Caso morgue: nadie se hace responsable de las anomalías

¿Quiénes fueron los responsables de que en junio cerca de un centenar de cadáveres o más se pudrieran dentro de un contenedor del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses por 23 días? ¿Quiénes dieron la orden para que abrieran las puertas del contenedor y los gases tóxicos, que emanaron de este, contaminaran la zona? ¿Por qué no se han cumplido los protocolos? De estas y más preguntas, aún la entidad no da abiertamente las respuestas.

El miércoles 24 de julio, a las 15:00, se tenía previsto que se iniciara la mesa técnica con los responsables del Servicio de Medicina Legal y de la Dirección Nacional de Investigación Técnico-Científica Policial (Dinitec), pero empezó 30 minutos después, debido a que el Servicio de Medicina Legal no permitía el ingreso de la prensa. Los asambleístas Marcelo Achi y Camilo Salinas, integrantes de la Comisión del Derecho a la Salud y el Deporte, tuvieron que intervenir para que EXPRESO pudiese hacer la cobertura, que previamente la Asamblea le había autorizado.

Tanto Milton Zárate, director general del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses; como Cristian Echeverría, jefe de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased) de la Zona 8; William Borja, jefe de Criminalística de la Zona 8; y Jorge Torres, jefe de la Unidad Legal de la Zona 8, explicaron cómo es el proceso que la entidad debe aplicar para el tratamiento de los cuerpos. Ninguno transparentó el motivo de la negligencia, como varios médicos que fueron consultados por EXPRESO la calificaron.

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Al inicio tampoco se pronunciaron, por iniciativa propia, al respecto, hasta que los legisladores tuvieron que insistir. Ferdinan Álvarez, asambleísta independiente, preguntó: “¿Cuáles fueron esos nudos críticos que originaron (el problema), en junio, cuando a través de los medios de comunicación se denunció aquello?”. Achi, asambleísta del Partido Social Cristiano, fue enfático al preguntar “¿por qué se dio esto?, ¿cuáles fueron los causales?, ¿qué falló?, ¿por qué se hacinaron cadáveres?”. “Eso es lo que queremos saber”.

Por su parte, Salinas, legislador del movimiento Construye, inquirió más a fondo: “Es importante saber quién es el responsable, quiénes son las personas que estaban de custodia de ese contenedor, si hubo responsables, qué hicieron, qué mantenimientos y supervisión se implementaron para que se garantice la operatividad de estos contenedores, qué tiempo dan las autoridades competentes para que puedan hacer las inhumaciones rápidas”. Asimismo, “como le dije al general (Zárate) en su debido tiempo, nosotros como Comisión de Salud queremos saber quién es el responsable; (...) no porque son cadáveres no nos importan”.

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A estas preguntas, Zárate volvió a hablar de los procesos por otros casi cuatro minutos, como preámbulo para decir que “no podemos decir que alguien fue (y) dañó las instalaciones, es cuestión del funcionamiento, más allá del mantenimiento”; pero al tramitar el mantenimiento “se crea un desfase entre el repuesto que tenía que hacer...” y se dañó el contenedor. Luego, “lastimosamente, en esos días de la reubicación (de los cadáveres) nos comienza a fallar otro contenedor”.

También afirmó que la alerta había sido emitida por la Policía. No obstante, hasta el 11 de junio pasado que EXPRESO denunció este caso, el Servicio de Medicina Legal aseguró, a través de Alejandra Pérez, coordinadora técnica de la entidad, que la pestilencia que la ciudadanía denunciaba era por el “proceso natural de las personas fallecidas, derivados de su conservación”, y lo que sucedía era una variación de la temperatura del contenedor, pero sí valía.

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Por otro lado, Pérez también dijo a EXPRESO que el daño fue producto de “los cortes de energía”, lo cual fue ratificado en un comunicado que publicó la entidad en su cuenta de X; pero ahora, Zárate y Gabriela Díaz, subdirectora del Servicio de Medicina Legal, reconocieron que allí “no hubo cortes”.

¿Qué dice la policía?

Sobre estos temas, el personal policial no dijo nada. Luego, recorrieron las instalaciones del Centro Forense Guayaquil.

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