Los siete ‘pecados’ de Salinas en el turismo
Falta de infraestructura, informalidad y ausencia de cifras traban el objetivo La planificación es el primer paso, según expertos
Santa Elena tiene potencial. Su importancia turística no es una mera percepción, pues según datos de la Coordinación General de Estadística e Investigación del Ministerio de Ambiente, en el carnaval de 2019 la Península ocupó el primer puesto en el ranking de visitas del país, seguida por Manabí y Pichincha.
Sin embargo, líderes del turismo no creen que, al menos en uno de sus principales balnearios, Salinas, se estén enfocando los esfuerzos correctos en camino de convertirlo en el cantón bandera del turismo en la costa. Ideas que se fundamentan en hechos como el polémico desfogue de aguas lluvias negras en la playa San Lorenzo el lunes pasado. EXPRESO hace una recopilación, sobre la base de esas declaraciones, de los siete ‘pecados’ que comete Salinas y que dificultan su despunte turístico.
1. OBRA SANITARIA
Salinas es vulnerable al invierno. Tanto solo el 15 % de su cabecera cantonal cuenta con un sistema de alcantarillado pluvial. Y los sistemas de aguas residuales en todo el cantón alcanzan apenas el 40 % de cobertura, según datos de la empresa que gestiona estos servicios, Aguapen-EP, publicados ayer por este Diario.
Desde el punto de vista de Oton Arboleda, expresidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, esa falta de infraestructura es una de las tantas falencias que tiene el cantón. “Cuando llega el invierno, tenemos una ciudad inundada e insalubre porque los sistemas no sirven. Eso influye inmensamente en el turismo”, argumenta.
2. VIALIDAD
El Plan de Desarrollo Territorial de Salinas 2014-2019 muestra que el 59,27 % de las vías de ese cantón se encuentran en mal estado; el 20,60 %, en estado regular; y el 20,13 %, en óptima calidad. Zonas residenciales como Costa de Oro, Las Conchas, Dunas Municipales y Concepción viven en una constante queja por la falta de arreglo del sistema vial.
Los datos, según Arboleda, se evidencian tan solo con dar un paseo por los alrededores de Salinas. “Solo las calles principales están asfaltadas, el resto vive con lodo y piedras”. La importancia, según el también ingeniero civil, radica en que el turismo requiere de una movilidad adecuada para desarrollarse. “Es fundamental tener algo tan básico como las vías de comunicación”, señala.
3. FALTA DE CIFRAS
Alfonso Baste, presidente del Comité Cívico de Salinas, sostiene que no se han actualizado los estudios para conocer la carga turística que soporta el cantón. “Eso es lo primero. Si no se tienen cifras, no es posible adecuar servicios básicos, ni seguridad, ni parqueo...”, explica.
Holbach Muñeton, presidente de la Cámara de Turismo del Guayas, coincide con Baste. “Es importante saber quiénes llegan a Salinas, qué quieren de ese cantón, cómo lo ven, conocer qué consumen; y los que no van, por qué no lo hacen”, dice. Aquello puede resolverse si el Municipio empieza a tomar en cuenta a la academia, para que aporte con estudios y sugerencias, agrega.
Arboleda coincide con ese planteamiento. “Lamentablemente no se ha caracterizado al turista. El sector público se ha enfocado en la actividad productiva, que también da trabajo a gente. Sin embargo, esos recursos los usan en hacer canchas, festivales absurdos, que no se revierten en dar mejores servicios”, apunta.
4. INFORMALIDAD
Según Baste, del Comité Cívico, uno de los grandes problemas de Salinas tiene que ver con la falta de orden en las playas, con respecto a la informalidad. “Hay, por ejemplo, gente que se hace pasar por masajista y le roba al turista. Tampoco hay una garantía del proceso que siguen los vendedores ambulantes para preparar alimentos seguros. Lo mismo sucede con los parasoleros, que saturan las playas de carpas, pese a que hay una ordenanza para evitar que los coloquen si no están en uso”.
5. INSEGURIDAD
La falta de control policial, evidenciada en fin de año durante los enfrentamientos entre la policía y un grupo de vándalos que atacaron a los uniformados con botellas. Según un informe del Comité Cívico de Salinas, la inseguridad se evidencia también en el escándalo público que protagonizan carros ‘tunning’ hasta altas horas de la noche, sin el debido control. Para Baste, el problema radica, una vez más, en los pocos datos que existen para saber cuál es el contingente necesario para asumir el manejo de la seguridad en el cantón.
La @PoliciaEcuador nuevamente queda como INEPTA no aprendieron nada de fin de año y permiten desmanes en el malecón de #salinas pic.twitter.com/nqvYWXYZuX
— 👨Ⓜ️🅰️✝️♌🅰️☪️🅰️👨 (@matraca2018) February 24, 2020
6. PLANIFICACIÓN
Doménica Barahona, especialista en Política Turística, insiste en la planificación como el primer paso hacia el despunte turístico de Salinas. Señala que es necesario llevar a cabo estudios de la oferta y demanda turística. Asimismo, realizar la gestión y promoción del destino, proceso que debe incluir la implementación de políticas turísticas, ordenamiento territorial, planes de desarrollo turístico, programas de fortalecimiento para prestadores de servicios turísticos y crear una guía turística.
Con la planificación, explica Barahona, es posible cambiar el enfoque de Salinas. “Se hacen actividades marino-costeras, culturales; pero no se ha pensado en un enfoque sostenible. Probablemente por eso es que nunca se ha pensado, por ejemplo, en una certificación de playa. Con una certificación, ni locos harían lo que se hizo el lunes pasado”, sostiene.
7. VOLUNTAD POLÍTICA
Más allá de todos los aspectos que se deben resolver en el cantón Salinas, con miras a potenciar el turismo, líderes sociales, empresarios y miembros de organizaciones turísticas consideran que el cambio depende únicamente de la voluntad política. “Tenemos un alcalde que ha sido reelecto. Ya sabe los problemas. Pero no están acostumbrados a buscar soluciones”, piensa.
No sabemos quiénes van a Salinas y quienes no van. No se sabe por qué la gente va y por qué no va. Una cosa es llenar Salinas y otra cosa es dinamizar la economía del cantón.
Comenzamos a sumar, una cosa tras otra, y nos damos cuenta de la irresponsabilidad que ha habido con el cantón. No es posible atraer al turismo si no hay condiciones sanitarias, seguridad...
El sector público no tiene ni idea. Santa Elena tiene todo el potencial para convertirse en uno de los destinos más importantes, sin embargo somos la última rueda del coche.