El toque de queda no lo cumplen ni los talleres, ni los bares clandestinos
Entre ayer y hoy, hubo sancionados. La comunidad hace un llamado a aumentar el valor a pagar por la sanción
Continúan los fines de semana de confinamiento y con ello, el número de infractores que rompen o hacen caso omiso al toque de queda, se siguen multiplicando. Esta vez, las zonas donde hubo incumplimientos fue la Isla Trinitaria y Los Esteros.
El Municipio clausura la recicladora de Colinas de la Alborada, pero esta abre otra vez
Leer másEn ambos sitios, personal de la Dirección de Justicia y Vigilancia y uniformados del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Guayaquil, junto a la Policía Nacional, llevaron a cabo un operativo de control; que dejó como resultado la clausura de dos talleres y una tienda en la Isla Trinitaria. Estos locales estaban abiertos y atendían al público. Además se retiraron a vendedores ambulantes de las calles, por incumplir el toque de queda que rige desde las 20:00 del viernes hasta las 05:00 de este lunes.
En Los Esteros, en las cooperativas Santiaguito de Roldós y Plan Techo, se desalojó en cambio un mercadillo instalado en la vía pública. A los dueños de los negocios legalmente constituidos se los sancionó con un Salario Básico Unificado ($ 400).
Mientras que la noche del 7 de mayo, 40 delegados de la Dirección de Justicia y Vigilancia junto al Gobernador del Guayas, Luis Chonillo, la Intendencia y la Policía Nacional, realizaron otro operativo.
Durante la jornada se retiro a las trabajadoras sexuales de la calle 17 y a las personas que deambulaban por la avenida 9 de Octubre.
Guayaquil: La calle forzada a ser vitrina de placer se llena de delitos https://t.co/WPEOeOaKi6
— Blanca Moncada Pesantes (@Blankimonki) April 13, 2021
464 personas detenidas en la segunda semana de toque de queda
Leer másEl jefe de Delegados de Justicia y Vigilancia, Luis Ávila, informó que en la calle 17 clausuraron un frigorífico que pasadas las 20:00 no quería cerrar sus puertas. Lo mismo se realizó con un bar clandestino.
En la calle Ayacucho encontraron otro bar clandestino que también fue clausurado por el Municipio, mientras que la Policía Nacional decomisó el licor. A los propietarios se los sancionó con el pago de uno a siete salarios básicos.
Para habitantes, como Tahís Vélez, es necesario que las autoridades de control fijen sanciones todavía más severas. "Este tipo de actos, el hecho de burlarse de las normas, se vienen dando desde que inició prácticamente la pandemia. Estas personas se burlan del resto, al igual que quienes van a estos lugares. ¿Qué hacer? Sancionar más. Enviarlos a la cárcel. Está claro que poco a nada les importa como estamos", señaló.
Una opinión similar compartió Venus Montalván, habitante de la séptima etapa de la Alborada. Para ella, hablar, tener sanciones leves o amenazar con que se actuará "en una próxima mes" de una forma más fuerte, no sirve de nada. "Si nadie actúa ahora, las normas seguirán tomadas como un chiste. ¿Eso queremos? Las autoridades deberían pensarlo. Porque tenerle pena a quien sigue viviendo una fiesta, pese al dolor y cuidado ajeno", sentenció.