La terminal de vía a la costa arrasó con árboles del bosque

Una nueva obra municipal levanta alertas en el sector de vía a la costa, esta vez por una tala de árboles en el terreno donde está prevista la construcción de la terminal terrestre de esa zona.

El Municipio tiene el proyecto de edificar otra sucursal, la tercera luego de la de Pascuales, en esa área. La estación proyecta acoger al menos siete cooperativas y su inversión supera los nueve millones de dólares. Además, está estipulado que movilice a 1,2 millones de pasajeros al año.

Como muchos de los proyectos del Municipio, se critica la falta de socialización. Las denuncias de que entraba maquinaria hacia el cerro, a la altura del paradero informal de vía a la costa, donde se construirá la terminal, llegaron por redes.

Las lanzaron varios ambientalistas. Una de ellas, Andrea González, que el 20 de julio publicó un video de la tala en ese terreno, que de acuerdo a un recorrido que hizo EXPRESO en la zona ya muestra una depredación basta de naturaleza.

“Siguen llegando videos de la tala de bosque seco (el bosque en mayor peligro de extinción del mundo) para la construcción de la terminal Villamil, frente a los Ceibos. Seguimos esperando el plan de socialización y de recuperación de arbolado”, escribió la ingeniera en Medio Ambiente.

“El poco bosque seco que le queda a Guayaquil no tiene amparo. ¿Dónde está el plan de socialización? ¿El inventario de árboles? ¿A dónde fueron los “trasplantados” Ceibos? ¿Van a sembrar cuántos árboles y de qué tamaño? Los cerros de Chongón y Colonche, en Guayaquil, son apreciados solo por ecologistas y deportistas. El Municipio no mueve un dedo para su conservación”, dijo.

En una entrevista con EXPRESO, González contó que desde el jueves de la semana anterior recibió las denuncias de ciudadanos sobre el tema, y que al menos ocho árboles fueron los afectados, pero el que se llevó la peor parte fue un ceibo de más de 30 años.

“Tuvieron un desfase enorme con este tema. Es un gravísimo el error de comunicación a pesar de que el proyecto cuenta con los permisos ambientales del Ministerio de Ambiente”, asevera González, al recordar que esta área conserva un ecosistema muy delicado y en el que habitan especies en peligro de extinción, como el papagayo de Guayaquil.

Al respecto, el Cabildo, que aún no responde a EXPRESO, especificó a la ambientalista en un comunicado que se trascolocarán especies nativas a parques urbanos. También se detalla que el ceibo no podía ser trasplantado ya que su reubicación “afectaba permanente” su sistema radicular, imposibilitando su posterior desarrollo, por lo que la Autoridad Ambiental autorizó su remoción y dispuso la compensación de 25 árboles de la misma especie, que serán ubicadas en vía a la costa.

Sobre este punto, González dice que el daño ya está hecho. “El Municipio dice que se sancionó al contratista, pero sería mejor que tengan cuidado. Son cosas que no se dicen a tiempo y por eso no reciben la aprobación de expertos”, asevera.

Aunque la terminal apenas empieza a construirse, el Municipio contrató un proceso de $ 2,2 millones para obras preliminares en el terreno en diciembre de 2019. De allí que haya trabajos en la zona ahora.

En la documentación del Portal de Compras, se muestra un plan de manejo ambiental, de 52 páginas. En uno de esos puntos se insta a armonizar el diseño de la edificación y aprovechar el entorno, potenciando la integración del paisaje. Aunque el Cabildo debe respuestas, y a juzgar del aspecto actual del terreno, y de que ya hay una sanción, esto no se cumplió.

No es la primera vez que el Municipio está envuelto en un escándalo de este tipo. Cuando se construyó la aerovía, la estación de la Espol arrasó con el edificio patrimonial y taló un ceibo de décadas que estaba allí. Algo similar pasó en la Atarazana, cuando llegó la regeneración y, más recientemente, en Colinas de la Alborada, los trabajos municipales de carácter vial se llevaron el arbolado de la mayoría de vecinos, que hoy viven sin sombra.

A esos antecedentes se suma uno que resulta irrisorio para algunos activistas. Cuando se hizo viral el video de la iguana caída en la vía luego de que protestantes tumbaran un árbol en Las Lojas, la Alcaldía fue la primera en reaccionar y rechazar esa acción.

La misma Alcaldía que, hasta hace poco, planeaba construir una pista hacia el aeropuerto sobre el Bosque Protector Cerro Blanco y una estación de basura en medio de urbanizaciones y centros de estudios, también en vía a la costa.