La tala que todavía aguarda respuesta en Guayaquil
Solo seis de 15 concejales han pedido el informe técnico que avala esta acción. Guayaquil tiene déficit de árboles y los pocos que hay el Municipio los corta sin control
La tala de árboles que ejecuta el Cabildo en varios sectores de la urbe indigna a la ciudadanía, que sigue esperando una respuesta de la alcaldesa Cynthia Viteri sobre la existencia del estudio técnico que respalde esta acción que deja sin sombra a la ciudad, que la hace más de cemento y que deja a las aves a la intemperie.
Durante toda la semana anterior, Diario EXPRESO consultó por diferentes medios a los 15 ediles sobre esta problemática que afecta a Guayaquil, tomando en cuenta que la ciudad aún no cumple con los estándares internacionales de requerimiento de áreas verdes por habitante (9 metros cuadrados por persona).
Ciudadano: “La Alcaldía de Guayaquil mató la identidad de Samanes” https://t.co/GQ6QlSNJKG
— Jonathan Cedeño (@jtcedeno) May 6, 2022
No obstante, hasta el cierre de esta nota, solo seis concejales indicaron haberse involucrado en el tema, mientras que los demás guardan silencio frente a la tala de árboles, que no puede ser una opción; y que en caso de ser necesario, debería ser la última medida.
La concejala Lídice Aldás asegura que en julio del año pasado alertó y habló con la Dirección de Áreas Verdes sobre la necesidad de atender urgentemente las plagas que afectaban el arbolado de Sauces, Samanes y Alborada, a lo largo de la avenida Benjamín Carrión.
Realicé recorridos con líderes de la comunidad que alertaron del problema de los árboles. La información la trasladé a la dirección correspondiente”.
Frente a lo sucedido la semana pasada en Samanes 1, norte de Guayaquil, donde nueve árboles fueron cortados, dijo que ha pedido a las direcciones municipales que le hagan llegar copia del informe técnico sobre cuál fue el tratamiento que se aplicó después de la alerta y conocimiento de la plaga que los afectaba.
“He pedido el informe que justifique la tala de los mismos, fecha y soportes de la socialización con la comunidad del documento que acredite esta acción”, manifiesta.
Paralelamente, indicó que ha solicitado a la Comisión de Ambiente que revise el tema y que reciba a representantes de la comunidad con experticia y conocimiento del cuidado del arbolado, quienes sugieren alternativas de tratamiento para salvar otros árboles del sector con afectaciones similares. “Cualquier posibilidad que permita preservar nuestros árboles debe ser escuchada y apoyada”, recalca.
Se necesitan más áreas verdes que mejoren la salud de la ciudadanía. Pediré un informe para tener más elementos y debatir el tema en el Concejo Cantonal.
El concejal Terry Álvarez también rechaza la tala de árboles y la falta de información que existe en el Concejo sobre este tema. “Ni la Dirección de Áreas Verdes ni la alcaldesa nos informa cuándo y dónde se van a cortar los árboles. Nos enteramos por los mismos ciudadanos que nos hacen conocer el problema”, explica, al reconocer que en la ciudad hay árboles deteriorados con algún tipo de plagas y sin hojas, que deberían talados porque cumplieron su ciclo de vida.
Álvarez asegura estar preocupado por la tala sin una dirección técnica. “Pediré un informe para tener más elementos y debatir el tema en una sesión de Concejo”.
He pedido a la alcaldesa que informe por qué se siguen talando árboles y cuál es la política de reforestación existente”.
A estos pedidos también se suma el edil Héctor Vanegas, quien ha solicitado a la alcaldesa que informe de qué manera se va a paliar el daño que ha sufrido la ciudad y cuál es la política de reforestación. “Lamentablemente ella direcciona los pedidos a los departamentos respectivos y desde allí nunca hay una respuesta”, reprocha.
En una urbe densamente poblada se necesita de al menos 14 árboles adultos por habitante. Guayaquil, según organizaciones ecológicas, tiene 4, es decir que hay un déficit de 10 troncos por persona.
En cambio, la concejala Luzmila Nicolalde asegura que cada vez que se tala un árbol, por razones lógicas y con estudios técnicos, inmediatamente se siembra otro de especie nativa que no esté afectado por plagas.
“Existe un informe técnico que indica qué árboles en determinada zona requieren ser talados porque significan riesgo para la integridad de las personas y daños a la propiedad privada”, sostiene.
Los pájaros buscan inmediatamente otra morada y se habitúan a otros árboles. Cada vez que se tala uno, se siembra otro inmediatamente”.
Sin embargo, ni la comunidad ni el resto de concejales conocen el contenido de este documento.
Algo similar afirma el edil Alfredo Montoya, quien subraya que todos los árboles se talan con permisos y con los estudios respectivos. “Los árboles se talan porque están enfermos, con plagas, porque sus raíces están dañando las calles. Allí se los corta para plantar nuevos”, puntualiza.
Mientras que Nelly Pullas lamenta que por desconocimiento se tergiversen las acciones tomadas, dando la impresión de que el Municipio actúa de manera arbitraria y unilateral. “Trabajamos con activistas, grupos de ecologistas y con toda la comunidad”, argumenta.
Por cada árbol que se tala, el Municipio planta especies nuevas en otros sitios o traslada el árbol a un nuevo lugar”.
He atendido los pedidos ciudadanos respecto a este tema, y se ha actuado con criterio técnico para generar las soluciones del caso por parte del Municipio.
Sin embargo, los vecinos donde se ha presentado este problema aseguran que ellos nunca fueron tomados en cuenta. Y añaden que siguen sin conocer el mencionado informe técnico del que hablan los últimos tres concejales, con el cual se han amparado las autoridades municipales para continuar talando los pocos árboles que tiene la urbe.
