosa recuperación de una quemadura. Ricardo, su niño de 6 años, tuvo un accidente hace un año y parte de su cuerpo fue afectado por colada caliente.
Aunque las heridas que lastimaron a su hijo no fueron hechas por la pirotecnia, está consciente de que esta puede ser mortal y no está dispuesto a arriesgar la seguridad de su familia.
Por eso, el padre de familia se unió ayer a la IX Campaña de Prevención de Quemaduras que realiza, desde hace nueve años, la Fundación Ecuatoriana de Quemaduras y Clínica de Heridas (Ecuaquem). Hubo una fiesta navideña.
Priscila Alcócer, directora técnica de la organización, comentó que este año, como parte de la campaña, también se agasajó a los niños que han sido atendidos por la fundación. En un evento que se desarrolló en sus instalaciones de 09:00 a 14:00, hubo participaciones artísticas relacionadas a la prevención de quemaduras por explosivos, y entrega de regalos a los niños.
Queremos evitar que compren estos artefactos que causan mutilaciones, amputaciones, pérdida de visión, auditiva, entre otra afecciones.
Detalló que, en los últimos meses del año, cada semana atienden entre 6 y 7 pacientes con quemaduras por pirotecnia en Guayaquil, una cifra que considera elevada.
Alicia Suyón es una, de los 35 integrantes que tiene la fundación. Ella llegó desde Perú hace seis años, desesperada desde que su hijo sufrió una quemadura. Desde su país la trasladaron al Ecuador y se quedó para ayudar en Ecuaquem. Piensa igual que Jimmy, que una quemadura no se la desea ni a un enemigo, por eso es parte de la campaña para que otros puedan prevenir un accidente durante estas fechas.
Víctor Hubo Alcívar, miembro fundador de la organización, comentó que uno de los objetivos que han tenido desde que se organizaron es tener un plan de emergencia para quemados. Es decir, que las instalaciones de salud mejoren sus protocolos para recibir a pacientes que han sufrido de este tipo de heridas.
Esto nació desde que hubo el incendio en la Cámara de Comercio (julio 2012), cuando notamos que no había un sistema de emergencia.
Insistió en que la mejora en la atención deriva en una mejor calidad de vida para alguien que ha padecido quemaduras.
