Tricimotos ilegales: una batalla que la ATM no gana ni frena

Circulan a alta velocidad, en sentido contrario, ingresan a las avenidas principales pese a estar prohibido, y hasta son utilizadas para cometer actos delictivos. Son algunos de los escenarios que se repiten en diferentes puntos de Guayaquil y que tienen como protagonistas a las tricimotos informales.

Aunque esta problemática no es nueva y EXPRESO la ha hecho visible en reportajes anteriores, una vez más la comunidad, usuarios, representantes de cooperativas y dueños de estas unidades homologadas solicitan que el contratiempo se haga público para ver si finalmente las autoridades hacen algo. “La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) no ha podido darle una solución de forma definitiva. Hacen falta controles, mano dura, sanciones. Estamos hartos”, coinciden.

Jorge Hernández, presidente de la Cooperativa de Transporte de Tricimotos Esperanza, ubicada en el kilómetro 8,5 de la vía a Daule, frunce el ceño a la hora de hablar de esta situación. Afirma que ha sido en vano transformar el liviano vehículo en mototaxi (que es lo permitido para circular), pues la informalidad gana terreno pese a los controles (que son escasos) que realiza la autoridad.

“El problema es grande, inmenso, y lo tenemos aquí junto a nosotros. Lo peor es que actúan de manera irresponsable y hasta nos amenazan con armas, algo que no se daba antes. Ellos ganan, pues son mayoría. Incluso a los agentes de la ATM les han pegado”, narra Hernández, mientras señala la terminal improvisada que se encuentra a un costado de la cooperativa y que funciona tras reiteradas clausuras, subraya.

Recuerda que en 2015, cuando Jaime Nebot administraba la ciudad, fue aprobada la normativa para brindar el servicio y fue entonces que se imaginó un mejor panorama, sin informalidad. Pero eso no ha ocurrido. Y lamenta el hecho de que en el momento que los agentes de tránsito se retiran del sector, comienza la ‘competencia’ por quién gana más pasajeros que salen desde la parada de la Florida de la metrovía.

“Por eso pedimos que hagan su trabajo. Entiendo que un agente no puede estar todo el día, pero ya es hora de que la ATM haga su gestión de decir basta”, sentencia.

En el ingreso de la ciudadela Los Vergeles, al noreste de la ciudad, cerca del redondel de Las Orquídeas, el problema se agrava sobre todo en las denominadas horas pico. En un recorrido de EXPRESO se comprobó que los conductores de estos vehículos no solo circulan en contravía para acortar camino, sino que también ingresan a la avenida Francisco de Orellana y no tardan en aparecer los reclamos de otros choferes.

Frenadas a raya, choques y carreras apresuradas son parte del ritmo de este tramo, en donde se mezclan con los pitidos incesantes de iracundos conductores que también dicen verse afectados. “Andan en contravía, se meten en doble columna y lo peor es que no respetan las normas de tránsito. Es un problema de toda la vida, sin que haya una solución”, se lamenta el chofer Roberto León.

Lo mismo opina el usuario Javier Cepeda, a quien le molesta observar los encontronazos que se forman junto a un supermercado de la zona. En ese espacio las tricimotos ingresan o salen de la ciudadela, sin importar que circulan en sentido contrario. “No solo ponen en peligro a los pasajeros, sino también a ellos. Ya esto, lamentablemente, se ha normalizado y no debe ser así”, acota.

Ante esta situación, Fernando Amador, director de Transporte de la ATM, reconoce esta problemática y aclara que hay conductores de nacionalidad extranjera que, en su mayoría, son los que cometen abusos. Y argumenta que el Ministerio del Interior debería intervenir en los controles. “Es complejo. Cada área trabaja por su cuenta. Hay zonas donde no hay mucho extranjero y otras donde sí. En esos casos se les complica la homologación”, explica.

Al ser consultado sobre qué otras acciones se deben ejecutar para erradicar esta situación, en vista de que los controles no han sido suficientes, el funcionario se limitó a decir que se harán los operativos necesarios.

“Pero necesitamos la ayuda de Migración, para que ellos también pongan orden en ese sentido”, indicó, lo que resulta absurdo para la comunidad puesto que, advierten, “no son todos extranjeros. Y aunque así lo fueran, es obligación de Tránsito hacer cumplir las leyes”, sostienen los consultados.

Pero no solo las contravenciones de tránsito e informalidad preocupan a la ciudadanía. A esto se suma la delincuencia, que mantiene en alerta a usuarios y a las autoridades policiales, que corroboran que entre los conductores informales se han ‘camuflado’ delincuentes. En Las Orquídeas, Vergeles y cerca de Los Rosales y Colinas de la Alborada, la ciudadanía reporta ya varios casos.

“Estamos intensificando los operativos en coordinación con las autoridades de tránsito. Paralelamente, controlamos que los ciudadanos no transporten armas de fuego o algún tipo de objeto que sea atentatorio para el cometimiento de un delito”, puntualiza César Zapata, comandante general de la Zona 8 de la Policía.