Guayaquil ofrece novedosas recreaciones
La oferta turística en la urbe se está diversificando. Las propuestas van desde surcar cielos hasta rodar a toda velocidad
En el aire. En la tierra. En lo santo. En lo terrenal. En varios sitios, la ciudadanía puede despejarse del caos citadino. Más que antes, ahora Guayaquil está diversificando su oferta turística.
Un atractivo turístico por ofertar en Guayaquil: las cúpulas
Leer másLa Perla del Pacífico se ha caracterizado por su dinamismo, pero también por el ruido del trajín diario. La música a alto volumen, el fuerte sonido de las bocinas de los automóviles, el ruido que generan los escapes alterados de las motocicletas, los gritos de la población y el estrés del día a día hacen que el guayaquileño busque nuevos sitios para desconectarse de la cotidianidad y el hormigón.
Oferta turística
Aunque algunos crean que no hay más que hacer en la ciudad, sí existen opciones. Volar y sentirse como un pájaro, deslizándose por las capas de aire, es una de las opciones. En lo alto no se escucha nada. La calma reina. La relajación se apodera de los sentidos. No existe nada más que la tranquilidad y los pájaros que sobrevuelan la vía a la costa.
Para llegar a lo más alto de Guayaquil, primero hay que subir en una camioneta 4X4 el Cerro Blanco, pero no tiene que preocuparse. De eso se encarga Jorge Contreras, piloto-administrador de Parapente Guayaquil. El punto de encuentro es el club social de la urbanización Terra Nostra, desde allí comienza la aventura.
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Leer másDe esa urbanización, la siguiente parada es el Cerro Blanco. La camioneta hace su trabajo, asciende a la cúspide y mientras lo hace, el paisaje de Guayaquil va adquiriendo otra perspectiva. El blanco del piso, los árboles que guían el camino y la piedra que van rompiendo en la cantera hacen que el mundanal ruido vaya desapareciendo; por momentos la vista rústica pareciese una escena de los senderos de la Sierra ecuatoriana.
En la cima, el viento hace volar los cabellos; son libres. Desde allí se baja en parapente. Lo primero que hace Contreras es dar indicaciones de lo que está por iniciar. La seguridad se prioriza. El arnés es colocado y ajustado en el cuerpo. La vela se extiende en el suelo, las líneas son extendidas. Se afirman las piernas. De pronto, en unos minutos, los pies dejan de tocar el suelo. Contreras se encarga de maniobrar el parapente. El miedo en las alturas no existe.
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Leer másPero si busca estar más cerca de lo divino en la tierra, la Catedral Metropolitana de Guayaquil es el sitio que está buscando. Desde el miércoles 9 de octubre, la ciudadanía puede acceder y ver lo que hay detrás de las paredes de esta infraestructura que data de 1924.
Hoy se puede acceder al balcón principal dentro del templo y a la parte posterior alta de donde están ubicadas las imágenes recreadas de los santos de la Iglesia católica mediante mosaicos, así como al balcón que da hacia el parque Seminario, al que antes no se podía subir.
David Auad San Lucas, director de infraestructura y proyectos de la Catedral de Guayaquil, comentó que para las adecuaciones necesarias se invirtieron cerca de 400.000 dólares. El recorrido, por ahora, termina en una sala donde se encuentra el pesebre más grande de Latinoamérica (mide 280 metros cuadrados).
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Leer másVisitar el camposanto
El sitio de descanso eterno también es otro lugar donde es posible no solo abstenerse del ruido, sino también conocer la historia de Guayaquil. El caminar por el Cementerio Patrimonial de la urbe es volver rápidamente al pasado y conocer la idiosincrasia porteña. Este abrió sus puertas en 1823. Allí yacen los nichos más antiguos, donde descansa quienes murieron por la fiebre amarilla por ejemplo.
También yace Vicente Rocafuerte, el primer presidente ecuatoriano y quien, como gobernador de la provincia de Guayaquil, se contagió de la peste al tratar de ayudar a su gente. Además, en este lugar está la primera edificación de hormigón de la urbe: un mausoleo.
En el recorrido también se aprecian obras de arte como el ‘Beso del ángel’, escultura de Enrico Pacciani. Esta obra no fue elaborada en Guayaquil, sino que fue traída de Italia. Los trabajos de este artista se caracterizan por la cantidad de pliegues y el realce incluso de los más minúsculos detalles.
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Leer másY aunque el avistamiento de aves no consta dentro de los recorridos oficiales que ofrece el Cementerio, Jaime Arellano, guía turístico, comenta que en este sitio es posible observar 30 especies de aves, como la tangara azuleja (solo en este sitio se la puede apreciar), carpintero de antifaz y vencejo rabón, además de árboles propios de la Perla del Pacífico, como el guasmo, el bototillo y el frutipán.
Estos sitios invitan a desconectarse del mundanal ruido para ver hacia adentro de la urbe.
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Leer másAdrenalina en la pista de carreras de karts
Ángel Landín practica karting desde los cinco o seis años. Su padre lo involucró en este deporte y desde esa época hasta la actualidad lo practica, por lo menos una vez al año. Disfruta la sensación de adrenalina que siente al conducir y el viento golpeando su rostro. Ahora esta actividad le gusta realizarla junto a su novia y amigos.
María Fernanda Sarmiento, representante de Kartódromo, comenta que esta actividad pueden realizarla niños desde los 5 años, bajo supervisión de los padres. Cuenta que los niños y los adultos hombres son los que más visitan el Kartódromo Internacional de Guayaquil, en el kilómetro 4,5 de la vía Daule, antes de la entrada a Los Ceibos.
En la pista, los usuarios pueden estar ocho minutos. Usualmente, manifiesta Sarmiento, las personas suelen cruzar toda la pista en un minuto. De miércoles a viernes, desde las 11:00 hasta las 17:30; los sábados, de 10:00 a 16:00; y los domingos, desde las 10:00 hasta las 17:30. Allí dictan cursos para profesionalizarse.
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