El silencio del centro lo hace dormitorio de más indigentes
El problema es más evidente a partir del cierre del comercio por el coronavirus. Los residentes piden atención para recuperar la vida del sector
El centro de Guayaquil se ha convertido en un inmenso dormitorio que alberga cada vez más indigentes. La problemática no es nueva, pero se ha incrementado después de la llegada del coronavirus y el cierre obligado de decenas de locales comerciales, según advierten los pocos residentes que tiene aún la zona, quienes lamentan que cada vez esté más desolada. Agoniza comercialmente.
"Esperamos que con la nueva regeneración renazca la calle Panamá"
Leer másEn los últimos años, quienes vivían allí optaron por migrar, abriendo mayor espacio para el comercio y el alquiler de oficinas y bodegas, tal como lo ha contado EXPRESO en artículos pasados.
Ahora, ante tal escenario, hay más indigentes que buscan formar una cama con cartones o colchas al pie de los negocios que han cerrado. Solo el miércoles pasado que este Diario hizo un recorrido por el sector, en la Plaza San Francisco había al menos unas veinte personas en situación de calle en esas circunstancias.
La indigencia que hay inquieta. Es un tema que analizaremos en la Mesa Técnica con el Municipio, debe ser parte de la recuperación económica que se busca.
Y el panorama preocupa. Sobre todo porque, como explica Holbach Muñeton, presidente de la Cámara de Turismo de Guayas y de la Federación Nacional de las Cámaras Provinciales de Turismo, la situación afecta al turismo y a la economía del sector. “El centro poco a poco se ha ido perdiendo”, piensa, coincidiendo con decenas de peatones y residentes de esta zona, que advierten además que cada vez está más insegura.
“La medida solo hará que Guayaquil se ahogue más”
Leer másSaber cuántas son las personas que duermen en las calles de Guayaquil es un dato que aún se desconoce, pero en el que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) está trabajando. Irene Gutiérrez, de la unidad Intergeneracional del MIES, señaló que es necesario actualizar datos de las personas adultas mayores habitantes de calle, ya que el último diagnóstico fue realizado por la entidad en el año 2013 y para ese entonces el total ascendía a cerca de 230 personas en esa condición. Ahora, coinciden los consultados, la cifra es mayor.
Para Muñeton, esta problemática será uno de los temas que se presentarán en una mesa técnica que se ha formado entre los gremios de turismo y el Municipio.
por ciento
es la tasa de pobreza en Guayaquil, la más alta del país, según datos del INEC.
La Nueve de Octubre, un boulevard turístico con baldosas dañadas
Leer másEl centro de Guayaquil se estanca en el rojo https://t.co/pdCAhB3uQS
— Lina Zambrano (@linacecibel) August 27, 2020
“Queremos transformar la avenida Nueve de Octubre y la calle Panamá en áreas peatonal y turística. Vamos a analizar cómo solucionar el problema de la indigencia. Cuando ellos (los indigentes) se acercan a quien camina por el lugar, hay temor de ser asaltado, y eso aumenta la sensación de inseguridad y no permite que los comercios que están abiertos tengan más clientes”, manifestó Muñeton.
Es necesario que las empresas privadas y públicas trabajen juntas para crear lugares donde puedan vivir los indigentes y que también tengan un trabajo digno.
Sin embargo, a juicio de los residentes, este problema no es tan fácil de erradicar. Dos miembros del Comité Pro Centro de Guayaquil, Karina Gálvez y Silvia Vélez, concordaron en que no se trata solo de sacar a los indigentes de la zona, sino de que las empresas privadas y públicas se unan para crear un lugar donde estas personas puedan vivir. Pero es necesario dar un paso más y ofrecerles un trabajo digno, de tal manera que con el tiempo puedan dejar el albergue temporal.
El gran balcón de la música
Leer másCoronavirus: “El centro de Guayaquil ahora está más muerto” https://t.co/cHO4xaJVDZ
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“Buscamos que el centro de la ciudad resurja comercialmente y que sea un referente turístico; pero no se trata solo de sacar de allí a estas personas, sino de que exista un programa que atienda sus necesidades”, reiteró Vélez.
Agregó que el pasado miércoles salió por primera vez desde que inició la cuarentena, y en la calle Chimborazo vio a otras personas en situación de calle. “Se ha incrementado el número de los indigentes nacionales y extranjeros. Ahora son muchísimos”, dijo Vélez, al hacer hincapié en que su presencia genera algo de temor.
Hay que solucionar el problema de la indigencia, porque este problema estanca a la ciudad y no permite que resurja como se viene buscando con varias obras.
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Leer másUna opinión similar tiene la residente Eduarda Solórzano, quien vive desde hace 30 años al pie del malecón Simón Bolívar y añora aquellos días en los que, recuerda, se podía caminar por todo el centro, sin preocuparse.
“Décadas atrás, podía ir por un café tranquilamente a cualquier punto de este, el corazón de la ciudad, y no me preocupaba. Ahora no puedo hacerlo, al menos no muy temprano o pasadas las 19:00. Y no solo porque el sitio está desolado, sino porque sus calles se han llenado de indigentes, chamberos y adictos que tienden a ser violentos”, lamentó.
Que tristeza ver tanta pobreza e indigencia en las calles de Guayaquil...
— Salomé. (@lyn_olarte5) July 12, 2020
Los parches, insuficientes para devolver la prioridad al peatón
Leer másLas moradores del centro señalaron las calles donde se ha incrementado la presencia de indigentes y entre ellas constan: Escobedo, Baquerizo Moreno, Chile, Pedro Carbo, Vélez, Luque, Ballén, Chimborazo y la Nueva de Octubre. “Por ejemplo, en la calle Chile hay mal olor, basura y ropa tendida todo el tiempo. No place caminar por allí. Hay indigentes que son drogadictos, que son los más violentos e incluso los que roban”, indicó José Tabares, quien tiene 30 años viviendo en Pedro Carbo y Nueve de Octubre.
La Pradera 2 tiene peatonales que demandan regeneración
Leer másA él, al igual que a Solórzano, le deprime ver cómo su vecindario se ha ido apagando. “El centro era vida, lo tenía todo. Cómo extraño tanto esos días...”, agregó, haciendo énfasis además en el mal olor que se percibe en el entorno. Esto debido a que los postes, bancas y árboles del sector son usados como baños públicos.
Han pasado tres horas del recorrido por el casco comercial. Son las 11:00. Las calles donde hay locales cerrados están solitarias. Son escenas de un centro que aún lucha por recuperar su brillo comercial.