La solidaridad de 30 migrantes guayaquileños que traspasa millas y los cielos
Son de la misma familia, viven en Estados Unidos y cada uno forma una alcancía que abre en Acción de Gracias. El dinero lo donan a los enfermos
Un grano de arena sí forma una playa cuando se une con otros granos. En la práctica, es lo que piensan 30 migrantes guayaquileños que llevan más de 30 años viviendo en Estados Unidos, y que por 20 años han puesto en práctica la costumbre de ahorrar durante un año para, en diciembre, donar ese dinero a los enfermos o a los huérfanos.
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Leer másConvencidos de que la mano izquierda no debe enterarse de lo que hace la derecha, en la entrevista con EXPRESO solicitaron que no se publique cada uno de sus nombres, entonces en esta nota se los identifica como los migrantes solidarios. “Porque el acto de solidaridad no lo hacemos para presumir, sino porque nos duele lo que pasa en Guayaquil, donde las personas están sin empleo y en los hospitales no hay medicina. Además para nosotros este es un acto cristiano y buscamos simplemente ayudar”, explica una de los miembros. En el grupo todos son del mismo árbol genealógico.
En Guayaquil, la hermana de ellos, Yadira Martínez, abogada, es quien se ha encargado de ubicar a las personas necesitadas en los hospitales. “Cada año mis hijos, nietos, hermanos, sobrinos y cuñados que viven en Estados Unidos ahorran durante un año para el día de Acción de Gracias ver el monto reunido y decidir a quién donarlo. Muchas veces he tenido la tarea de ir a la oficina de las trabajadoras sociales de los hospitales en Guayaquil para determinar a quién ayudar”, explica.
En el aprendizaje social, que consiste en ver el ejemplo como patrón de conducta, insta a copiar la acción cuando el otro se identifica con ese acto de altruismo.
Recuerda que un año el personal médico le indicó que se ayude a un niño que había quedado huérfano en un accidente de tránsito, y la satisfacción ha sido saber que recuperó su salud. “Él quedó al cuidado de un tío”, agrega.
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Leer másEste año el dinero fue donado a Vicky, una niña de un año de edad que necesitaba realizarse una operación en México para salvar su vida. Solo la intervención médica costaba más de 150.000 dólares, los padres de la pequeña contaron el drama que estaban viviendo por las redes sociales y medios de comunicación.
La bebé nació con una malformación genética, sin el orificio anal, por lo que por una sola vía orinaba y hacía su evacuación de los desechos biológicos, lo que ponía en riesgo sus riñones y podía morir.
Hay alegría cuando existen personas solidarias. He visto también a guayaquileños que hacen cenas para los que viven en la calle. Esto anima y enriquece el espíritu.
Sumando el aporte de los migrantes solidarios con otras donaciones fue posible hacer la operación de 10 horas a Vicky, en la actualidad se recupera en un hospital de México. Luego de ello necesitará más intervenciones médicas, la historia de la niña se actualiza cada día en Instagram en ‘todosconvictoria’. El día que se redactó este artículo, Vicky ya estaba de alta y debía estar unas semanas más en México para los debidos controles médicos.
millón
de emigrantes ecuatorianos, un 43 % está en EE. UU. y 35 % en España, según la ONU.
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Leer másPero los migrantes solidarios no solo han apoyado a los guayaquileños. “Un año enviamos el dinero para que compren regalos a los huérfanos en Azuay y otro año el apoyo fue para una persona con cáncer que vive en Estados Unidos. La mayoría de las veces el dinero lo mandamos a Guayaquil, pero si nos enteramos de una emergencia de otra persona no importa dónde viva, nos reunimos, analizamos los casos y vemos quién requiere con emergencia la ayuda”, dice una de las personas que también forma la alcancía.
Agrega que aceptó que se revele este plan familiar con el fin de que otras personas se inspiren y también lo puedan hacer, y sientan la alegría de ayudar y traspasar las millas y los cielos con actos de solidaridad y bondad.
Agradezco la donación que hicieron los migrantes solidarios. Es una bella y noble acción que tienen cada año para ayudar a quienes necesitamos.
El ejemplo de esta familia lo dieron los padres (Colón y Mercedes), mientras que vivieron siempre ayudaron, al punto de que en Guayaquil, Yadira Martínez, en un acto adicional, cada diciembre va a Santa Lucía a donar juguetes y comida para los niños.
Lo destacado en esta historia es que todos son trabajadores regulares, a ninguno le sobra el dinero, lo que tienen es la actitud para ser solidarios.