El hospital León Becerra, en riesgo de cerrar sus puertas: ¿cuál es la razón?

La situación que atraviesa el hospital León Becerra, situado en el sur de Guayaquil, es crítica. En su fachada principal, sobre la calle Eloy Alfaro, lucen leyendas de trabajadores que reclaman sus sueldos, que no han sido cancelados desde hace más de 1 año, mientras que al cruzar por los pasillos también figura la angustia y desazón. Estas se reflejan en protestas internas.

Son 4 millones de dólares que debe el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a esta casa de salud y esto es lo que no permite estar al día en el pago de sueldos de los trabajadores, y de igual manera con los proveedores. Esto ha conducido a que en el sitio haya desabastecimiento y malestar.

Así lo detalla a EXPRESO Ricardo Koenig, presidente de la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, regente del hospital. “Esto tiene un solo causante: el Gobierno, porque es la autoridad máxima”, puntualiza.

El hospital corre el riesgo de cerrar

Admite que, en el peor de los casos, el hospital tenga que cerrar sus puertas. Y da los argumentos. “Si no puedes pagar a trabajadores, no tienes para comprar insumos, para mantener la atención entonces cuál es el sentido de abrir...”, cuenta durante la entrevista realizada por este Diario, este miércoles 23 de octubre, y en la que detalló que los servicios que se ofrecen han disminuido, y son todas las áreas.

Explica que más del 90 % de los pacientes que recibe en el hospital son afiliados al IESS y recuerda que aquella alta ocupación se ha ido disminuyendo porque la falta de pago hace difícil tener insumos o medicinas. Según Koenig, son 14 meses los que se les deben a trabajadores, y la respuesta que ha recibido cuando ha hecho la gestión con las máximas autoridades es una frase: “No hay plata”.

Dice que ha tenido acercamientos con los dos últimos gobiernos (Guillermo Lasso y Daniel Noboa), y que también la situación la conoce Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del IESS. “El que tiene la definición es el presidente de la República (que) tiene que ordenar al IESS que pague a los prestadores de servicios externos del país para que puedan seguir dando el servicio de salud”, agrega.

Lo que entra en el hospital sirve para cancelar las planillas de servicios básicos. Por ejemplo, una reciente fue del servicio de agua por 2.000 dólares, y esto teniendo en cuenta que apenas tiene un 8 % de ocupación cuando registraba un 80 %.

Los trabajadores se pronuncian a través de una protesta

Actualmente, hay 240 empleados en el León Becerra, pero desde que se intensificó la problemática una treintena de estos ya se han ido. La angustia que atraviesan los trabajadores los ha movilizado a ejecutar plantones y dejar enmarcado sus reclamos en cartulinas. Coinciden que ya no pueden más y que han llegado a su límite.

Freddy Barrera participó ayer en una protesta dentro del hospital. Estuvo acompañado por otros compañeros y aseguró que son 17 meses que están impagos y están desesperados.

¿Cómo sobreviven? “Yo vivo con mi suegro; mi casa tuve que dejarla porque no tengo para el alquiler; otros venden bolos; otros están endeudados por préstamos... Hemos llegado al límite de hacerle reclamos al patrono (...) a nosotros apenas nos dieron tres quincenas. ¡No podemos! ¡Hemos aguantado demasiado!”, exclamó Barrera al recalcar que continúan trabajando por el respeto a la salud.

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Otro punto que lamentaron los empleados es que hay espacios, como la farmacia, en las que faltan medicinas, insumos en áreas y hasta ambulancias.

Al respecto de este tema, EXPRESO escribió a personal de Comunicación del presidente del Consejo Directivo del IESS para conocer algún pronunciamiento, pero hasta el cierre de este artículo no hubo una contestación.

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