TERMINALTERRESTRE
Cerca de las boleterías, los usuarios usan el piso como sitios para descansar.FREDDY RODRÍGUEZ

El Municipio niega que falten asientos en la terminal, alega que fueron reubicados

La respuesta llega tras las denuncias del usuario publicadas en EXPRESO. La administración alerta que hará campañas informativas sobre el caso

Luego de que EXPRESO publicara un reportaje que mostró el descontento de los usuarios que acuden a la terminal terrestre Jaime Roldós Aguilera, en el norte de Guayaquil, por no tener ya espacios para sentarse cerca de las boleterías; el Municipio respondió a este Diario asegurando que, contrario a lo que denuncia el ciudadano, sí hay lugares para sentarse pero en otras áreas.

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“Con la nueva administración en la Terminal Terrestre de Guayaquil, hemos reubicado bancas y llevado a cabo un proceso de mantenimiento y mejora en nuestras salas de espera. Esto tiene como objetivo prevenir aglomeraciones y mejorar la circulación de viajeros y usuarios cerca de las boleterías. Nuestra terminal cuenta con 7 salas de espera estratégicamente ubicadas cerca de las salidas de buses hacia distintos destinos del país. Estos espacios ofrecen comodidad y seguridad, con servicios como wifi gratuito”, explicó la entidad; que aseguró que están haciendo campañas para que los usuarios conozcan de estas salas, que disponen en total de más de 100 sillas y están ubicadas en los niveles 1 y 2, cerca de los andenes de embarque.

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Que la zona de boletería, donde por años estuvieron ubicadas las bancas, está exclusivamente destinada para la compra de pasajes, advirtió.

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Sobre este punto, la ciudadanía asegura, por un lado, la información ha sido nula a tal punto de que los asientos pasan desapercibidos; y por otro, alegan que son tan pocos que siempre el área está llena.

“En los pisos donde están además el entorno no suele estar del todo limpio. De allí que la gente baja u ocupa mejor el patio de comidas, que ahora está a reventar. Algo definitivamente entonces está fallando. Falta control y faltan espacios más amigables para los usuarios que a veces pasamos 2, 3 horas en el lugar antes de embarcar”, señaló Diego Lozano, guayaquileño que trabaja en Manta y se moviliza en las unidades que salen y entran de la terminal.  

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