El silencio de Viteri empieza a hacer ruido en la sociedad
Gremios periodísticos, abogados y expertos en comunicación critican la postura municipal. El caso del arbitraje de la aerovía sigue sin respuesta
Obras estancadas. Silencio. Paralización de la Troncal 4. Silencio. Terrenos de Joaquín Villamar en vía a la costa. Silencio. Trapeado de Guayaquil. Silencio. Letras Vivas. Silencio. Caso cortina de agua en la entrada de vía a la costa. Silencio. Mensaje a la nación de una alcaldesa. Silencio.
Si hay algo que Cynthia Viteri hizo como alcaldesa de Guayaquil estos tres años es callar ante las investigaciones de Diario EXPRESO. Hubo momentos en que el silencio fue sepulcral y momentos en que se la veía dando extensas y cómodas entrevistas sobre los temas que este medio ha investigado en otros medios de comunicación.
Cuando no hacía ninguna de las anteriores, el Municipio desde sus redes lanzaba distractores, aclaratorias y hasta organizaba ruedas de prensa, como lo hizo cuando se publicó la investigación de los terrenos de Joaquín Villamar en vía a la costa, comprados en pandemia, cuando él era su esposo, y de cuya transacción ella dijo, después de la publicación, y de mandar a este equipo a hablar con la madre del mencionado, que no sabía nada.
La historia se repitió este año con casos como los contratos a su actual esposo, Juan Carlos Váscones, publicista del correísmo y quien fue beneficiario de varios contratos en esta administración, o del tan mencionado caso Vallas, del que hasta ahora se desconoce a los responsables.
Deberíamos preguntarnos si debemos seguir confiando en los que buscan cortinas de humo para desaparecer sus fechorías cuando el pueblo exige transparencia.
Y este diciembre se repite la historia, ya tradicional, cuando de Viteri, sus concejales y sus funcionarios se trata al hablar de temas tan delicados como un posible arbitraje internacional contra el Cabildo y la Autoridad de Tránsito y Movilidad, que le podría costar a esta urbe más de $ 20 millones.
A gremios periodísticos les resulta alarmante el silencio. César Ricaurte, director de Fundamedios, explica que es claro que estamos ante un incumplimiento de la obligación de la alcaldesa Viteri de rendir cuenta de sus actos, de las críticas que pueda hacerse a su gestión y de posibles actos de corrupción.
Debería haber respuestas frente a lo que se cuestiona. Estos casos en los que los funcionarios se niegan a dar cuentas se ha hecho una constante y es un grave retroceso a la institucionalidad y la democracia.
Creen que no deben dar cuentas. Hacen lo que les da la gana porque no hay autoridades que los hagan responder. Vivimos una crisis democrática. La debacle absoluta del Poder Judicial.
Igual piensa Verónica Larrea, coordinadora de la Red de Periodistas Libres. La no respuesta institucional implica una restricción del acceso a la información y, por ende, constituye una vulneración a la libertad de expresión, reconocida tanto en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como en el artículo 13 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
“El acceso a la información pública también incluye el derecho de petición ante organismos del Estado, a fin de acceder a la información indispensable para la exigencia de políticas efectivas, la lucha contra la corrupción y la defensa de los DD. HH. Por tanto, desconocer este derecho resulta condenable”, opina.
La experta en comunicación política y catedrática universitaria, Carla Haro, recuerda que algunos de los escándalos de esta administración fueron sacados a la luz hace un año, mucho antes de que inicie este nuevo proceso electoral. “Por eso es obvio que la actual administración municipal busque la forma de silenciar a cualquier persona o institución que quiera exponerla”.
En comunicación de crisis, aunque se dice que el silencio no es estrategia, sí es utilizado como una herramienta cuando el señalado no tiene toda la información a su favor.
Mauricio Alarcón es director de la fundación Ciudadanía y Desarrollo, una entidad que vigila la transparencia del sector público. Resalta la importancia de la investigación periodística. “Es fundamental para transparentar una gestión”, dice, y, como el resto, cree que el silencio es inaceptable.
“Que callen solo es una muestra de la opacidad existente con el manejo de temas sensibles y de recursos públicos, donde más bien deberíamos tener un Municipio frontal y absolutamente abierto al escrutinio. Esos silencios, en lugar de incomodarnos, lo que hacen es preocuparnos. Son temas vinculados a la falta de integridad y sospechosos de malos manejos en la gestión pública municipal”, cree.
Los abogados Xavier Flores y Pedro Granja ya ven como tradicional el silencio. El primero explica que ya no sorprende que ante las investigaciones del Diario callen. El segundo, que es una forma del Partido Social Cristiano y de esta alcaldesa “de demostrar que son intocables, que no tienen absolutamente nada por qué responder”.
El Municipio debería dar respuestas frente a lo que se cuestiona. El silencio en este tipo de casos es un grave retroceso a la institucionalidad y la democracia.
También César Cárdenas, coordinador del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, piensa eso. “Viteri cree que puede manejarse con impunidad e incumplimiento. El silencio significa encubrir sus faltas, sus fallas y sus malos manejos. Lo más triste de todo es que no hay autoridad que controle, ni regule ni sancione. Estamos indefensos frente al abuso”.
La ATM, el Municipio y el administrador de la aerovía tienen más de una semana sin responder a este medio sobre el arbitraje internacional.
