Tricimotos en la ciudad: sin pasaje regulado y con aumento de ilegales
La informalidad es una batalla que lidian a diario los homologados. Usuarios y dirigentes reclaman controles eficientes. Apenas hay 1.800 regularizadas
Magaly Mora no pagó los 25 centavos que habitualmente cancelaba por movilizarse en una tricimoto de su sector, Guasmo, pues inesperadamente subió la tarifa a 30 centavos. El recorrido es menos de cinco kilómetros y utiliza ese vehículo, como la mayoría de moradores, para llegar a las estaciones de la metrovía. “Después regresaron al anterior pasaje, pero no hay nadie que controle, pese a que algunas son legales”, aseveró.
No es el único caso. En el otro extremo de la urbe, en Bastión Popular, el panorama se repitió y causó rechazo en los usuarios, quienes también pagan la tarifa de 25 centavos para llegar a las diferentes etapas del populoso sector. “Ya suficiente tenemos con que quieren subir el pasaje de los buses”, contó la moradora Martha Chávez que, asimismo, usa las ‘mototaxi’ para ir a la metrovía.
Diario EXPRESO solicitó a la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) una entrevista con el funcionario que está al frente de este tema, pero los requerimientos fueron únicamente contestados a través de un correo electrónico.
Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, confirmó que el pasaje de tricimotos no está regulado. La mayoría de las cooperativas, corroboró, cobra 25 centavos y “en pocos sitios” cobran 30 centavos. Citó como ejemplo el sector de Monte Sinaí, “por la longitud de su recorrido”. Pero cuando son tramos más largos puede inclusive costar hasta $ 1.
El funcionario señaló que al momento están regularizadas unas 1.800 tricimotos y, sobre los controles para erradicar a la informalidad, dijo que se ejecutan controles en zonas como la cooperativa Juan Montalvo, Guasmos y Trinitaria.
Controles logran retener tricimotos y la ciudadanía espera que se extiendan, por seguridad
Leer másA juicio de Jorge Hernández, presidente de la Cooperativa de Transporte de Tricimotos Esperanza, ubicada en el kilómetro 8,5 de la vía a Daule, esos controles no son suficientes, pues cada vez la informalidad gana terreno en Guayaquil. Él se lamenta de que esta problemática, que la ha venido contando este rotativo, ha sido una batalla que la ATM no gana ni la frena.
A diario me transporto en las tricimotos para llegar a las paradas de la metrovía y no estoy de acuerdo en que cobren los 30 centavos; el recorrido es corto. Espero que siga en 25 centavos.
“Seguimos con el mismo problema. Nos ilusionamos con que la homologación nos quitaría la informalidad, pero eso no ha ocurrido. La ATM no ha podido sacar a ellos (informales)”, relata Hernández, al subrayar que, a escasos 20 metros de esta estación, hay otra de las tricimotos informales donde ‘compiten’ con ellos.
El conductor es dirigente de otras cuatro cooperativas de tricimotos y este punto es la sede donde representantes de otras 30 cooperativas de la ciudad han discutido sobre esta situación que no tiene solución. La última cita que Hernández tuvo con el gerente de la ATM, Roberto Ricaurte, fue hace 15 días y en la que, según dice, prometió nuevamente apoyo.
Tricimotos ilegales: una batalla que la ATM no gana ni frena
Leer másLa ciudadanía, que también espera que se intensifiquen los controles ya que, concuerdan, en ciertos vehículos se camuflan delincuentes, no quiere tener otro ‘susto’ en el alza de la tarifa. Los dirigentes reconocen que impera la oferta y demanda, pero la mayoría está de acuerdo que, así como hace años hubo un censo de las unidades, también se determine un tarifario definido.
El experto en movilidad, Carlos Jiménez, explica que para que exista la regulación de estos pasajes se debería dar luz verde a un censo más exhaustivo y que, con esa base, realizar un trabajo articulado con otras dependencias municipales.
“Debe de procurar la ATM un corte; tratar de estimar un universo de usuarios y modelo de costo por kilómetro o por hora”, puntualiza, al hacer énfasis que la informalidad crece debido a que, por ejemplo, hoy una persona compra una motocicleta, pasa un tiempo y se le daña, y la termina transformando en una tricimoto.
Y es por eso que, asimismo, debería intervenir Justicia y Vigilancia de suelos, para hacer controles en los talleres que se dedican a esta actividad. “Es difícil, costoso, recorrer, pero de alguna u otra manera se debe controlar (...) si no esto termina siendo un juego del gato y el ratón”, agregó.
En un recorrido de este Diario se comprobó, en el caso de Bastión Popular y Juan Montalvo, que motociclistas, incluso, realizan recorridos con pasajeros. Usan distintivos como chalecos reflectivos. Allí un conductor, quien prefirió el anonimato, dijo que bandas delictivas roban los aparatos y extorsionan. “Compañeros han pagado 500 dólares para que les devuelvan las tricimotos”, contó.
La falta de alimentadores en Guayaquil se cubre con 3.150 tricimotos
Leer másEn estos puntos, al igual que en el sur, como en la ciudadela Coviem, dicen que son ausentes los controles, pues los informales van en contravía, exceso de velocidad y forman caos. “A la altura de la estación de la metrovía, a partir de las 14:00 hasta las 19:00, se llena de tricimotos, hacen columnas de dos filas y bulla”, se quejó Erika Lindao.