La Torre Morisca reabre sus puertas desde hoy después de dos años de pandemia
Ciudadanos exigen que la promocionen para que la historia no se pierda
Que ya era momento de su reapertura y anhelan que la promocionen para que se multipliquen las visitas y no sea vista como un adorno, como muchos la consideran. Así concuerdan diferentes ciudadanos tras enterarse de que la emblemática Torre Morisca, también conocida como Torre Del Reloj, ubicada en la 10 de Agosto; reabre desde hoy 23 de mayo sus puertas, tras dos años de pandemia, en el horario de 10:00 a 17:00.
Desvíos viales y cierre de calles por desfile del 24 de Mayo
Leer más“Es un ícono de Guayaquil y deberían fomentar eso: que la gente la conozca. A diario la observo, por mi trabajo, pero no hay información sobre cómo recorrerla por dentro”, argumentó Eduardo Briones, habitante de La Joya.
Un comentario similar soltó Laura Mendoza, comerciante del sector, y quien prometió visitarla el próximo fin de semana. “Voy a ir con mi familia y aprovecho para pasar por la calle Panamá. La torre no solo debe ser un accesorio del Malecón 2000”, subrayó.
De acuerdo con la Dirección de Gestión y Promoción Cultura, que tiene a su cargo la torre, un guía contará la historia y anécdotas de esta joya urbana de 30 metros de altura, que fue construida a partir del 1 de agosto de 1930 e inaugurada el 24 de mayo de 1931.
Con esta acción, el organismo apunta a que la ciudadanía cuente con un espacio de “sano esparcimiento”, a propósito del feriado del Bicentenario por la Batalla del Pichincha.
Según relatos, este reloj público fue puesto en venta varias veces por cuenteros, uno de ellos fue Sigifredo Dante Reyes, conocido como el cuentero de Muisne.
Para Paúl Robles, quien habita en la ciudadela 9 de Octubre, urge que sitios icónicos de la ciudad sean más tomados en cuenta, a fin de que consten en el mapa turístico de Guayaquil. “Este lugar, los museos que tenemos, incluido el naval; los bustos en honor a las figuras representativas del Puerto Principal..., todo eso debería ser promocionado, pero bien, no solo a través de volantes que se pierden. En Guayaquil, la Alcaldía no le da la importancia debida a la historia, y mientras eso pase, todo irá quedando en el olvido”, sentenció.